Camacho y Expósito, enemigos íntimos de 'El Caso. Crónica de sucesos'
- Antonio Garrido y Fernando Guillén Cuervo analizan la legendaria rivalidad de sus personajes
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- ALERTA SPOILERS: si no has visto el capítulo, no sigas leyendo.
Sabemos que fueron muy amigos, pero algo truncó esa amistad y la transformó en una rivalidad que va camino de ser legendaria. Camacho y Expósito, el comisario jefe y el veterano periodista de El Caso, son mucho más que adversarios. Son, como aseguran los actores que les dan vida, “enemigos íntimos”.
“Jesús y Camacho son amigos desde pequeños”, cuenta Antonio Garrido, el comisario, a RTVE.es. “Camacho siguió en la policía y a Jesús lo terminaron echando. No sabemos por qué Camacho ha progresado tanto en la policía y tiene el puesto que tiene”, dice enigmático sobre el pasado de su personaje.
Fernando Guillén Cuervo nos da otra pista: “Fuimos los mejores amigos y morales diferentes nos llevaron por caminos diferentes y eso subyace en nuestra relación”, explica el protagonista y autor de la idea original.
Poco queda de aquellos jóvenes que hace 20 años formaban parte de la misma pandilla de amigos: Toño, Jesús, Rebeca y Asunción, la hermana de Montenegro y primera víctima del asesino del rosario. El caso que obsesiona a Jesús y que les ha enfrentado durante años.
La rivalidad es total: Jesús lucha por que se sepa la verdad, mientras que Camacho esconde muchos secretos. “Están enfrentados por varios motivos: personales, relaciones de pareja, profesionales…”, añade Garrido. “Pero el espectador va a ir viendo que Camacho tiene sus motivos, que lo que hace está justificado”.
Rebeca, lo único que les une
Acostumbrados a llegar a las manos, sus broncas son un clásico. Pero, pese a sus diferencias irreconciliables, hay algo que les une: el amor por una mujer, Rebeca.
“Rebeca es la mujer de mi vida”, asegura Guillén Cuervo sobre su personaje. “Tiene un dilema entre la estabilidad y la inestabilidad, entre el ‘malditismo’ que supone Jesús y el mundo de lo estable y lo sereno que le puede suponer Camacho”.
En esa lucha interior de Rebeca, la balanza parecía haberse inclinado del lado del comisario, pero las dudas de la forense y, sobre todo, el macabro juego de Santafé, que a punto ha estado de acabar con su vida, ha impedido su boda con Camacho.
En esos momentos críticos, Guillén Cuervo y Garrido han protagonizado algunas escenas memorables, en las que el periodista se ha convertido en el pañuelo de lágrimas del comisario.
“Estamos jugando desde esa amistad que se rompió y se va recuperando en algunos momentos de la serie”, cuenta Guillén Cuervo. “Hemos querido hacer un dibujo un poquito más de trazo fino de lo que está planteado a trazo gordo, que es una enemistad”.
Nada que ver con la realidad, donde Guillén Cuervo y Garrido han hecho muy buenas migas. “Desde el primer día que empezamos a trabajar, conectamos. Son estas cosas mágicas que pasan”, revela Garrido sobre su adversario en la ficción. “De hecho, hay muchas veces que quitamos frases del texto”, confiesa. Porque las miradas de Camacho y Expósito hablan por sí mismas...