El calvario de Germán de la Serna
- El doctor de Acacias ha descubierto que Cayetana mató a su hija
- Germán se enfrentó a su mujer pero no le dio una paliza, como ella dice
- Cayetana se las ingenió para que los vecinos la descubrieran casi muerta
Germán ha vuelto a revivir el peor momento de su vida al enterarse de que su esposa, Cayetana, fue la responsable de la muerte de su hija, Carlota. Rita, una de las pocas conocedoras de su culpabilidad, se lo confesó en su lecho de muerte, justo antes de morir a causa de la fiebre tifoidea.
¿Qué pasa por la mente de una persona que acaba de enterarse de que esta viviendo en la misma casa que la responsable del fallecimiento de su niña pequeña? Por la de Germán, ir a ver a Cayetana para decirle que lo sabe todo, que se ha acabado su mentira. Aunque lo primero que salió de él fue un bofetón a su esposa, el médico no llegó a propinarle la brutal paliza que provocó tan grandes heridas y magulladuras a la señora De la Serna.
La razón se apoderó de Germán
Germán amenazó con agredir a su mujer, acorralada contra la pared, pero su sentido común fue más fuerte y finalmente dirigió su puño contra el muro, para irse de casa y mantenerse lejos de ella, por si dejaba de ser capaz de contener toda su rabia.
Sin embargo, la señora apareció en el suelo, medio muerta, llena de sangre e inconsciente. ¿Qué pasó en el periodo de tiempo en el que Germán fue a ver a su mejor amigo, Leandro, para confiarle tan terrible noticia?
Los espectadores sabemos que el doctor no le dio una paliza a Cayetana, por lo que alguien más intervino después o, más extraño aún, ella misma se autolesionó para inculpar a su esposo.
Conclusión muy difícil de creer para los vecinos que descubrieron a la señora en el suelo después de haber escuchado una fuerte bronca procedente de su casa entre ella y su marido.
La cara aún peor de Cayetana
Tampoco podrían creer que una madre sea capaz de jugar con la salud de su propia hija para conservar a su marido, pero no han llegado, todavía, a conocer a la verdadera Cayetana; aquella que no solo hiere con sus palabras, sino que es capaz de hacer lo que sea con tal de salirse con la suya, incluso asesinar.
Es esa Cayetana la que le dice a los vecinos que Germán la ha apaleado y, además, se permite el lujo de defenderle falsamente, para ganar credibilidad ante sus ojos.
¿Qué puede hacer ahora el médico? Nadie le cree, solamente aquellas personas que le conocen bien y saben que nunca haría daño a nadie, como Manuela y Leandro, que intuyen que todo tiene una explicación en la que no interviene un Germán ejerciendo la violencia contra su propia esposa.
Incluso su amigo Ramón, testigo de las voces y los golpes que venían de la casa de los De la Serna, cree que es culpable.
Precisamente la mujer de Ramón, Trini, pudo ver el interior de la casa del médico cuando él ya se había ido y Cayetana se encontraba sola, con la puerta abierta. Curiosamente, cuando los vecinos fueron a ver qué pasaba, tuvieron que abrir la puerta con llave.
La señora Palacios ha estado a punto de contárselo a Germán, pero, seguramente por miedo, se ha echado atrás.
Si amigos como Ramón o Maximiliano le han dado la espalda, ¿qué pensarán entonces las personas que apenas conocen al doctor? ¿Y las autoridades? Por el momento, dicen estar seguros de la culpabilidad de Germán y ya le han llevado al calabozo. Que alguien los traiga a hablar con los espectadores, por favor.