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'Un país para comérselo' recorre Castilla la Mancha a través de las provincias de Ciudad Real y Toledo

  • Recorremos Madridejos, Campo de Criptana, Alcázar de San Juan...
  • Probamos las gachas, los cordiales, el auténtico queso manchego...
  • Un país para comérselo, el jueves en La 1, después de Cuéntame

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Un país para comérselo - Castilla La Mancha, soledades como migas

Imanol y Juan recorren Castilla la Mancha a través de las provincias de Ciudad Real y Toledo. La excusa para emprender este viaje es la frágil flor del azafrán que crece en los campos de Madridejos. Echanove aprende en el mismo campo, con las mujeres de esta localidad, el esfuerzo que cuesta obtener un kilo de azafrán con 250.000 flores. Esfuerzo que se ve recompensado con un buen almuerzo de gachas. Además, no se va de allí sin probar un receta muy conocida de la zona: las albóndigas de azafrán.

Los "gigantes" de Don Quijote

La estela de molinos de viento y los ecos del Quijote conducen a nuestros dos protagonistas entre Campo de Criptana y Alcázar de San Juan. En la primera localidad aprendemos de manos de Lola Madrid cómo funciona un molino y cómo se llaman los vientos que mueven las aspas que Don Quijote confundió con los brazos de los gigantes.

Mientras, Tonino conoce un juego tradicional de Campo de Criptana: el caliche. Sus compañeros de juego le descubren también que los granos de almorta, además de triturarse y servir de ingrediente fundamental para las gachas, se pueden consumir fritos a modo de aperitivo. Imanol, por su parte, va al Monasterio de las Monjas Concepcionistas donde está muy presente la tradición repostera monacal manchega. Nos muestran uno de sus dulces más conocidos: los cordiales.

Pan y perdices

Alcázar de San Juan es otro eje del Quijote, donde se reproduce el guiso de las bodas de Camacho, una receta popular del acervo manchego que hizo perder la cabeza al propio Sancho Panza.

Los campos cercanos a las tablas de Daimiel, parque en el que Juan e Imanol disfrutan de un paseo, ya eran nombrados y protegidos en tiempos de Felipe II. Y en esos mismos campos, Imanol se encontrará con pastores de la zona, degustando el auténtico queso manchego. En otros campos, cercanos a Valdepeñas, Juan disfruta de una jornada de caza de perdices, así como una buena receta de perdiz en escabeche.

Como buena tierra de pastores, el pan es otro protagonista de este viaje. Imanol y Juan llegan a Tomelloso, punto de destino para saborear el pan de Cruz, un pan que se encuentra bendecido por la cruz de Calatrava y por las manos de sus artesanos panaderos, celosos de una receta y de un modo de trabajar que casi no ha cambiado en el tiempo.

Celosos y orgullosos también están los habitantes de Almagro. Orgullosos de su legado histórico, como su corral de comedias y de su Museo Nacional de Teatro (del cual Tonino nos descubre muchas curiosidades). Y orgullosos también de su legado gastronómico, como son las berenjenas de Almagro.

La Mancha y el vino

Casi la mitad de la superficie de viñedos en España se encuentra en Castilla la Mancha, dato que nos acerca la importancia del mundo del vino en esta Comunidad y que también tiene mucha importancia a lo largo del programa.

Imanol conoce a los últimos artesanos elaboradores de botas de vino en Valdepeñas y posteriormente se acerca a Malpica de Tajo donde el Marqués de Griñón y su hija Sandrá Falcó esperarán a Imanol para contarle los secretos de su bodega.