RNE Audio estrena 'La colección del doctor Velasco', la historia real de una obsesión
- Narra cómo uno de los mejores cirujanos del siglo XIX se convirtió en coleccionista de restos humanos
- Este podcast narrativo de investigación e historia ya está disponible al completo en RNE Audio


RNE Audio estrena ‘La colección del doctor Velasco’, un podcast narrativo de investigación e historia que narra cómo uno de los mejores cirujanos del siglo XIX se convirtió en coleccionista de restos humanos. Creado por Lourdes Castro, separa ficción y realidad de forma precisa a lo largo de sus cuatro episodios.
Este proyecto cuenta con voces expertas como las de Luis Ángel Sánchez, profesor de Antropología Cultural en la Universidad Complutense; Enrique Dorado, presidente de la Asociación Española de Antropología y Odontología Forense, o Félix Sánchez Ugena, jefe del servicio de patología forense del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Badajoz.
El diseño sonoro es de Juan Luis Martín y la música original corre a cargo de Tomás San Miguel con la colaboración de Ana Vega Toscano.
La historia de Velasco
Llegaron a decir que llevaba el cadáver de su hija a la ópera. También contaron que le ofreció a un hombre un sueldo vitalicio a cambio de quedarse con su cuerpo tras su muerte. Nada de eso es cierto. ¿Por qué hay tantas leyendas negras en torno al doctor Pedro González Velasco? ¿Cómo era el museo que estaba construyendo?
El 29 de abril de 1875, hace justo 150 años, abrió sus puertas en Madrid el Museo Antropológico del doctor Velasco. Contaba con un laboratorio equipado con las últimas innovaciones científicas, una revista médica propia, aulas para impartir clases, consulta médica y una de las mejores colecciones anatómicas de Europa. Este fue el origen del actual Museo de Antropología de Madrid que celebra su 150 aniversario.
Su creador, Pedro González Velasco, fue un excelente cirujano. Sin embargo, de Velasco se recuerdan, sobre todo, historias siniestras que no son ciertas.
Cuatro episodios
Durante muchos años, la pieza estrella del Museo del doctor Velasco, la que más llamaba la atención de los visitantes, fue el esqueleto de un hombre extremeño: Agustín Luengo. En vida, Luengo alcanzó una altura de 2,35 metros y, poco antes de su muerte, conoció al doctor Pedro González Velasco. ¿Cómo acabaron sus huesos en una vitrina? ¿Por qué todos los museos anatómicos de la época habrían querido un esqueleto como ese?
Desde pequeño, quiso ser doctor. Y la medicina del siglo XIX requería mucho valor: operar sin anestesia y enfrentarse a enfermedades sobre las que se sabía poco o nada. Velasco destacó muy pronto como cirujano y como coleccionista de piezas anatómicas. Sin embargo, justo cuando llega a la cumbre y consigue todo lo que se ha propuesto, recibe el golpe más duro de su vida.
El 29 de abril de 1875 se inaugura el Museo de Antropología del doctor Velasco. El rey Alfonso XII preside la ceremonia, mientras una pequeña banda de música ameniza la celebración. Es una jornada alegre pero, al día siguiente, el ambiente en el museo cambia por completo. Ha llegado un ataúd, recién exhumado del cementerio de San Isidro. En su interior descansa Conchita, la hija del doctor, fallecida 11 años atrás.
Cráneos, un orinal de Carlos III, pájaros disecados… Tras la muerte de Velasco, nadie sabe muy bien qué hacer con su colección. Algunos objetos son destruidos mientras que otros se reparten entre museos y facultades de todo el país.
En este último capítulo seguimos la pista de una de las momias del doctor. Durante décadas permaneció mal etiquetada dentro de un arcón, dando origen a una tétrica leyenda que ensombreció aún más la memoria de Velasco.