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“Mami, ¿Con quién me toca hoy?”: la conciliación sigue siendo una tarea pendiente

  •  RTVE.es habla con Verónica, una madre joven que lucha por compaginar una vida laboral y familiar “Mi trabajo no me facilita la conciliación familiar”
  • De la mano de psicólogos y profesionales se analiza la conciliación familiar y laboral

 

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Aparece una madre trabajando desde su casa con un ordenador y papeles en un mesa de oficina mientras habla por teléfono y sostiene a su bébe en brazos.
FOTO: OBTENIDA DEL ARCHIVO DE RTVE RTVE.es

Conciliar el trabajo con la familia en España es una asignatura pendiente. Hoy en día muchas familias sufren esta situación, puesto que nuestro país es el décimo de la UE donde más se trabaja, con 300 horas anuales más que Alemania, según la OCDE.

Verónica es una mujer de 36 años que tiene dos niños pequeños, Carlota de cuatro años y Antonio, de tan solo 19 meses. Hace años soñaba con crear una familia como la que tiene actualmente, pero no es como imaginaba, no puede disfrutar de sus pequeños porque el empleo no se lo permite. Trabaja en un supermercado y está separada. Ha tenido que volver a buscarse un nuevo hogar y recurrir a la ayuda de sus padres para su día a día.

Aunque ella y su exmarido tienen la custodia compartida, la situación no es fácil. Cada día se levanta para ir a trabajar, cuando le toca los turnos de mañana, puede disfrutar por las tardes de sus hijos y dedicarle tiempo. Pero cuando su jornada laboral comienza por la tarde, finaliza sobre las diez y media de la noche, demasiado tarde para el cuidado de sus hijos de tan corta edad. Un horario que dificulta la vida en familia y su rutina, teniendo que recurrir la mayoría de los días a terceras personas y eso conlleva que los pequeños estén cada día con una persona diferente.

Una situación que esta repercutiendo sobre la menor de tan solo cuatro años, con una respiración y mirada cabizbaja admite que “al estar cada día con alguien distinto, ya sean mis padres, su abuelo paterno o su padre, hace que mi hija vea afectada su rutina. Ella todos los días me pregunta ¿mami, con quién me toca hoy?, el no saber su rutina a ella le provoca nerviosismo”. Por ello, cada semana hace un calendario semanal en el que le explica a la pequeña con quien va estar cada día.

A veces al no tener a terceras personas que se puedan hacer cargo de los menores en más de una ocasión ha tenido que llevarlos enfermos a los centros educativos. “Mi hija tiene bronquitis asmática y la llevé al colegio como cada día, aunque ella no se encontraba bien pero no tenía con quien dejarla. A las horas me llamó su profesora y tuve que acudir rápidamente a ponerle el ventolín porque mi hija se ahogaba. Se lo puse y rápidamente tuve que dirigirme de nuevo a mi puesto de trabajo y dejar a mi hija allí”, cuenta con nostalgia y pena una situación que a ella le marcó.

Perderse parte de la infancia de los hijos 

Tiene el rostro entristecido. “Mi trabajo no me facilita en absoluto la conciliación familiar y laboral”, confiesa. La mayoría de los días solo ve a sus hijos a la hora de llevarlos al colegio y posteriormente cuando los recoge cuando sale de su trabajo.

Lo que más le pesa después de llegar de trabajar es ver que por su larga jornada laboral se está perdiendo parte de la infancia de sus hijos, pero con sonrisa tímida confiesa que “la rutina cuesta menos si ellos me sonríen", mientras mira a la pequeña Carlota que se está tomando un zumo de melocotón.

“Nadie habla de las excursiones, eventos o actividades que realizan los centros educativos, mi trabajo no facilita que pueda pedirme el día para acompañar a mi hija o hijo a una excursión. Al igual que yo, hay muchas madres que no pueden ”,se lamenta . Un hecho que muchos padres y madres en España se pierden debido a su puesto de trabajo.

Pero a pesar de todo, Verónica es una madre coraje que ha luchado por sus derechos y a consecuencia de ello está obteniendo cambios. “Aunque aún me queda mucho por hacer, y no solo a mí, sino a la sociedad he conseguido que mi encargado se replantee mis turnos y de estar cinco días de tarde he conseguido estar tres días de mañana y tres días de tarde”, admite con media sonrisa dibujada en su cara. A consecuencia de este mínimo cambio, puede estar más tiempo con sus hijos y disfrutar de ellos.

“Los niños tienen derecho a pasar tiempo con sus padres”

 “La conciliación es una realidad que está avanzando y desde los centros educativos estamos dando respuesta y programas de conciliación, pero todavía no damos quizás respuesta a todas las demandas de las familias que son muy diversas”, afirma Soledad Oliva, directora del centro C.E.I.P Julio César en el que está escolarizada la pequeña Carlota. Hace ver su preocupación porque los más pequeños pasan muchas horas en los centros educativos.

Más sincera: “No creo que se trate de las respuestas que damos desde los centros educativos, ya que están abiertos desde las siete de la mañana hasta las seis de la tarde. Se deberían replantear los procedimientos laborales.” Hace gran hincapié en los más pequeños, “los niños y niñas tienen derecho también a estar y disfrutar de su familia". "Creo que la conciliación, el diálogo y el debate tiene que trasladarse a las empresas no a los centros escolares porque los niños tienen derecho a compartir tiempo con su padre o madre y a no estar atendidos por un sistema”, con voz serena y tajante la directora transmite su opinión haciendo ver que el mercado laboral debería cambiarse y poner la mirada más en el menor.

Compartir tiempo en familia resulta fundamental en la educación de los hijos, ayuda a fortalecer los vínculos de la familia, a mantener el respeto, la tolerancia y la disciplina. Lucía Sánchez, psicóloga del centro previamente citado nos muestra las ventajas e inconvenientes de pasar mucho tiempo en los centros educativos. “Sin duda alguna, pasar tiempo en casa y con la familia ayuda a que nuestros hijos puedan tener un desarrollo en todas las áreas. Es bueno que sociabilicen, acudan al colegio y jueguen, pero también es obligatorio que descansen y desconecten de jornadas largas de aprendizajes”, concluye.

 La ley tarda en su efecto

Noelia, abogada y madre de dos niños pequeños reitera que “ en el actual sistema la conciliación laboral no es una realidad en la mayoría de las empresas”. Admite que “aunque nuestro organismo jurídico recoja el derecho de los niños a una conciliación familiar, en la práctica no es así”. 

“Hoy en día hay un colapso en el sistema judicial y aunque demanden muchas personas se buscan otro trabajo o se piden excedencia antes de que le solucionen el problema”, afirma. Una demanda que se debe de solicitar vía judicial ante el juez, que es el que decide o no la adaptación de la jornada laboral. La mayoría de los trabajadores no reciben respuesta cuando lo necesitan, y buscan otra opción debido a que la justicia va con retraso.

RTVE

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