"Hoy toca el Prado" llega al Bellas Artes de Sevilla
Hacer accesible un cuadro a personas con discapacidad visual es lo que persigue “Hoy toca el Prado”. La muestra, que abre sus puertas en el Museo de Bellas Artes de Sevilla, cuenta con reproducciones de algunas de las obras más emblemáticas de la pinacoteca madrileña y con una reproducción de Santa Justa y Rufina de Murillo, en el cuatrocientos aniversario de su nacimiento…
Acariciar la cara de la Gioconda… Palpar el cuello de lechuguilla del famoso caballero del Greco… O adivinar los personajes de “La fragua de Vulcano”… Y todo con las manos… “Estás tocando la espalda, este está totalmente de espaldas pero la cabeza está girada hacia la izquierda. Está mirando hacia su jefe…” le explica Fernando Pérez Suescun, comisario de la exposición, a Cristóbal Martínez, delegado territorial de la ONCE en Andalucía.
Son algunas de las obras más conocidas del Museo del Prado. Desde ahora, accesibles a personas con discapacidad visual… Pero ¿se puede ver un cuadro estando ciego…? “Me parece una experiencia fantástica, comenta entusiasmada Carmen Diago, una de las personas invidentes que han acudido a la muestra, porque se da uno verdaderamente cuenta de lo que hay en el cuadro… Porque una cosa es que te lo digan y otra que lo toques, porque el tacto para nosotros es fundamental, es nuestra vista”
Réplicas de alta calidad técnica, con texturas y relieves de hasta nueve milímetros, que permiten explorarlas con el tacto… “Es una técnica patentada por una imprenta que descubrió que determinadas tintas, aplicándoles una luz ultravioleta podían adquirir volumen y textura. Parecido a cuando cocinamos y hacemos un bizcocho con la levadura, pues esa misma idea” aclara Pérez Suescun, comisario de la muestra y jefe de Contenidos Didácticos del Museo del Prado.
Obras para ser vistas y acariciadas a manos llenas… Para ser disfrutadas con todos los sentidos… “Es fundamental coger las audioguías, que ofrecemos junto a las obras, aclara Pérez Suescun, que además de dar una pequeña introducción sobre la obra y el pintor que está representado, luego da unas indicaciones muy precisas de por dónde debemos empezar a movernos, por dónde tienen que ir nuestras manos y qué es lo que estamos tocando en cada momento…”
“Tiene sus ventanitas hechas junto con todos sus detalles que parece imposible que se pueda hacer esto en un cuadro…” cuenta Jesús Casanueva Gutiérrez, otro de los invidentes presente en la exposición, explicando lo que “ve” de la Giralda en la Santa Justa y Rufina de Murillo…
Y como siempre está bien ponerse en el lugar del otro, unas gafas opacas ayudan a ello… “Queremos que sea una exposición para todo el mundo, que todo el mundo venga a ver la exposición, venga a tocarla y que se pongan en el lado de las personas que no ven y se den cuenta de las dificultades que supone vivir privado del sentido de la vista” puntualiza Pérez Suescun.
Una experiencia sensorial abierta a todo tipo de público… que nos hace sentir el arte de otra manera…