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Fado: canto de saudade

  • Amàlia Rodrigues (1920-1999) fue el máximo exponente de este género
  • Hoy triunfan voces como la de María Berasarte, la voz desnuda
  • Celebramos también el centenario del Instituto Cajal

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Memoria de delfín - Fado: canto de 'saudade' - 18/07/20

Cuentan que todo comenzó en las tabernas marineras del cono sur. También que, hacia principios del siglo XIX, pasó de la marginalidad de los burdeles de puerto a los salones de los nobles. Y que, si hubo una dama que lo representó, esa fue Amàlia Rodrigues (Lisboa, 1920-1999), una mujer “que cogió los mejores poemas de los mejores poetas del momento” para dar vida a este género musical: el fado, y a temas como “O fado nasceu um dia”, con el que comienza este nuevo Memoria de delfín.

Así lo explica uno de nuestros últimos invitados, Miguel Ángel Fernández, director del programa El fado (Radio Clásica), con quien descubrimos también algunos nuevos nombres como Gisela João y António Zambujo.

Miguel Ángel Fernández y Ángel García

Con Fernando Maurício (Lisboa, 1933-2013) y Alfredo Marceneiro (Lisboa, 1891-1982), se queda el escritor Ángel García como referentes masculinos de este canto popular. “Hay tres fados básicos: el menor,  la madre o padre de todos los fados; el corrido; y el mouraría, que es una mezcla de los dos. Estos son los clásicos, luego aparece el fado canción”, añade este doctor en Medicina y Psiquiatría, autor de varios libros dedicados al fado y a Portugal.

María Berasarte

En primera persona, como intérprete, habla María Berasarte, conocida como la voz desnuda: “La primera vez que canté en Portugal, en 2008, todavía no había salido el disco, y lo hice ante 13.000 personas (...) Al lado de Mariza, Camané, Carminho… Algo inolvidable, de la mano de Carlos do Carmo”, reconoce la autora de Todas las horas son viejas (2008), Agua en la boca (2014), Súbita (2015) y Delirio (2019), un álbum en el que versiona el “Estranha forma de vida” de Amàlia.

Con este repertorio ha pisado grandes escenarios y casas de fado tan emblemáticas como Mesa de Frades, una de las que visitamos con Patricia Costa en su recorrido por las calles lisboetas, con parada obligada en María da Mouraría, A Parreirinha de Alfama y Senhor Vinho.

Calles de Lisboa

En la segunda hora de programa, nos detenemos en 1920, fecha en la que Amàlia Rodrigues llegaba al mundo, mientras la radio en la que pronto sonaría daba sus primeros pasos. Mara Peterssen se retrotrae a la emisión del primer programa de entretenimiento en Míchigan (EE.UU.), y a las primeras transmisiones regulares en Argentina; y Alberto Maeso se pasea por los quioscos de la época con suplementos bajo el brazo como el Gente Menuda de ABC, que imitaba la moda de los cómics americanos.

En ese mismo año, Santiago Ramón y Cajal ponía en marcha un centro de investigación especializado en neurobiología: el Instituto Cajal, al que nos aproximan Sonia Castelani y José María Frade, vicedirector de Investigación Científica y Técnica. “Queremos cerrar el año Cajal en noviembre con la inauguración de una muestra permanente sobre su legado”, subraya.

María Barrientos

Con voces únicas como la de la soprano María Barrientos, en su papel de Amina en La Sonámbula, una ópera de Bellini que nos trae Juan Otero, despedimos este Memoria de delfín donde la música se siente y se vive como nunca.