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DÍA DE LA MUJER

Paul Pen, del amor a la tragedia en 'La metamorfosis infinita': "La justicia va por un lado y la sociedad, por otro"

  • Alegría, protagonista de la historia, es el hilo conductor de una novela donde se abordan temas sociales como las violaciones en manada o el sistema judicial actual
  • ¿Qué pasaría si el dolor de una madre llegase hasta sus últimas consecuencias?
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Paul Pen, del amor a la tragedia en 'La metamorfosis infinita'

La realidad muchas veces termina superando la ficción, y ejemplo de ello es la última novela de Paul Pen. El escritor regresa con La metamorfosis infinita, una historia repleta de amor, pero también de profunda venganza tras narrar la violenta muerte de Alegría, una joven de 19 años que fallece a manos de un grupo de agresores al volver de fiesta. Su madre, quien también fue víctima de violencia machista, le prometió que nadie volvería a hacerles daño, pero ni ella ni el sistema pudieron hacer nada por salvar la vida de la joven. Un crimen que, a pesar del paso de los años, termina convirtiéndose en el caso de referencia de una prensa que pone de manifiesto lo fácil que es traspasar los límites y sumergirse de lleno en el morbo de la tragedia.

¿Qué ocurriría si una madre, bajo el dolor de haber perdido a un hijo, decidiera ejercer la justicia por su cuenta? ¿Cómo se gestiona el hecho de que los asesinos de tu familia salgan a la calle tras haber cumplido solo 12 años de condena? ¿Sirve de algo la repulsa social que genera un asesinato como el de Alegría? Paul Pen se pone en la piel de la madre de la protagonista para narrar en primera persona un dolor que se convierte en el hilo conductor de una trama que, lejos de ser solo ficción, bien podría ser un caso real de agresión machista cometido en nuestros días.

"Siento que la novela se ha escrito desde un dolor que, por suerte, desconozco"

Explicas que la madre de Alegría también fue víctima de violencia, pero es cuando le toca de lleno a su hija cuando de verdad tiene una reacción violenta y vengativa.

Paul: Me gusta que lo hayas notado porque el libro empieza así precisamente por eso. Yo sabía que esta mujer iba a querer venganza por lo que le ocurre a su hija, pero quería que fuera una madre quien narrase algo así. Muchos me preguntan: "¿por qué no has escrito desde el punto de vista de un padre, si tú eres un hombre?". Y no, yo quería llevármelo a que fuera una madre y que ella misma hubiera sido víctima del mismo tipo de violencia que al final acaba con la vida de su hija. Cuando la ha sufrido, no ha hecho nada ni ha respondido a ella. Pero claro, cuando es a su hija a la que se lo hacen... por ahí es por donde sí que no pasa. Va mucho más allá, a mí se me rompe el corazón cuando recuerdo la agresión del exmarido de la madre de Alegría, porque después de eso promete a su hija que nadie más le hará daño nunca.

La diferencia es que cuentas la historia en los ojos de su madre, del que no desvelas el nombre. ¿Cómo trabajaste el hecho de ponerte en la piel de una persona que ha perdido a su hija de esa forma tan injusta?

Paul: Es curioso, porque yo tampoco soy padre, pero hice un ejercicio porque desde el principio supe que la historia quería contarla en primera persona y de manera completamente subjetiva. Podría haber contado toda esta historia desde fuera y desde el punto de vista periodístico. La podría haber enfocado de muchas maneras, pero yo quería que solo me la contase la madre de Alegría porque quería entender su dolor. Quería también que se entendiera cómo una persona puede llegar a pensar en lo que quiere hacer la madre de Alegría. Es decir, necesitaba comunicar ese dolor absoluto que, visto desde fuera, no duele igual. Supe que era un desafío, pero si te digo la verdad, cuando empecé a escribir me sentí muy cómodo. Al final, el ser mujer o ser hombre da igual, el dolor es el mismo. Ahí radica la magia de ser escritor, de saber meterte en otra persona. Con esta novela lo digo siempre: siento que la ha escrito la madre de Alegría. Alguna vez he escuchado a escritores decir esto y pensaba no, se están pasando de místicos. Pero aquí en algunos momentos me ha ocurrido de verdad, así que siento como si la historia la hubiera contado ella y a través de un dolor que, por suerte, desconozco.

¿El hecho de que su madre no tenga identidad clara crees que facilita que todos empaticemos con ella?

Paul: Hubo un momento en el que pensé firmar la novela con su nombre, pero al final no quise. Me gustó que quedara como la madre de Alegría y no por privarla de identidad, que es una lectura que se podría hacer, sino porque siempre nos vamos a referir a ella como tal. Ella misma se muestra así en la novela, ¿no? "Me han robado la alegría y mi mundo". La situación de ellas dos es muy concreta, porque comparten un pasado y han luchado juntas. Creo que si esta madre hubiera tenido otros hijos, es posible que no le ocurriese lo que le ocurre aquí. De repente me pareció que se quedaba bien como la madre de Alegría, así que siempre nos tendremos que referir a ella como tal.

"Pocas venganzas hay para los crímenes que existen -por suerte-"

El libro tiene como hilo conductor la violación y asesinato de Alegría, de solo 19 años. ¿Hay algún caso en el que te hayas fijado específicamente?

Paul: Supongo que todos los escritores cuando escriben se ven influenciados por lo que les rodea. Aunque la idea no partió de ahí, cuando yo empecé a pensar la manera en la que podían haber matado a Alegría, como vivo en este mundo en el que estos crímenes son tristemente muy verosímiles, me pareció que era muy probable que esto pudiera ocurrir. La agresión tiene muchos más matices que lo que aparece en la sinopsis, pero me parece que si ocurriera como se describe en la novela, de verdad considero que podría desembocar en ese final tan trágico. El más trágico que puede ocurrir.

La rabia social y la repulsa que genera el caso en la sociedad es un sentimiento que todos hemos visto que existe. ¿Has utilizado la ficción para llevar a las últimas la venganza de su madre?

Paul: Si te pones a pensar, pocas venganzas hay para los crímenes que existen. Cuando ocurren estos crímenes tan terribles, hay familias enteras a las que les han robado a su hija, a su hermana... y no se dan tantas venganzas -por suerte-. Pero es curioso, porque el sentimiento de venganza es algo que podemos entender y a cualquier padre que preguntes, es probable que te diga "si tocan a mi hija yo hago cualquier barbaridad". Y luego no ocurre porque todos, gracias a Dios, somos más civilizados de lo que parece. Todos aceptamos la justicia por injusta que pueda ser en algunos casos. Es tremendo, pero me gustaba que aquí fuera una especie de catarsis y experimentáramos al imaginar qué pasaría si una venganza llega hasta el final. Me creo que una madre diga "hasta aquí".

El proceso de duelo que sufre la madre de Alegría es muy interesante. ¿Crees que ahora mismo estamos en un momento de absoluta libertad y despojo de tabúes respecto a la salud mental?

Paul: Lo bueno de esta concienciación con la salud mental es que en estos casos siempre se ha entendido la motivación. Siempre se ha entendido cómo la pérdida de un hijo puede afectar a una persona. Lo bueno que está pasando ahora respecto a la salud mental es que estamos aceptando otro tipo de malestares muy cotidianos y más comunes que la muerte de una hija. Cosas tan sencillas como la ansiedad, que antes era como "relájate y ya", se están entendiendo que pueden convertirse en un problema real que afecta a mucha gente. En salud mental creo que la parte buena es la concienciación y la ampliación de su percepción.

"Lo que creemos que es la justicia es una cosa y lo que es el sistema judicial, otra"

Hay varios personajes que intervienen en un momento clave de la historia para llevar a cabo la venganza de la madre de Alegría.

Paul: Sí, además es que vi necesario crearlos. Yo quería que esas personas no fueran simplemente unos monigotes que aparecieran ahí, sino que cada uno tuviera una historia real. Sobre todo, también un poco por seguir haciendo a Alegría más importante y que conociéramos mucho a cada una de las personas con vidas tridimensionales. Estaba emocionado con todos, y el personaje de Vida creo que es mi favorito. Hasta que he llegado a esta historia tuve mil dudas, porque pensaba... ¿la gente querrá volver a la madre de Alegría? ¿Se aburrirán? Estoy contento con haber mantenido esa idea porque veo que se lee como yo quería que se leyera.

¿Quiénes son, entonces, esas cinco personas que ayudan a la madre de Alegría?

Paul: Pues te diría que la madre de Alegría idea una venganza para la que necesita ayuda. Esta ayuda la va a encontrar en unas personas con las que mantiene un vínculo asombroso e inesperado. Me encantó escribir esa parte, porque también quise mantener el suspense y el misterio de quiénes son.

¿Deberíamos reformar el código penal y adaptarlo a la actualidad? Porque cada vez hay más casos donde el asesino o violador de una persona sale de la cárcel antes de que la propia familia haya superado el hecho en sí. ¿La justicia es justa?

Paul: Prefiero pensar que mayormente sí, pero hay muchos casos donde no lo es. Pero como dice la madre de Alegría, lo que la gente creemos que es la justicia es una cosa y lo que es el sistema judicial, es otra. Eso es algo que no nos enseñan. De hecho, yo mismo he tardado en entender -a base de ver documentales- cómo funciona la justicia y cómo todo puede llegar a depender de tu abogado. Muchas veces vivimos con documentos que hemos creado hace un montón, y la vida ha cambiado en tantos aspectos... El otro día Raquel Sánchez Silva me hablaba de que todas las leyes las han escrito hombres. Y quieran o no, habiéndolas escrito con su mejor intención, hay experiencias que no las viven igual porque no son lo mismo. Ella me decía: "un hombre probablemente no entiende la sensación de indefensión que puede sentir la mujer hacia él". Es decir, que puede haber hasta una sensación física que el hombre no se ha parado a pensar porque no lo ha experimentado ni lo conoce.

Tratas un tema de tan horrible actualidad como las violaciones en manada. ¿Consideras que vivimos un tiempo más convulso que hace unos años? ¿O que estamos en el mismo punto pero que ahora se cuenta y se manifiesta?

Paul: Totalmente. Además, se ve que el clamor social es otro. Esto evidencia lo que hablábamos de que la justicia va por un lado y la sociedad por otro. Y hasta que se actualiza la justicia... la sociedad demuestra haber ido por delante. En la novela quería mostrar que mayoritariamente la gente actuaría como se cuenta en la historia.

Un tema que nos toca de lleno es cómo la propia prensa trata el caso de la violación. Se insinuó, fue su culpa, etc. Eso seguimos viéndolo actualmente. ¿Crees que la mujer sigue siendo un claro objetivo de culpa cuando se trata de un caso como este?

Paul: Yo no quise hacer un comentario sobre la sociedad, pero la novela me llevó hasta ahí y necesitaba contarlo, porque forma parte de la historia. Me parece que convierte la novela en algo más grande porque el espectro es muy amplio. Ves cómo afecta realmente al país donde se desarrolla todo, aunque no digo cuál es para que tuviera la sensación de universal. No fue el inicio, pero la historia me llevó hasta allí y supe que tenía que entrar.

"¿Dónde está el límite entre el morbo y la veracidad informativa?"

¿La libertad de prensa justifica que todo sea sometido a debate público? ¿Dónde están los límites?

Paul: Yo he trabajado en televisión y ocurre algo con los que trabajan ahí, porque hay un momento en el que dejan atrás la humanidad básica. Hay veces que dicen "no, no, es que esto es tele". Y es tele, pero también la vida real donde todos somos personas. Se aceptan algunas barbaridades por puro morbo... En la novela, el director de informativos le dice a la presentadora que, en el momento de la salida de prisión de los asesinos de Alegría, quienes verdaderamente interesaban eran ellos porque de Alegría ya habían hablado mucho en su momento. Y eso es fuerte también, pero lo explica muy bien ese director cuando dice: "la gente los odia y se va a indignar, pero eso es lo que quieren y lo que les va a enganchar". Entonces entras en una situación muy compleja, porque les estás dando visibilidad y voz por audiencia, pero igual tu responsabilidad es no darles ese lugar y que la gente no se indigne. O sí, porque lo puedes ver desde tantas aristas... A lo mejor con esto estás consiguiendo las movilizaciones y que a lo mejor cambie algo. Es que es muy complicado, y más saber detectar el momento en el que te estás pasando y ya estás yendo al morbo puro. ¿Dónde está el límite?

Entre tanto dolor, el amor siempre termina ganando. Alegría alumbra absolutamente todo. ¿Crees que este tipo de personas vitamina son las que iluminan un poco entre tanta oscuridad?

Paul: Sí, al final en la historia venimos de nombres como "Criminal", "Verdugo" o "Cerdo" para pasar a "Aire", "Luz" o "Vida".

¿Por qué tuviste tan claro que las mariposas debían de formar parte de la historia?

Paul: Eso fue una cosa que utilicé para adornarla. Primero creé la trama, pero después quise crear un universo particular y personal. A parte de la presencia de Alegría como tal, quería que hubiese algo bonito en la novela. A mí las mariposas me gustan de siempre, así que es completamente gusto mío. Así que es una cosa personal, sí, pero la mariposa es un símbolo claro de cambio, metamorfosis y evolución. Simbólica y metafóricamente habla del cambio y la transformación.

La historia está llena de dolor, pero también de infinito amor. ¿Tenías planeado el equilibrio entre esos dos puntos o fue surgiendo a medida que ibas creando la historia?

Paul: Sí, ese contraste estaba en el origen de la historia. Generalmente en todas mis historias hay esta mezcla de horror y ternura, así que en esta lo quise potenciar muchísimo y la voz de esa madre me permitió hacerlo. Esa mezcla que siempre me ha gustado aquí está súper a tope.

¿Te imaginas La metamorfosis infinita en la gran pantalla?

Paul: Sí. En mis anteriores novelas es verdad que eran fácilmente adaptables a película porque era una sola localización con pocos personajes. Esta, que tiene un universo y espectro mucho más amplio, la veo más que una película. A parte, creo que hay mucho por dónde extender. Se podría contar mucho de todos los personajes, incluso de los asesinos. De la historia de Alegría también puedes contar lo que quieras.

¿Cómo animarías a la gente para que le diera una oportunidad a La metamorfosis infinita?

Paul: Yo le daría una oportunidad a este libro porque creo que es una historia que llega y emociona. Confiaba al escribirla -y por suerte he comprobado- que llega en la manera en que yo quiero que llegara. Me apetecía escribir un libro de esos que se quedan contigo cuando todo pasa. Que todos leemos muchos libros y tampoco está mal aquellos que solo leemos para entretenernos, pero quería que dejase un poso y tocase muchas emociones.