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'TINTAS'

Sr. Zeta: "Los tatuajes son una forma de vida: yo me hago experiencias"

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Tintas - Capítulo 5 - Sr. Zeta

Carlos Marín, o como le conocen sus miles de seguidores, Sr. Zeta, es un fotógrafo, rapero, YouTuber y uno de los influencers del panorama nacional. Este polifacético creador de contenido es el quinto protagonista de Tintas.

Sr. Zeta saltó a la fama haciendo vídeos de humor en las redes sociales y YouTube. Sin embargo, su pasión desde los 17 años siempre ha sido la fotografía, especialmente, aquella que se centra en las personas, los estados de ánimo y la estética urbana. Este fue uno de los motivos por lo que Carlos Marín aceptó el reto de concursar en la segunda temporada de Cam on.

Se trata de un influencer nacional que cuenta con un ejército de más de 800.000 seguidores, o como a él le gusta llamarlos: croqueliebers. Y, ¿por qué Sr. Zeta te estarás preguntando? Porque cuando componía rap, su nombre artístico era Zero y, al final, se terminó quedando con la letra "Z".

“O no me tatúo o lo hago mucho y de golpe”

Él mismo reconoce no saber la cantidad de tatuajes que tiene en su cuerpo, pero se atreve a explicarlos uno a uno en el programa de Tintas. Para Sr. Zeta, “cuando uno es joven se hace un tatuaje porque mola”. En 2004, se hizo su “dragón langostinero”, como le gusta llamarlo cariñosamente, una mezcla entre dos cosas que vio en una revista.

Nos cuenta lo mucho que se alegra de no haberse llegado a hacer un tribal de un luchador del videojuego Tekken en los años 2000, cuando estaba de moda. Actualmente, se está quitando la palabra RAP del interior del brazo izquierdo porque ya no pega con el resto de sus tattoos. Y, ¿de qué se arrepiente Carlos? De las tres estrellas que se hizo en la mano. Ahora, están tapadas por un cover de una rosa: “me lo hice por hacérmelo”.

“Nunca me tatuaría el nombre de una persona, pero sí una cosa que haya vivido con ella”

Sr. Zeta se tatúa experiencias y, aunque no lleve ningún nombre tatuado, sí lleva a sus seres queridos en la piel. Las tintas de su familia que asoman son un Amor Eternus en el empeine del pie izquierdo, por su abuela; una rosa con una cuchilla de barbero, por su abuelo; la cara de un lobo en su mano izquierda, por su hermano; y a Francis, su perro carlino, suspendido en el espacio comiendo pizza.

Además, asegura que si tuviera hijos en algún momento de su vida, se tatuaría algo relacionado con alguna película que les gustase.

Descubre sus tatuajes favoritos

El tatuaje más importante para Marín es una mano que sale de una rosa y agarra un mando de Super Nintendo, situado en el gemelo derecho. Se trata de un recuerdo bonito y conmovedor: “cuando falleció mi padre yo era un crío. Recuerdo estar horas jugando a esa consola con mi hermano y mi madre, de estar muy unidos ante un hecho como ese”.

También lleva otro dibujo a todo color que representa la pasión por su profesión: la fotografía. Se trata de un corazón anatómico con una lente de cámara y un carrete alrededor del bíceps. Sr. Zeta asegura que “representa mi yo y lo que más me gusta. Sale del corazón a la cámara y de la cámara al mundo”.

Se tatuó un búho en el lateral del cuello, por la inteligencia, y un zorro, por la astucia. "En la vida hay que ser astuto e inteligente”. Además, lleva una pantera negra porque le flipan y dos carpas japonesas en una manga. Los dos peces representan a él y a su hermano: “yo soy el que sale del agua, como cuando he salido a flote de adversidades”.

Por último, Sr. Zeta tiene varios tatuajes en su brazo izquierdo, entre los que se encuentran un queso, una pluma acabada en un ojo o una maleta con pegatinas de lugares y la palabra “Lifestyle”. Su tatuaje más friki es uno de los fantasmas del videojuego Pacman y el más divertido, una croqueta con capa y cámara de fotos: “soy yo, por lo pesado que soy en las redes con las croquetas”.

“Ahora mismo no me tatuaría la cara, pero nunca digas de este agua no beberé”

¿Qué hay del futuro? Carlos Marín ya tiene pensados varios tatuajes que quiere hacerse: un tigre japonés en la espalda y un ojo con un reloj de arena en el centro del cuello que podría terminar uniendo con el pecho con el dibujo de un ciervo en mitad del bosque.

Sin duda alguna, Sr. Zeta tiene un montón de tatuajes que representan diferentes partes de su vida. No sabe si terminará tatuándose la cara o no, pero sí tiene claro que le gustaría llevar la palabra "Humano" en la nuca: “si llega un futuro lleno de robots, sabrán que soy humano”. Eso sí, sabe que hay que ser selectivo con las experiencias que uno decide llevar en la piel.