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Benedicto XVI se ha reunido, por sorpresa, en la capilla de la nunciatura de Washington con un grupo de víctimas que sufrió los abusos sexuales de sacerdotes pederastas en este país, ha informado el Vaticano en un comunicado.

Al encuentro con el Papa han asistido cinco víctimas de Boston y ha sido preparado por el cardenal-arzobispo de esa ciudad, Sean P.O'Malley, que también ha estado presente, según ha detallado el diario estadounidense Boston Globe. El encuentro ha durado alrededor de media hora.

El grupo llegó a las 16.15 hora local (las 22.15 en España) a la que es la residencia del Papa durante su estancia en la capital, y a él le contaron sus historias personales.

Según el comunicado vaticano, Benedicto XVI "les ha escuchado y les ha ofrecido palabras de ánimo y esperanza". Además, "les ha asegurado oraciones por sus intenciones, por la de sus familiares y por las de todas las víctimas de abusos sexuales".

El hecho de que las víctimas que se han reunido con el Papa sean de Boston es especialmente significativo porque esa ciudad fue el epicentro del escándalo de abusos sexuales por parte de clérigos católicos. Representantes de las víctimas habían pedido un encuentro de estas características, pero puesto que la visita pasaba por Washington y Nueva York, parecía improbable que tuviese lugar.

El Papa ha mostrado su vergüenza por lo sucedido

El Papa se ha referido varias veces al episodio de abusos sexuales que golpeó a la Iglesia católica en EE.UU. en 2002. Al comenzar su viaje dijo estar "profundamente avergonzado" por el escándalo. En la mañana del jueves, durante la multitudinaria Misa que ha celebrado en el estadio Nationals Park, ante 45.000 personas, ha insistido en esa misma idea.

También, en la reunión del miércoles con unos 400 obispos, en el Santuario Nacional de la Inmaculada Concepción de Washington, el Papa mostró su "enorme vergüenza" y daño que ha causado el escándalo de los abusos a menores cometidos por sacerdotes católicos en EE.UU.

El escándalo de los sacerdotes pederastas en EE.UU. afectó a miles de personas que sufrieron abusos por parte de clérigos católicos durante los años 60 y 70, aunque los hechos no salieron a la luz hasta que las víctimas lo denunciaron públicamente en los medios de comunicación.