La ampliación del Museo Guggenheim en Urdaibai se paraliza 17 años después del anuncio del proyecto
- El Patronato del famoso museo habla de "inviabilidad" y de acumulación de dificultades
- La comarca acoge la única Reserva de la Biosfera de Euskadi, lo que provocó un gran rechazo vecinal
El Patronato del Museo Guggenheim Bilbao, en el que participan la dirección americana y las instituciones vascas, ha decidido paralizar el proyecto de expansión del centro a la comarca vizcaína de Busturialdea-Urdaibai, que acoge la única Reserva de la Biosfera de Euskadi, tras dos años de reflexión sobre su viabilidad.
El órgano de gobierno del museo, en el que están representados el Ejecutivo vasco y la Diputación Foral de Bizkaia, principal impulsora de la ampliación, ha decidido en su reunión de fin de año de este martes no seguir adelante con un proyecto cuyo planteamiento inicial se remonta a 2008 y que pasados los años fue reactivado con la idea de construir dos nuevas sedes del Guggenheim en Gernika y Murueta, esta última en plena reserva natural.
La diputada general de Bizkaia, Elixabete Etxanobe; la consejera de Cultura, Ibone Bengoetxea; y la directora del museo, Miren Arzalluz, han sido las encargadas de dar a conocer la decisión de los patronos al término de su reunión.
Según han explicado en una comparecencia pública, la decisión, "difícil", pero "responsable", ha estado motivada por la "inviabilidad del proyecto" derivada de la acumulación de dificultades, incertidumbres jurídicas y limitaciones territoriales, urbanísticas y medioambientales en torno al proyecto.
Dos años de reflexión
El anuncio se produce pasados los dos años de reflexión (2024 y 2025) que se dio el Patronato para decidir si seguía adelante con la ampliación del museo, un proyecto que ha recibido gran contestación cultural y social.
"El camino para hacerlo realidad sería muy largo, complejo y sin todas las garantía que requiere un proyecto de esta envergadura", por lo que se ha concluido que "poner el fin al proyecto es la mejor decisión, la más responsable", ha dicho la diputada general de Bizkaia.
Etxanobe ha indicado que desde el inicio, el Patronato fue consciente de las dificultades del proyecto, que debía desarrollarse "en un marco legal, medioambiental, urbanístico y social complejo", sometido a "estrictas limitaciones". También ha explicado que a estas se suman "dos grandes incertidumbres": una relacionada con "la guía de servidumbre" de protección en Urdaibai, cuya delimitación "está siendo objeto de tres procedimientos judiciales", y la segunda relacionada con la tramitación urbanística. "Ambas cuestiones no se resolverán previsiblemente hasta el año 2031", ha dicho.
Asimismo, ha explicado que a ellas se suman "dos grandes incertidumbres": una relacionada con "la guía de servidumbre" de protección en Urdaibai, cuya delimitación "está siendo objeto de tres procedimientos judiciales", y la segunda relacionada con la tramitación urbanística. "Ambas cuestiones no se resolverán previsiblemente hasta el año 2031", ha dicho.
Etxanobe también ha señalado que la Diputación está en conversaciones con el Ministerio para la Transición Ecológica para que los 40 millones de euros que destinó a la regeneración ambiental de la zona de Urdaibai "se queden en Bizkaia" con el fin de continuar con las actuaciones de recuperación ambiental.
Tras poner fin al proyecto, ahora la mirada se pone en "el futuro" con el foco centrado en el desarrollo de la comarca de Busturialdea-Urdaibai y el apoyo al Museo Guggenheim Bilbao, que va a incorporar "el conocimiento acumulado" en el proceso para la frustrada ampliación del centro al análisis que va a desarrollar para la elaboración de su próximo plan estratégico 2027-2030.
Un proyecto anunciado hace 17 años
El proyecto del Guggenheim Urdaibai fue anunciado oficialmente el 24 de junio de 2008 en Bilbao por el entonces diputado general de Bizkaia, José Luis Bilbao. En ese acto, la Diputación Foral de Bizkaia confirmó una inversión inicial de 100 millones de euros, justificándolo como "una actuación estratégica para el Territorio Histórico y el País Vasco". Según explicó, la iniciativa formaba parte de las medidas previstas para "paliar las consecuencias de las turbulencias económicas" futuras y aspiraba a convertirse en "un nuevo soporte, para los próximos 20 años, del 'buque insignia' ante el mundo", vinculando "el arte, la sostenibilidad, el entorno natural y la actividad de la zona y de toda Bizkaia".
El proyecto contemplaba la expansión del Museo Guggenheim Bilbao en la Reserva de la Biosfera de Urdaibai, mediante la construcción de dos sedes, una en Gernika y otra en Murueta, conectadas por una pasarela. Entre sus objetivos figuraba aumentar la estancia media de los turistas que visitaban el museo en Bizkaia.
Más adelante, el 4 de junio de 2023, el respaldo institucional más relevante llegó del Gobierno central con una aportación de 40 millones de euros, destinada a "impulsar actuaciones singulares de desarrollo sostenible en el entorno del estuario de Urdaibai".
Críticas vecinales y sociales
Desde sus inicios, el proyecto contó con un fuerte rechazo vecinal, articulado principalmente a través de la plataforma Guggenheim Urdaibai Stop. En una primera gran manifestación celebrada en octubre de 2023, la plataforma denunció la falta de transparencia, afirmando que no se había facilitado "información clara" sobre el proyecto y que este incumplía "numerosas leyes que protegen la Reserva de la Biosfera de Urdaibai".
Las críticas también apuntaban a un uso interesado del territorio, censurando que se quisiera transformar el "patrimonio histórico y natural del pueblo en beneficio de los intereses privados". Además, advertían de que el proyecto dirigía "toda la inversión al sector turístico, sin mencionar las posibles consecuencias negativas", como "el aumento de los precios de la vivienda, la precarización del trabajo o la disminución del uso del euskera".
El rechazo volvió a hacerse visible el 19 de octubre de 2024, cuando miles de personas se manifestaron en Gernika para exigir la paralización definitiva del proyecto. En esa ocasión, la plataforma denunció la "imposición de un proyecto que no responde a las necesidades de la comarca" y que obedece a "las apetencias de una fundación privada en la que se está invirtiendo enormes cantidades de dinero público".
Aunque las instituciones defendían que la ampliación permitiría la "descontaminación de más de 63.570 m² de suelo", la "restauración del flujo natural de la ría en Murueta" y la "renaturalización de los espacios", los colectivos contrarios alertaban de que la construcción de nuevas infraestructuras museísticas supondría una alteración irreversible del equilibrio ambiental y paisajístico de la zona.