La UNESCO alerta de que la libertad de expresión retrocede un 10% en el mundo ante el hostigamiento al periodismo
- La autocensura de los medios ha aumentado un 63%, un reflejo de las crecientes limitaciones gubernamentales
- La vigilancia digital y las leyes restrictivas han aumentado un 48% y pone en jaque el periodismo independiente
La libertad de expresión en el mundo ha caído un 10% entre 2012 y 2024, un retroceso comparable al ocurrido con la Primera Guerra Mundial, en el preludio de la Segunda Guerra Mundial y en lo peor de la Guerra Fría en la década de 1970, según ha alertado este lunes la Organización de la ONU para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
Es una de las principales conclusiones del estudio 'Tendencias mundiales, periodismo: configurando un mundo en paz 2022/2025', publicado este lunes, que subraya el vínculo del fenómeno con corrientes preocupantes en el ecosistema de los medios, como el aumento de la autocensura entre los reporteros.
Y también refleja patrones más amplios, como el debilitamiento de los parlamentos y de las instituciones judiciales, la caída de los niveles de confianza pública o la profundización de la polarización.
Propagación del discurso de odio y la desinformación
Además, ha coincidido "con retrocesos en materia de igualdad, junto con una creciente hostilidad hacia los periodistas, científicos e investigadores medioambientales", se advierte, mientras que el dominio de las grandes tecnológicas ha creado "un terreno fértil para la propagación del discurso de odio y la desinformación en internet".
"En conjunto, estas presiones políticas, sociales y comerciales están socavando la libertad, la pluralidad y la diversidad de los medios de comunicación", resalta la Unesco, además de prevenir de los efectos perjudiciales de la inteligencia artificial generativa, que en los últimos dos años ya ha logrado ahondar en la crisis de valor de los medios tradicionales.
Entre 2012 y 2019 la contracción en el índice de libertad de expresión fue moderada, pero se aceleró a partir de 2020 y, sobre todo, a partir de 2022, a un ritmo del 1,30 % anual, muy por encima de la tasa media del periodo 2012-2024 (0,86 %).
Este índice se realiza a partir de cifras del mayor conjunto de datos mundiales sobre democracia, que se encarga de recopilar una red de internacional de miles de académicos y expertos coordinada por el Instituto V-Dem, de la Universidad de Gotemburgo (Suecia), atendiendo a factores como la censura a los medios, el acoso a periodistas o la libertad de expresión académica y cultural.
Casi un centenar de periodistas asesinados
Dado que este retroceso está muy vinculado a la situación del periodismo, la Unesco resalta que para los reporteros es una época de hostigamiento y de aumento de las amenazas físicas, especialmente en las zonas de conflicto.
Entre 2022 y 2025 hubo 185 periodistas que perdieron la vida, lo que supone un aumento del 67 % con respecto a los cuatro años anteriores.
Solo en 2025 murieron 91 periodistas, el 41 % en ataques deliberados, pero además la impunidad de estos crímenes sigue siendo muy alta, ya que la Unesco calcula que hasta 2024 el 85 % de los autores de estas muertes no habían sido condenados.
La autocensura entre los reporteros crece casi un 5 % anualmente y, en total, entre el 2012 y el 2024 aumentó un 63 %. Eso implica que los periodistas se contienen a la hora de reportar temas conflictivos, como la corrupción, por miedo a represalias.
Solo en Latinoamérica y el Caribe, donde la peligrosidad de ejercer el periodismo ha escalado especialmente en países como México, en el informe se recuerda que entre 2018 y 2024 casi un millar de informadores se encontraron forzosamente desplazados.
La vigilancia digital
La vigilancia digital y las leyes restrictivas han aumentado un 48%, lo que dificulta sobre todo el periodismo independiente, y también han crecido el acoso en línea, as demandas legales abusivas e infundadas y las prácticas de intimidación.
Los reporteros especializados en medio ambiente están en mayor riesgo, con 46 fallecidos desde 2010 (pero solo 6 condenas) y 749 ataques de diversa índole entre 2009 y 2023. Aunque hay noticias positivas, como el aumento del acceso a internet a nivel global, todo esto ocurre a la vez que la democracia se contrae globalmente, ya que por primera vez en las dos últimas décadas los regímenes autocráticos superan a las democracias.
Así, el 72% de la población del planeta vive bajo reglas no democráticas, el nivel más alto desde 1978. "Lo que demuestran los datos para algunos de nosotros es obvio, pero no es tanto para millones de personas, y es que la suerte de la libertad de expresión está atada a la suerte de la democracia", ha resaltado Catalina Botero, presidenta de la Cátedra Unesco de Libertad de Expresión de la Universidad de Los Andes y que colaboró en el informe.
La base de la conversación democrática es que "los participantes compartan los mismos hechos", ha dicho Botero en una conferencia de prensa, pero esto se está viendo alterado por las campañas de desinformación, que atacan sobre todo a las fuentes de información tradicionales como el periodismo.