Un ataque israelí contra los hutíes de Yemen deja 35 muertos y 131 heridos
- Tel Aviv asegura que los objetivos eran campamentos militares, el ministerio de Defensa hutí y un almacén de combustible
- El grupo insurgente insiste en que Israel ha golpeado "exclusivamente objetivos civiles"
Al menos 35 personas han muerto y otras 131 han resultado heridas este miércoles en una nueva oleada de bombardeos israelíes contra la capital de Yemen, Saná, y la provincia septentrional de Al Jawf, según ha confirmado el ministerio de Salud. El portavoz de dicho organismo, Anees al Asbahi, ha denunciado que los ataques han causado además graves daños en la infraestructura del país.
En concreto, ha señalado que las explosiones han afectado viviendas del barrio de Al Tahrir, en el centro de la capital, así como en un puesto médico del suroeste de la ciudad y en un complejo gubernamental de Al Hazm, capital provincial. "Declaramos nuestra firme condena al brutal crimen cometido por la entidad enemiga sionista, que dirigió varios ataques aéreos contra instalaciones civiles, de servicio y residenciales", ha afirmado Al Asbahi.
La versión de los rebeldes contrasta con la ofrecida por Israel, cuyo Ejército ha asegurado que las operaciones tuvieron como objetivo campamentos militares, el ministerio de Defensa y un almacén de combustible "utilizado para actividades terroristas".
La ofensiva se ha producido apenas una semana después de que un ataque israelí el pasado 30 de agosto en Saná matara al primer ministro de la Administración hutí, Ahmed al Rahawi, y a varios de sus ministros, en el primer golpe directo contra la cúpula política insurgente desde que comenzaron los bombardeos.
Netanyahu advierte que Israel no detendrá la ofensiva
En paralelo, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha advertido de que su Gobierno no detendrá la ofensiva contra los hutíes. "Continuaremos y atacaremos. A quien nos alcance, a quien nos ataque, lo alcanzaremos", ha advertido en declaraciones difundidas por su oficina.
La narrativa hutí ha insistido en que Israel ha golpeado "exclusivamente objetivos civiles". El portavoz militar Yahya Sarea señaló que entre los blancos figuraban las redacciones de los periódicos 26 de Septiembre y Al Yemen, ambos vinculados al movimiento insurgente, lo que habría provocado víctimas mortales y heridos entre periodistas y transeúntes.
Vecinos de Saná han asegurado a Reuters que uno de los bombardeos ha impactado en un escondite situado entre dos montañas, presuntamente utilizado como centro de mando y control de los rebeldes hutíes. También testigos han reportado que instalaciones del Ministerio de Defensa hutí en la capital fueron alcanzadas, aunque la magnitud de los daños no ha podido ser verificada.
El comunicado castrense ha enmarcado los bombardeos como "una respuesta directa" a los últimos ataques insurgentes, entre ellos el lanzamiento de drones y misiles contra territorio israelí, incluido el impacto de un aparato no tripulado en el aeropuerto de Ramon, en el sur del país. Horas más tarde, el Ejército israelí ha declarado haber interceptado un misil lanzado desde Yemen, desde donde los rebeldes hutíes lanzan regularmente ataques que califican como respuesta a la ofensiva israelí en Gaza.
Críticas al ministro israelí tras el ataque sobre Catar
El martes, Israel atacó en Doha a la delegación de Hamás que negociaba un posible alto el fuego y la liberación de rehenes, dejando cinco muertos, ninguno de ellos negociadores. Catar ha rechazado este miércoles los argumentos de Netanyahu, quien justificó la acción. El Ministerio de Relaciones Exteriores catarí ha calificado las declaraciones de Netanyahu como un "vergonzoso intento de justificar el cobarde ataque", asegurando que las negociaciones se realizaban de forma oficial bajo mediación internacional con apoyo de Estados Unidos e Israel.
Catar también ha desmentido la comparación de Netanyahu con la persecución estadounidense a Al Qaeda y ha pedido a la comunidad internacional rechazar su retórica islamófoba. Su primer ministro, Mohammed ben Abdelrahmane Al-Thani, ha defendido que Netanyahu debe ser llevado ante la justicia, asegurando que esta acción podría haber "matado toda esperanza” de liberar a los rehenes en Gaza.
Panamá también ha condenado el ataque israelí en Doha y ha reiterado su solidaridad con el país, calificando la acción como "una grave violación del derecho internacional" y resaltando el papel mediador del país árabe.
Por su parte, el presidente de Emiratos, Mohamed bin Zayed, ha asegurado que respaldará todas las medidas que adopte Catar, subrayando la importancia del diálogo y las soluciones diplomáticas para mantener la seguridad regional.