El Gobierno abre la puerta a una retirada obligatoria de aceite del mercado para equilibrar precios
- El Ejecutivo prepara una norma de cara a la próxima campaña si se confirma una cosecha elevada
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El Gobierno ha anunciado que prepara una norma para la retirada obligatoria de una parte de la producción de aceite de oliva para la próxima campaña 2025-2026 con el objetivo de que, si se da el caso de una cosecha elevada, se evite un hundimiento de precios que desestabilice el mercado. En VerificaRTVE te explicamos por qué se toma esta medida y cuál es el mecanismo.
La medida, bajo el paraguas de un reglamento de la UE
El Reglamento de la UE sobre organización común de mercados de los productos agrarios, en su artículo 167 bis, permite a los Estados miembro activar medidas sobre la comercialización del sector del aceite para "mejorar y estabilizar el funcionamiento de su mercado". El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación desarrolló ese artículo con un real decreto y ha iniciado la elaboración de una norma que regule la retirada obligatoria de producción para equilibrar precios en caso de una cosecha elevada.
El departamento que dirige Luis Planas tiene previsto aprobar la norma antes del 31 de octubre por si es necesario aplicarla en la próxima campaña 2025-2026. El producto retirado podrá "guardarse hasta la campaña siguiente o venderse para un uso no alimentario". Así lo explica el Ministerio de Agricultura en este documento del 17 de junio con el que abrió a información pública la tramitación de la norma.
¿Cuál es la razón? Si la cosecha de aceituna es muy elevada y se produce una "sobreoferta" de aceite, según explica el Ministerio, se puede producir una bajada brusca de precios y una "desestabilización de los mercados". Después de dos campañas de producción baja de aceituna, añade ese texto oficial, en la temporada 2024-2025 se recuperó la "normalidad productiva" y se superaron los 1,4 millones de toneladas. Para la próxima campaña 2025-2026 la previsión es que la cosecha crezca gracias a las temperaturas suaves y las lluvias abundantes de la pasada primavera que, en las principales zonas olivareras, han favorecido la floración "y un buen cuajado del fruto".
Estas previsiones tendrán que "ir concretándose" en los próximos meses. Si se confirman, añade el Ministerio en el citado texto, podrían suponer "un aumento de oferta de este producto" y generar "una desestabilización de los mercados". Para tratar de intervenir en este desajuste, se puede activar el mecanismo previsto en el citado reglamento europeo para tomar medidas, como ordenar la retirada obligatoria de producción.
En VerificaRTVE hemos consultado al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación por esta medida y nos indican que "la aprobación de esta norma no significa que se vaya a aplicar, dependerá de cómo evolucione la campaña". Argumentan que la decisión "se tomará tras la constatación de los datos de estimación de producción que han de facilitar las comunidades autónomas". El ministerio afirma que optan por este mecanismo tras "años de reivindicación" del sector y por "interés y eficacia".
Retiradas obligatorias en lugar de retiradas voluntarias
Existen otros mecanismos para evitar una "sobreoferta" de aceite en el mercado, como la autorregulación voluntaria de las cooperativas o el almacenamiento privado (artículos 209 y 17 y 18, del Reglamento 1308/2013). De hecho, el mecanismo del almacenamiento privado se utilizó en 2020, cuando la UE autorizó la retirada de 150.000 toneladas de aceite del mercado, como te contamos en RTVE Noticias en esta noticia sobre la autorización por parte de la UE de esa retirada del mercado.
Se trata de retiradas voluntarias, que debe autorizar la Comisión Europea. A cambio, los productores reciben una ayuda económica. En el citado caso de 2020, se autorizaron tres almacenamientos voluntarios por un total de 149.630 toneladas y supusieron el reparto de 24 millones de euros en ayudas, según la información que publicó entonces el MAPA.
Las organizaciones agrarias se muestran a favor
El Ministerio va a regular esta vez que la retirada, si finalmente se aplica, sea obligatoria, de manera que todos los productores retengan un porcentaje de su producción. Lo hace además con el apoyo del sector, como explica Íñigo Inchusta en esta crónica de Las Mañanas de RNE (minuto 38:05), que recoge la valoración de las principales organizaciones agrarias sobre esta medida.
Rafael Sánchez de Puerta, de la organización Cooperativas Agro-alimentarias de España, explica en ese programa que se trata de "un mecanismo de defensa para ajustar oferta y demanda y evitar el hundimiento de los precios". Según Juan Luis Ávila, de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG), es posible que la norma no llegue a aplicarse en la próxima campaña, pero a su juicio es "fundamental" que esté preparada para cuando "vengan las grandes cosechas, porque beneficia que el productor tenga al menos cubiertos los costes de producción, pero, sobre todo, que el consumidor no tenta las oscilaciones de precio que ahora tenemos en el mercado". Para Cristóbal Cano, de la Unión de Pequeños Agricultores (UPA), "tiene que servir para estabilizar los precios porque no puede ser que la especulación siga campando a sus anchas, que nada impida la conformación artificial de precios y es bienvenida cualquier medida de regulación de los mercados".