Una reedición necesaria: la 'Trilogía del Vatídico' de Robin Hobb vuelve a las librerías
- Nocturna Ediciones firma la reedición de Aprendiz de Asesino, Asesino Real y La Búsqueda del Asesino
- Cuenta con ilustraciones de Magali Villeneuve y traducción de Manuel de los Reyes
Durante casi una década, los lectores de fantasía en castellano han vivido una ausencia difícil de explicar: la desaparición de Robin Hobb de sus estanterías. Más de diez años de silencio editorial, de ediciones descatalogadas y tentativas fallidas que alejaron del público a una de las autoras más esenciales del género y a su vasto universo narrativo.
Ese barbecho, por fin, termina con la reedición de la Trilogía del Vatídico a cargo de Nocturna Ediciones, que devuelve a librerías el inicio de una de las series más influyentes de la fantasía contemporánea: el ciclo de El Reino de los Vetulus.
Aprendiz de asesino encabeza esta nueva edición, acompañado por Asesino real y La búsqueda del asesino, en un nuevo formato que no solo actualiza diseño y presentación, sino que incluye ilustraciones de Magali Villeneuve y cuenta con la cuidada traducción de Manuel de los Reyes.
Una historia complicada
Bajo el seudónimo de Robin Hobb, la escritora californiana Margaret Astrid Lindholm ha construido a lo largo de dieciséis novelas un universo profundamente humano, lleno de claroscuros, identidad, dolor —pero de ese que duele y reconforta a la vez—, y una magia que sabe a leyenda, a mito, al estilo más puro de Ursula K. Le Guin.
Reconocida internacionalmente y galardonada con premios como el World Fantasy Award a toda una carrera, el David Gemmell Legend Award o el Inkpot Award, Hobb se trata de una figura clave en la evolución del género.
Sin embargo, su trayectoria editorial en nuestro idioma ha sido accidentada, intermitente y, durante demasiado tiempo, invisible. Aunque algunas de sus sagas llegaron a completarse en español, otras como The Rain Wild Chronicles o Fitz and the Fool Trilogy siguen inéditas. Esta reedición es, al menos, un paso en la dirección correcta. Porque si algo deja claro la lectura de Aprendiz de asesino, es que el problema nunca fue su historia.
Una historia de madurez y vínculos
Aprendiz de asesino es una historia sobre la madurez de Traspié Hidalgo. Criado a la sombra de una corte que lo tolera a regañadientes, el protagonista —hijo bastardo del heredero al trono de los Seis Ducados— se enamora, se equivoca, hace amigos y enemigos. Aprende a leer. A cuidar de los animales de la caballeriza. Y, también, a matar. Además de recibir la formación propia de la nobleza, Traspié es instruido en secreto en las artes del asesinato, como una herramienta política al servicio del rey Artimañas.
La historia no gira en torno a una gran trama; es, ante todo, una novela de personajes. El rumbo narrativo no se define del todo hasta el último tercio del libro, momento en que se encauza y comienza a vislumbrarse el verdadero eje de la trilogía. Al fin y al cabo, no deja de ser el primer libro de una saga: una presentación del protagonista, del mundo y de todo lo que lo rodea. Por eso, algunos lectores —sobre todo quienes prefieren una fantasía más directa— podrían encontrarlo lento al principio. Aunque incluye algunas escenas de acción, el verdadero peso del libro recae en el desarrollo de sus personajes.
Magia, humanidad y dolor: las señas de identidad de Robin Hobb
Es ahí donde la pluma de Hobb brilla. Lo esencial de la historia está en las relaciones entre los personajes: los gestos sutiles que comparten, lo que dicen y, sobre todo, lo que callan —y por qué lo hacen. La escritora californiana profundiza —a través de la voz de un Traspié ya adulto que escribe sus memorias— en cómo esos hechos forjaron su carácter y marcaron sus vínculos.
Crea a sus personajes desde un tono íntimo, como si te contara un secreto al oído, con una escritura medida y sutil. Indaga en la moralidad de sus personajes, la retuerce lo justo para no quebrarla, pero sí lo suficiente como para mostrar sus claroscuros, y que, en ciertas circunstancias, los actos más atroces pueden parecer justos y necesarios. No hay villanos unidimensionales ni héroes relucientes, solo humanos.
Sistemas de magia en la fantasía hay miles, prácticamente infinitos, pero pocos poseen la mística que Hobb logra insuflar en su libro. En los Seis Ducados existen dos formas de magia. La primera, la Habilidad, secreta y vinculada a la realeza. La segunda, llamada Maña, está prohibida: permite a ciertas personas conectar con los animales, compartir sentidos, emociones y pensamientos. Ambas tienen sus virtudes y sus peligros: ya sea por la adicción que provoca su uso o por el estigma que la rodea.
En concreto, la Maña atraviesa el alma del libro. El vínculo que permite establecer entre Traspié y distintos animales ofrece algunos de los pasajes más crudos, bellos y conmovedores de la novela. Supura misticismo, leyenda y una conexión salvaje con lo esencial.
Una reedición necesaria
Publicada originalmente en 1995, la novela conserva una vigencia asombrosa. La búsqueda de identidad, la ambigüedad de la lealtad, el dolor heredado, la violencia emocional de crecer sin pertenecer... son temas que siguen resonando con fuerza. Esta reedición no solo rescata una obra ausente, sino que recuerda algo fundamental: la buena fantasía no depende del espectáculo, sino de lo que nos hace sentir. Y ahí, Robin Hobb es insuperable.
Esta nueva edición de Aprendiz de asesino no solo invita a descubrir el inicio del ciclo de El Reino de los Vetulus: es la puerta de entrada a uno de los universos más humanos y memorables de la fantasía contemporánea. Y ahora, por fin, está de vuelta.