Paco Roca: "La falta de memoria visual en España nos lleva a muchos bulos en el presente"
- El Instituto Cervantes inaugura la exposición La memoria. Viaje emocional por los cómics de Paco Roca
- Recoge más de 70 obras del autor, incluyendo cuatro espectaculares murales con dibujos inéditos
- Puede visitarse hasta el 28 de septiembre en la sede madrileña de la institución
"En España no tenemos una memoria visual y eso nos lleva a muchos bulos en el presente", son las palabras con la que el dibujante Paco Roca (Valencia, 1969), ha presentado este jueves en Madrid la exposición La memoria. Viaje emocional por los cómics de Paco Roca, que organizan el Instituto Cervantes y el Ministerio de Política Territorial y Memoria Democrática, y que podrá visitarse hasta el 28 de septiembre en la C/ Barquillo, 4.
Una muestra comisariada y diseñada por el propio dibujante y Dani Nebot que incluye más de 70 piezas originales entre las que destacan cuatro gigantescos murales con dibujos inéditos, 19 viñetas enmarcadas, 51 piezas originales a vitrina, entre páginas, bocetos, apuntes, guiones y fotografías de referencia. Todas ellas recorren los principales títulos de Paco Roca: Arrugas, La casa, Los surcos del azar, Regreso al edén y El abismo del olvido.
"Para mí la memoria es muy importante y es el centro de esta exposición, en particular la la memoria histórica -asegura Paco-. Creo que el cómic puede jugar un papel muy importante para crear esa memoria visual sobre el pasado reciente de España. Porque, como mencionaba, eso nos puede llevar a bulos y a negaciones de determinadas cosas. Cuando acabó la Segunda Guerra Mundial, lo primero que hicieron los aliados, sabiendo que iban a tener ese problema de la lucha de la memoria frente al olvido, fue documentar esos campos de exterminio. Llevaron a cineastas y fotógrafos para que el olvido y los bulos del futuro nunca pudiesen llevarse el horror de lo que había ocurrido".
Uno de los murales de la exposición de Paco Roca (®Instituto Cervantes)
"En España no tenemos esa memoria visual -añade el dibujante-. Por eso me interesa tanto reconstruir ese pasado a partir de las investigaciones, de los testimonios... como hice con Rodrigo Terrasa para El abismo del olvido. Al intentar crear una memoria visual de todo aquello nos encontramos con que no había fotografías sobre muchos acontecimientos. Y lo mismo me pasó con Los surcos del azar y aquellos republicanos españoles que fueron los primeros en entrar en el París ocupado, porque no había fotografías".
"Una de las mayores recompensas para Rodrigo y para mí fue lo que nos pasó con Pepica Zelda, una de las protagonistas de El abismo del olvido, que era hija de uno de los fusilados y que, al fin, pudo recuperar los huesos de su padre. Cuando publicamos el cómic se lo regalamos y al cabo de pocos meses nos llamó su sobrino para que le regalasen otro, porque la pobre mujer, de tanto leerlo lo había desencuadernado. Ahí te das cuenta de la importancia de las imágenes para la memoria, de poder visualizar lo que ocurrió. Por eso para mí, es fundamental la memoria historia y el dar voz a los que durante tantísimos años no la tuvieron. Es fundamental recordar el pasado".
Original de 'El abismo del olvido' que puede verse en la exposición de Paco Roca
Unos murales que son "auténticos mapas emocionales"
En cuanto a la exposición, Paco nos comenta: "Está dividida en tres partes, en 3 grandes murales que son auténticos mapas emocionales. El primero está dedicado a la memoria histórica y el segundo a la memoria y la identidad, dos cosas que me parece que van de la mano en Arrugas y en Mujer, vida, libertad. Ese panel habla sobre cómo se puede perder esa memoria y esa identidad. Puede ser por una enfermedad como el Alzheimer, que borra todo lo que hemos sido, incluyendo toda esa idea de identidad. Pero también se puede borrar con gobiernos totalitarios como el que tuvimos en España o como el tienen en Irak, que persigue a las mujeres y ejecutó a Mahsa Amini por llevar el velo mal puesto".
"Y, por último, tenemos el mural dedicado a la memoria familiar, que para mí también es muy importante. En un momento dado, me di cuenta de que había dedicado muchísimo tiempo a la memoria en general y muy poco a la memoria de mi familia. Y cuando murió mi padre pensé que su memoria se había perdido al irse. Ahí empecé a a ver la importancia de la memoria familiar. De esas familias normales, como la mía, que nunca van a formar parte de un libro de historia ya que su única épica fue sobrevivir en una España difícil como fue la la posguerra. Por eso, para mí, hablar de ellos es hablar en cierta manera de una gran parte de la población española. Porque hablando de lo íntimo, acabas hablando de temas universales".
"Por eso -añade el dibujante-, esos murales tienen forma de mapas emocionales que muestran ese recorrido de toda creación artística como un viaje azaroso que nos lleva por los lugares emotivos. Yo creo que lo que realmente nos mueve a los dibujantes, a los escritores o a los cineastas a hacer nuestras creaciones no es contar el argumento de algo, sino querer hacer un viaje emocional que nos lleve por nuestros miedos, fobias, filias, recuerdos familiares... Y eso es lo que podréis ver en estos mapas, a partir de esos tres temas que os comentaba".
Detalle de uno de los murales de la exposición de Paco Roca (®Instituto Cervantes)
"Hay otro nivel de lectura -continúa Paco-, que son unas láminas que desarrollan, de una forma un poco más concreta, esos temas de los testimonios, de la reconstrucción del pasado, de la muerte, del humor, de los padres... de todos esos temas que, como digo, forman ese itinerario emocional".
"Y, por último, tenemos una vitrina sobre la que hay una especie de aparador familiar que, de nuevo nos recuerda a la memoria. Porque ese aparador es un poco como esa fotografía de mi abuela que mi madre guardaba en la mesita de noche. Esas fotografías familiares son como tesoros para mucha gente. Sobre todo en un momento histórico en el que no había libertad para hablar en público de muchas cosas. Nos evoca esa memoria de la intimidad".
"Alrededor de ese parador -concluye el dibujante-, se puede ver el cómo se realiza un cómic, porque está rodeado de páginas originales de mis tebeos. Y también de pequeños recuerdos. Como un dibujo que me hizo mi profesor de dibujo cuando tenía 11 años. Me he dado cuenta de que me dibujo en la misma posición que sigo teniendo 40 años después, encorvado sobre la mesa de dibujo (ríe). En fin, esta exposición es un homenaje a la memoria".
Libreta de bocetos de Paco Roca
"Es bonito mirar atrás y ver que mantienes una cierta coherencia"
En cuanto a qué ha sentido revisando sus cajones para elegir los originales de esta exposición, Paco nos confiesa que: "Es muy bonito poder mirar atrás y ver que mantienes una cierta coherencia. No eres muy consciente de lo presente que está la memoria en tu vida hasta que que empiezas a mirar atrás. Y seleccionar estos originales ha sido una especie de deconstrucción de mis cómics que me ha hecho darme cuenta de que hay temas recurrentes en mis obras. Se dice que los autores sólo tienen un tema del van hablando una y otra vez. Imagino que al final es porque a lo largo de tu vida vas teniendo como diferentes visiones de ese mismo tema".
"Además -añade el dibujante-, montando la exposición, nos hemos dado cuenta de que funciona como algo envolvente. Que hacer mis dibujos enormes pasan de ser algo humano y mundano a convertirse en algo casi homérico. Es como otro lenguaje que convierte a todos esos personajes de mis obras en casi mitológicos. Por eso ha sido tan bonito poder ver cómo iba creciendo esta exposición".
Fotografías de Paco Roca y de su abuela (Esta es el orígen del álbum 'Regreso al Edén')
Paco está a punto de terminar un nuevo álbum con el que, en cierto modo cerrar la trilogía familiar comenzada con La casa y Regreso al Edén. "Trata sobre como gestionamos el relato de la memoria. Sobre cómo reconstruimos el pasado personal para poder llevarnos bien con él desde el presente. Y en este caso hablo sobre lo que pasa cuando termina una relación. Sobre cómo gestionamos esos recuerdos sentimentales para poder rehacer nuestras vidas. También trabajo en otro nuevo cómic con Rodrigo Terrasa sobre otro momento de nuestro pasado reciente, que me parece muy interesante. Ya he concertado una cita para ir a la Moncloa a documentarme este. Un momento que es clave y del que todos deberíamos sentirnos orgullosos de haber pasado por ahí".
"La memoria es nuestra identidad -concluye Paco-. Somos parte de nuestro pasado y estamos aquí por ese pasado. Y como decía George Orwell: "Quien. controla el pasado, controla el presente y el futuro". En España se nos ha desmemoriado a la fuerza, no sabemos muy bien de dónde venimos, y eso es lo que hace que se pueda blanquear lo que supone una dictadura y que veamos que entre los jóvenes, en las encuestas, crece la intención de voto a la ultraderecha. Parece que ahora ser fascista o ser franquista es como lo más rebelde y lo más moderno entre determinados chavales. Ese es el gran peligro de haber blanqueado la dictadura y de que determinados partidos políticos demócratas no se hayan posicionado claramente en contra de lo que fue. Porque ese pasado podría convertirse en nuestro futuro si empezamos a pensar que la democracia no cumple los deseos desde todo el mundo".
Detalle de uno de los murales de la exposición de Paco Roca en el Instituto Cervantes (Jesús Jiménez)
"Me gustaría ser recordado como alguien que ha hecho feliz a la gente"
Paco Roca está nominado a dos Premios Eisner, los más importantes del cómic (mejor edición de material internacional y mejor guionista/dibujante), por Regreso al Edén, uno de los libros que forman parte de esta exposición. "Es muy curioso porque el primer Eisner que gané fue por La casa. O sea que lo localista les gusta a los lectores estadounidenses, cosa que me parece como muy sorprendente. Sobre todo hablando de una época muy concreta de la historia de España: la posguerra y la miseria. Por eso empiezo a confiar mucho en los lectores norteamericanos".
Paco Roca en un momento de la inauguración de la exposición en el Instituto Cervantes (Instituto Cervantes / Nuria Iniesta)
En uno de los murales de la exposición Paco confiesa que "Siempre es un placer dibujar a mis padres", a los que ha retratado en muchas de sus obras. "Cada vez que los dibujo es como volver a verlos -asegura-. Ya sea para recordar un momento de la infancia o algún detalle. En Los surcos del azar, por ejemplo, el personaje de Miguel Campos tiene una enfermedad que es la enfermedad que tenía mi padre cuando yo estaba dibujando ese cómic y él estaba hospitalizado. Para mí es muy importante colocar esos detalles. Podía haber tenido cualquier otra enfermedad, pero esos pequeños detalles dan humanidad a mis personajes y a mí me producen el placer de recordar a mis padres".
Por cierto...Tras tanto hablar sobre la memoria... ¿Cómo le gustaría ser recordado a Paco Roca? "La verdad es que nunca me lo he planteado -nos confiesa-. Me gustaría que la gente me recordase como alguien que no le ha dado ningún problema. Que, como mucho, les ha hecho felices aunque sea un rato. Es una cosa muy ambiciosa, pero me gustaría lograrlo".
Autorretrato de Paco Roca