Un tribunal francés condena a cumplir tres años de prisión al cerebro del robo a Kim Kardashian
- La celebrity estadounidense ha asegurado en un comunicado estar "satisfecha" con el veredicto
- Del botín, solo se recuperó un collar. El resto de las joyas continúan desaparecidas y se cree que fueron vendidas en Bélgica
Aomar Aït Khedache, considerado el cerebro del robo a Kim Kardashian en París, ha sido condenado a ocho años de prisión, de los cuales solo tres serán de cumplimiento efectivo. Sin embargo, no volverá a ingresar en prisión, ya que esta condena se acumula a una anterior y su delicado estado de salud: tiene 69 años, está sordo y casi mudo.
El tribunal de París ha condenado este viernes a varios implicados en el mediático asalto, ocurrido en octubre de 2016, imponiendo penas más leves de lo solicitado por la Fiscalía. Yunice Abbas, de 71 años y autor del libro Yo secuestré a Kim Kardashian, ha sido condenado a siete años, con cinco de ellos exentos de cumplimiento, por lo que tampoco ingresará en prisión.
Lo mismo ha ocurrido con Didier Dubreucq y Marc-Alexandre Boyer, quienes también han recibido siete años de condena, con cinco suspendidos. Por su parte, Harminy Aït Khedache, hijo del cabecilla y acusado de haber sido el chófer del grupo, ha sido sentenciado a cinco años, con cuatro en suspenso.
Christiane Glotin, expareja de Aït Khedache, ha sido condenada a cuatro años exentos de cumplimiento por su papel de cómplice. François Delaporte y Marc Boyer también recibieron tres años de prisión, sin cumplimiento efectivo.
Por otro lado, el tribunal ha absuelto a Florus Heroui y Gary Madar (hermano del chófer de Kardashian), considerados por la Fiscalía como los informadores que facilitaron los movimientos de la víctima.
La 'celebrity' asegura estar satisfecha
La celebrity estadounidense ha asegurado estar "satisfecha" con el veredicto. "Estoy profundamente agradecida a las autoridades francesas por haber hecho justicia en este caso. Este crimen fue la experiencia más aterradora de mi vida", ha explicado en un comunicado enviado por sus abogados, en el que asegura que ahora quiere "pasar página".
"Aunque nunca olvidaré lo que pasó, creo en el poder del crecimiento y la responsabilidad, y rezo por la sanación de todos los involucrados", ha subrayado.
Durante su comparecencia en el tribunal, aseguró que perdonaba a Khedache, quien le había pedido disculpas mediante una carta.
Joyas valoradas en 10 millones de euros
El robo, que dio la vuelta al mundo por la condición de estrella de la telerrealidad y de las redes sociales de la víctima —que ahora tiene 356 millones de seguidores en Instagram—, ocurrió en la madrugada del 3 de octubre de 2016.
Esa noche, un grupo de delincuentes irrumpió en un discreto hotel de lujo ubicado en la zona de la Madeleine, en pleno centro de París, donde Kim Kardashian se alojaba durante su visita a la Semana de la Moda. Los asaltantes se llevaron joyas valoradas en unos 10 millones de dólares, incluyendo el anillo de compromiso que le había regalado el rapero Kanye West: una pieza con un diamante de 19 quilates, estimada en unos cuatro millones.
Las autoridades detuvieron a los sospechosos en enero de 2017. Algunos de ellos confesaron su implicación tras ser identificados por pruebas de ADN halladas en la escena del crimen, mientras que otros continúan proclamando su inocencia. La prensa francesa apodó al grupo como los "abuelos ladrones", ya que la mayoría de sus miembros rondaba o superaba los 70 años y contaban con extensos antecedentes penales.
De todo el botín, solo un collar fue recuperado —hallado tras la huida apresurada de los ladrones—, mientras que el resto de las joyas siguen desaparecidas y se presume que fue vendido en Bélgica.
Durante el juicio, Kim Kardashian describió el miedo que sintió en ese momento: "Pensé que iba a morir. Fue el momento más aterrador de mi vida". Esta experiencia traumática cambió su vida, llevándola a limitar su exposición pública y reforzar su seguridad personal.