Primavera difícil para los alérgicos: más polen y síntomas intensos
- Las gramíneas, el olivo y el plátano de sombra serán las especies más problemáticas, especialmente en zonas urbanas
- Especies como el abedul están en plena floración en el norte del país y ya generan problemas
Con la llegada de la primavera, miles de personas alérgicas se preparan para afrontar una temporada que se prevé especialmente dura. El aumento de las lluvias en invierno y un ascenso progresivo de las temperaturas han generado condiciones ideales para la proliferación del polen, lo que podría traducirse en un incremento de síntomas como estornudos, congestión nasal y picazón en los ojos.
El doctor Juan José Zapata, presidente del Comité de Biología Clínica de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica, explica en una entrevista a RTVE.es que "hemos tenido un invierno extremadamente cálido y sufríamos un estrés hídrico en buena parte de España, que con las lluvias del mes de marzo se ha corregido".
Por ese motivo, Zapata advierte que "cabe esperar que se produzca un adelanto de la polinización e incluso que dure mucho más la estación". Además, esta situación se verá agravada porque muchas plantas que polinizan de forma tardía tendrán suficiente agua para extender su ciclo de polinización.
Un año complicado para los alérgicos
La concentración de polen en el ambiente será superior a la de años anteriores. Las gramíneas, el olivo y el plátano de sombra serán las especies más problemáticas, especialmente en zonas urbanas donde las partículas pueden quedar en suspensión durante más tiempo.
La botánica Carmen Galán, coordinadora de la Red Española de Aerobiología, destaca a RTVE.es que la lluvia ha jugado un papel clave en la polinización de este año. "El agua es el factor más limitante en el clima mediterráneo. Con las lluvias de marzo, muchas especies han tenido condiciones ideales para florecer. Por ejemplo, el plátano de sombra ha retrasado su floración, pero ahora que han cesado las lluvias, está liberando su polen de forma explosiva, afectando sobre todo al sur de España".
Además, en el norte del país, especies como el abedul están en plena floración, generando problemas en zonas como Galicia y Cantabria. "Las concentraciones de polen de abedul son elevadas y pueden causar alergias en regiones con clima más templado", explica Galán.
Las gramíneas, una de las principales responsables de alergias en España, aún no han alcanzado su pico, pero la previsión es que a partir de mediados de abril se disparen los niveles de polen. "Este año se espera una estación de gramíneas más prolongada e intensa debido a la abundancia de agua en el suelo", añade Galán. Otro punto clave es el olivo, cuya floración se ha adelantado respecto a otros años. "A mediados de abril empezaremos a ver un aumento de la concentración de polen de olivo, y su intensidad será mayor debido a las condiciones favorables de este año", advierte.
Por otro lado, especies herbáceas como la parietaria, el llantén y la acedera también están presentes en el aire. "El polen de parietaria es muy alérgeno y se encuentra sobre todo en zonas costeras, mientras que el llantén y la acedera pueden provocar molestias, aunque su impacto es menor que el de las gramíneas", aclara Galán.
Consejos para sobrellevar la temporada
Para reducir el impacto de la alergia, los especialistas recomiendan adoptar medidas preventivas. Entre las más efectivas, destacan:
- Consultar los niveles de polen diarios y evitar salir en las horas de máxima concentración, que suelen ser entre las primeras horas de la mañana y la tarde.
- Mantener las ventanas cerradas en casa y en el coche, utilizando filtros adecuados en sistemas de ventilación.
- Lavar la ropa con frecuencia y evitar tenderla al aire libre, donde puede impregnarse de polen.
- Ducharse y cambiarse de ropa al llegar a casa para eliminar los restos de polen adheridos al cuerpo.
- Utilizar gafas de sol para proteger los ojos y, en casos más severos, recurrir al uso de antihistamínicos o inmunoterapia bajo supervisión médica.
Según Zapata, "el primer tratamiento es siempre un buen diagnóstico. Si un paciente sabe qué polen le afecta, puede hacer un seguimiento de su evolución". Para ello, la Sociedad Española de Alergología cuenta con una red de captadores de polen en cada provincia de España y publica los datos en la página web polenes.com, que permite a los pacientes conocer en tiempo real la concentración de polen en su zona.
La contaminación también desempeña un papel clave en la severidad de las alergias. "Puede aumentar la irritabilidad de las mucosas, haciendo que los pacientes sean más sensibles al polen, y también afecta a las propias plantas, estimulando su crecimiento y haciendo que los pólenes sean más alergénicos", explica Zapata. Esto ocurre porque, ante la contaminación, las plantas segregan proteínas de defensa que resultan ser altamente alergénicas.
Finalmente, cuando las medidas preventivas no son suficientes, existen opciones terapéuticas para controlar los síntomas. "El tratamiento sintomático, como los antihistamínicos, debe tomarse lo antes posible para minimizar el impacto de la enfermedad", recomienda Zapata. En los casos más severos, la inmunoterapia con vacunas puede estabilizar al paciente e incluso curarlo de su sensibilidad al polen.
Con estas precauciones y un buen seguimiento, las personas alérgicas podrán afrontar la primavera con mayor control y reducir los efectos negativos del polen en su día a día.