Enlaces accesibilidad

El Madrid metrópoli soñado por Antonio Palacios habita su Palacio de Cibeles

  • El arquitecto dejó su huella en el Metro de Madrid y en cuatro edificios emblemáticos
  • Madrid metrópoli. El sueño de Antonio Palacios puede verse del 8 de abril al 6 de julio
El Madrid metrópoli soñado por Antonio Palacios habita su Palacio de Cibeles
Dibujo del alzado del Palacio de Comunicaciones. Fernando Sánchez / Europa Press
CRISTINA PÉREZ

De su Porriño natal a Madrid y de Madrid al cielo, la trayectoria vital de Antonio Palacios puede resumirse en pocas palabras, pero su arquitectura monumental escapa a la definición simplista. Tenía claro que el cristal sería el material del futuro, pero en sus edificios también rinde homenaje a sus orígenes con acero, granito y piedra.

Es casi imposible imaginar Madrid sin el Palacio de Cibeles, la actual sede del Instituto Cervantes o el Círculo de Bellas Artes, todos ellos surgidos de la imaginación de un arquitecto que pudo haber sido ingeniero y que decidió su destino lanzando una moneda al aire.

La exposición Madrid metrópoli. El sueño de Antonio Palacios puede verse del 8 de abril al 6 de julio en una de sus obras más emblemáticas, el Palacio de Comunicaciones, una construcción ambiciosa, casi una catedral laica, que Troski llamó "Nuestra Señora de las Comunicaciones" en una visita a Madrid en los años 30.

Simbiosis con Madrid

Es una entrevista con RTVE.es, su comisario y catedrático de la Universidad Politécnica de Madrid, Javier García-Gutiérrez Mosteiro, destaca la "simbiosis" que se produjo entre el arquitecto y la ciudad: "Madrid es construido por Palacios, pero él también es alimentado por una ciudad en plena transformación".

El recorrido expositivo permite conocer la vida de Antonio Palacios y los ejes que articularon su labor constructiva: la calle de Alcalá, los aledaños de la Puerta del Sol, la recién inaugurada Gran Vía y el eje Prado-Castellana; sin olvidar la construcción del Metro y sus accesos.

El gallo que no cesa - Metro de Madrid homenajea a Antonio Palacios, su arquitecto

El logotipo de Metro

García-Gutiérrez Mosteiro subraya la intervención decisiva de Palacios en el Metro para la imagen de la ciudad, desde la creación de su icónico logotipo a la configuración de las de las estaciones: "Las reviste de un azulejo blanco, introduce el color y mosaicos, para facilitar el movimiento a ese ciudadano poco habituado a andar por subterráneos".

Una maqueta permite ver cómo era el templete de Sol y cómo entraba la luz natural mediante una claraboya.

Exposición 'Madrid metrópoli. El sueño de Antonio Palacios'

Maqueta de la estación original del Metro de Sol. Fernando Sánchez / Europa Press

Con respecto a la recuperación de uno de los accesos en Gran Vía, el comisario matiza que está "recreado o reinventado" porque "la arquitectura cuando muere no se puede resucitar y lo que está cambiado de sitio es otra cosa".

Pese a las transformaciones sufridas a lo largo del tiempo, "lo que sí se mantiene en muchísimas calles son las bocas del metro, con una estructura sencilla, una barandilla de hierro con un pretil de granito", tal y como las diseñó Palacios.

Obras singulares

La primera etapa de Antonio Palacios está marcada por su colaboración con Joaquín Otamendi, su socio desde que acaban la carrera en 1900 hasta el año 1919. En estos años en que trabajan juntos, el edificio más destacado es el Palacio de Cibeles, "una aportación enorme para la ciudad como arquitectura y urbanismo", indica el curador.

Sobre la cubierta que cierra la calle que unía Alcalá con Montalbán y la incorpora al edificio, García-Gutiérrez Mosteiro apunta que se ha perdido "esa imbricación entre el espacio interior y el espacio urbano característica de la arquitectura de Palacios, que se ve incluso en sus edificios residenciales, en los portales en los que entran coches".

El comisario valora que en el Banco Español del Río de la Plata de 1918, actual sede del Instituto Cervantes, hay "un giro" en el que se vislumbran algunas de sus características. En los intercolumnios, de orden jónico, se puede apreciar "el primer muro cortina de Madrid" llevando el vidrio al límite de sus posibilidades.

Palacios "no entendía su arquitectura sin la penetración absoluta de la luz". García-Gutiérrez Mosteiro añade que el banco tenía una iluminación cenital en un hueco central que se fue cortando con los forjados, pero definía el edificio como "un cubo de aire y luz natural", lo que para el curador es "la adecuación máxima entre materia y sueño".

El Círculo de Bellas Artes

"¡El transatlántico es la más acabada y perfecta obra arquitectónica que se conoce! (...) qué arquitectura más complicada y qué rara distribución la de esos maravillosos palacios flotantes", Antonio Palacios

El edificio más emblemático de Antonio Palacios es el Círculo de Bellas Artes. Como curiosidad, el arquitecto no ganó el concurso porque se pasaba de altura, pero acabó construyendo este monumento cuya parte superior flota entre los tejados circundantes, como se aprecia en una maqueta.

Maqueta del Círculo de Bellas Artes

Maqueta del Círculo de Bellas Artes RTVE.es

El comisario de la muestra explica a RTVE.es que mantenía "un pulso constante" con el Ayuntamiento de Madrid y era "muy controvertido" porque tendía a expandirse en los solares contiguos y a construir por encima de lo permitido en las ordenanzas municipales.

Varios edificios de sus edificios ya no existen y de otros solo queda la fachada, García-Gutiérrez Mosteiro considera una pérdida notable el de la calle Cedaceros, donde el arquitecto tenía su estudio, porque supuso una innovación en la integración de usos comerciales y residenciales en un mismo inmueble.

Entre los sueños de Antonio Palacios que se quedaron sobre el papel, la remodelación radical de la Puerta del Sol, incluyendo el derribo de la Real Casa de Correos o la construcción de una Ciudad Jardín más allá de la Casa de Campo, ideas que pueden parecer "fantasiosas o megalómanas", pero detalladas con memorias rigurosas.

Un arquitecto visionario que cambió Madrid para siempre y cuyos proyectos pueden verse en su Palacio de Cibeles, en una exposición que cierra los actos por el sesquicentenario del nacimiento de Antonio Palacios.