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El Teatro Español entra en las aulas con un montaje inmersivo contra el acoso

  • Aulas saca a la pizarra dos abismos de la sociedad actual: el ciberbullying y el suicidio

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El Teatro Español vuelve a llevar el ciberacoso a las aulas por medio de una obra inmersiva

El Teatro Español ofrece, por segundo año consecutivo, Aulas, un proyecto por el que no hace falta levantar el telón pero sí el móvil. La pantalla es, en este thriller, el arma del crimen. 

Se trata de un proyecto escénico de teatro inmersivo en el que se activa un chat de WhatsApp entre el público y los actores infiltrados entre los pupitres. En esta obra, los alumnos son parte de la trama en la que se supone que una compañera se acaba de suicidar después de que la grabaran y compartieran un vídeo en el que ella sufría acoso. Lo dramático es que todo les suena familiar.

“Lo que más me ha impactado es cuando el actor se ha puesto a grabar a la chica con el móvil porque es muy común grabar a otros para humillar y ridiculizar”, cuenta Victoria, una de las alumnas. Otra alumna, Claudia, dice que es "superfácil" que te graben y se rían de ti.

Esta obra pretende abordar la violencia en las aulas y el ciberbullying. “Con el móvil eres muy valiente, dices lo que no te atreves a decir a la cara. Es el arma más potente hoy en día.”, explica Helena, otra estudiante.  

Esta propuesta de Carlos Molinero gira por institutos de Madrid durante todo el mes de abril, sacando a la pizarra dos abismos de la sociedad actual: por un lado, el ciberbullying, y por otro, el suicidio. Un tabú en los centros educativos: “De acoso escolar se habla, te dan alguna charla, pero yo, por ejemplo, nunca he tenido una charla sobre suicidio", dice Sara, alumna de 3º de la ESO. 

“Estamos mirando hacia otro lado y deberíamos hablar más de sus problemas, que no son pequeños, y que crecen. Desde que existen las redes se ha triplicado el suicidio juvenil”, cuenta el director de Aulas, Rubén Cano. 

"Antes de la pandemia teníamos dos casos... A día de hoy tenemos 25 protocolos de suicidio abiertos en el instituto”, dice Nuria Martínez, orientadora de un centro que admite que el profesorado está asustado porque desconocen cómo afrontarlo. "Somos un centro educativo, no sanitario". 

Al aula llegan cartas de despedida de niños reales que se suicidaron, se habla de asesinato entre jóvenes, de la responsabilidad de los menores y al final, el público decide cómo termina la obra. 

Pero no todos los institutos quieren enfrentarse a este ejercicio. Según Marta Ruiz, del departamento pedagógico del Teatro Español, hay institutos que rechazan la actividad. “Yo creo que ante la falta de recursos, tienen miedo de que abramos una caja de pandora que ellos luego no puedan gestionar”.

El teatro español ha comprendido que la adolescencia hoy se vive, pero también se sufre en dos dimensiones: la real y la virtual. Y los móviles, como dice el texto, pueden ser cuchillos que no dejan rastro de sangre.