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Detienen en Melilla a Mustafá Maya Amaya, el yihadista condenado por liderar una red que reclutaba terroristas

  • Según la sentencia, realizó "una incesante labor" desde 2012 "nutriendo" a organizaciones como el Estado Islámico
  • Cumplió los ocho años de condena tras llegar a un acuerdo con la Fiscalía

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Un coche de la Policía Nacional
Un coche de la Policía Nacional

La Policía Nacional ha detenido este lunes a Mustafá Maya Amaya, un hombre converso español de mediana edad y origen belga en el marco de una oepración contra el terrorismo yihadista en Melilla. El detenido fue condenado en 2018 a ocho años de prisión por liderar una red que reclutaba a terroristas para organizaciones como el autodenominado Estado Islámico (Daesh) y Al Qaeda.

El melillense, con una discapacidad que le obliga a ir en silla de ruedas, estaba en libertad tras haber cumplido la condena de ocho años que le impuso en 2018 la Audiencia Nacional después de haber llegado a un acuerdo de conformidad con la Fiscalía. Entonces, confesó que ayudó a enviar combatientes a Siria, Libia o Mali para "hacer la yihad".

Los agentes de la Comisaría General de Información han detenido a Maya nueve años después de arrestarle también en Melilla junto con otro cinco yihadistas. Ahora se le investiga por delitos de adoctrinamiento y enaltecimiento del terrorismo, según han puntualizado fuentes policiales a Europa Press.

"Promotor, director y coordinador" de una de las mayores redes terroristas

La sentencia en 2018 calificó a Maya Amaya como el "promotor, director y coordinador" de "una de las mayores redes de captación y envío de radicales para su incorporación a organizaciones terroristas de corte yihadista". Según los jueces, realizó "una incesante labor" desde 2012 "nutriendo a otras organizaciones" como el Estado Islámico o Jabhat Al Nusra.

El acusado estaba en "permanente comunicación" con otros musulmanes europeos "a los que captaba por Internet para su desplazamiento" a países como Siria, Libia o Mali y actuaba "de forma concertada con otros individuos" para conseguir su objetivo.

Además, Maya Amaya hacía labores de asesoramiento de los captados y "desplegaba una permanente actividad de propaganda para la causa yihadista por internet".

Para su labor, contó con la ayuda de los cuatro integrantes de la red (de nacionalidad belga, tunecina y francesa), que fueron condenados a seis años de prisión y que reconocieron en el juicio que contactaron con el líder de la célula porque tenían interés en viajar a Siria "para luchar contra el régimen de Bashar Al Assad y hacer la yihad".

Solo uno de los acusados no confesó, Chafik J.B.A., del que el tribunal señaló que había quedado acreditado que Maya Amaya acudió a él para que les proporcionase documentación falsa que permitiera cruzar las fronteras hacia zonas de conflicto. En cualquier caso, no se pudo demostrar que participase en la organización de forma estable.