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La historia de la niña criada en una UCI pediátrica: "Mientras no haya unos padres, tenemos que serlo nosotros"

  • Valeria tiene dos años y lleva más de uno en la UCI pediátrica del Hospital de Salamanca

Llegó de la mano de los Sevicios Sociales cuando era un bebé, con una enfermedad crónica respiratoria

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La hija de la UCI: la historia de la niña criada por personal sanitario de un hospital de Salamanca

Valeria no es una paciente más en UCI pediátrica del Hospital de Salamanca, donde ingresó hace once meses, aquejada de una enfermedad respiratoria. Su historia, publicada por el periodista de “La Gaceta” Javier Hernández, está dando la vuelta al mundo.

Hace poco, cumplió dos años y lo celebró con la única familia que ha conocido desde que nació, el personal de la planta donde está ingresada.

"Por su patología, no puede estar en una casa. Primero porque no hay una casa de referencia. Mientras no haya unos padres, nosotros tenemos que ser sus padres", explica Eduardo Consuegra, el jefe del servicio de pediatría.

La implicación de los profesionales con la niña transciende a sus obligaciones. Han decorado su box con globos, juguetes y detalles para celebrar su cumpleaños, le han comprado ropa a medida que crecía, la sacan a pasear por la vereda del río, cerca del hospital.

A sus dos años recién cumplidos, Valeria se encuentra en un momento crítico para el desarrollo de la personalidad y las habilidades sociales. Por eso, los sanitarios han llegado a solicitar permisos para que pueda acompañarles a sus domicilios y favorecer un entorno seguro donde se relacione con otros niños de su edad.

"Los niños nunca son un número"

“Es lo más bonito que tiene nuestra especialidad, que los niños nunca son ni un número ni la cama cuatro. Cada uno tiene su nombre y apellidos, cada uno tiene su encanto. Esto que pasa aquí no nos hace especiales en absoluto. Estoy seguro de que le pasa a todos los pediatras de este país. Donde existe un vínculo, sucede exactamente lo mismo. Esto sería replicable en cualquier lugar", desvela.

La relación de Lucía Melgar, Técnica en Cuidados Auxiliares de Enfermería, con Valeria, tiene un componente sentimental añadido: “Llegamos a la UCI a la vez. Al principio la tratas como a una paciente normal, quieres que esté bien aquí y que salga adelante. Pero después de tanto tiempo, aunque no quieras, le coges cariño”

Después de tanto tiempo, aunque no quieras, le coges cariño

En el hospital, la niña recibe un tratamiento específico y cuidados para su enfermedad crónica. Su evolución es favorable, pero necesita una atención permanente.

Su patología afecta al sistema inmunológico. Una infección banal, como un simple catarro, para ella se puede convertir en algo más serio. Necesita cuidados respiratorios muy específicos. Durante las noches, en ocasiones hay que hacerle ventilación mecánica y aspirar sus secreciones continuamente. Ahora mismo, además, controlan su respiración con monitores.

En su proceso de rehabilitación, la niña también recibe sesiones de fisioterapia y logopedia. Está aprendiendo a vocalizar y a comunicarse mediante signos. Si su estado sigue mejorando, ganará algo de independencia, pero nunca será total.

El personal de pediatría mantiene una comunicación constante con servicios sociales, que tutela a Valeria. Comparten criterio: la mejor opción para la niña es encontrar una familia que garantice su calidad de vida. En ese sentido, el doctor Consuegra recalca que la transparencia es esencial: "Es muy fácil enamorarse de ella, pero quien se decida a acoger a Valeria debe ser consciente de sus necesidades".