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El devastador impacto de El Niño en la alimentación mundial: "Lo poco que tenía lo perdí y no sé qué va a ser de mí"

  • A pesar de que no todos los años es igual de intenso, este 2023 se prevé que sea "uno de los históricos"
  • El fenómeno afecta principalmente al sudeste asiático, a África oriental y a la costa pacífica de Latinoamérica

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Alinafe, de 30 años, junto a su hija menor, Desire, de 2, en su campo seco y sin cultivos debido a la sequía, en el distrito de Balaka, en Malaui
Alinafe, de 30 años, junto a su hija menor, Desire, de 2, en su campo seco y sin cultivos debido a la sequía, en el distrito de Balaka, en Malaui

De casa de Wisdom en el distrito de Balaka, Malaui, a casa de María en pleno Corredor Seco de Honduras hay 15.000 kilómetros, una distancia que no impide que compartan la misma preocupación: el fenómeno El Niño.

Wisdom tenía una única fuente de ingresos, un rebaño de 100 animales entre cabras y ovejas y 10 camellos. Ahora no tiene ni diez animales. La mayoría de ellos murieron debido a la sequía producida por este fenómeno: "Lo poco que tenía lo perdí y no sé qué va a ser de mí", cuenta a RTVE.es.

"El agua es totalmente necesaria aquí, sin agua no tenemos nada", insiste el hombre de 49 años. Tiene una familia que alimentar y no solo se han quedado sin ingresos, también han visto su alimentación afectada. Los animales les servían de sustento.

"Con mínimas nocturnas de casi 40 grados", la vida humana se hace prácticamente imposible. Y eso que el fenómeno no ha hecho más que empezar. No todos los años es igual de intenso, pero este 2023 se prevé que sea uno de los fenómenos "históricos", explica a RTVE.es el profesor de investigación del CSIC, Fernando Valladares.

"En la costa de Asia y sur de África, por escasez, por fallos en las cosechas y en la costa de América y el cuerno de África, por eventos catastróficos, inundaciones, desprendimientos, movimientos de tierras, por las lluvias tan tan intensas", concreta el profesor. Pero además, en África "ya estamos viendo récords de temperatura e incluso temperaturas nocturnas próximas a los 40 grados", explica Valladares.

Y es que hay muchas regiones en jaque y un único origen: el océano Pacífico. "Se desarrolla sobre todo en el Pacífico y es un cambio en lo que es la circulación habitual en el Océano Pacífico entre la costa Este, que es América y la costa Oeste, que es Australia y Asia", explica a RTVE.es el profesor.

Su regularidad no está muy clara. "Más o menos se produce en torno a unos seis u ocho años y se ve alternado, como muchos saben, por el evento de La Niña", matiza Valladares.

De la sequía de África del Sur a las inundaciones en África Oriental

Una alternancia que flaco favor le hace a África Oriental. Cuando llega El Niño, todavía no se han recuperado de los efectos de La Niña, algo que "es muy perjudicial para el Sahel y África Oriental, que ya sufren una grave sequía, lo que reduce la productividad agrícola y dificulta el acceso a agua potable", explica a RTVE.es la directora regional de incidencia en la Crisis del Hambre de Oxfam en África, Elise Nalbandian.

Con El Niño, la sequía da paso a las lluvias. Precipitaciones torrenciales en la mayoría de los casos que dejarán inundaciones en muchas zonas de África Oriental. "En Etiopía, Kenia, Somalia y Sudán del Sur esperamos lluvias extremadamente intensas porque El Niño se unirá al dipolo del Océano Índico, que provocará inundaciones, deslizamientos de tierra y deslizamientos de lodo", explica Nalbandian.

Aun así, el fenómeno deja abierta una pequeña puerta a la esperanza. "Existe la posibilidad de que las lluvias ayuden un poco a la producción agrícola, suponiendo que la gente siembre y la lluvia no arrase todo", matiza la directora.

En una región cuyo panorama no es nada alentador, ya que a día de hoy "si nos fijamos en toda la región de África Oriental, el número de personas que necesitan asistencia alimentaria asciende a 60 millones de personas".

Y su situación "empeorará alrededor de octubre o noviembre", cuando según Oxfam Intermón allí ya muere una persona cada 28 segundos por hambre.

De la hambruna de África a la vulnerabilidad de América

La situación en América no es tan volátil como en el continente africano, pero eso no implica que sea fácil. "En Honduras no hay hambruna, pero es un país muy vulnerable en términos de alimentación", explica la Directora del Programa Mundial de Alimentos en Honduras, Stephanie Hochstetter.

Y uno de los principales factores de su vulnerabilidad son los fenómenos climáticos. "Está posicionado geográficamente en un área del lado del globo donde está muy expuesto no solamente a eventos climáticos por mar, sino también por tierra", concreta Hochstetter.

Eso hace que, según cálculos del gobierno, 500.000 personas sean vulnerables o se vean afectadas por El Niño. Población que en una escala de uno a cinco, siendo cinco la hambruna, se encuentra en las fases tres y cuatro, y el fenómeno lleva un mes escaso en el país.

"El riesgo de caer a la quinta siempre existe si no se toman las acciones adecuadas para prevenir y evitar que esta población que ya está en riesgo caiga a una a una etapa de hambruna", confirma la directora, consciente de que su país será uno de los más afectados por el fenómeno en el continente americano.

Las crisis agravadas por El Niño

Perú es uno de los muchos países latinoamericanos afectados por las lluvias torrenciales e inundaciones que deja El Niño, agravando crisis anteriores.

"De acuerdo a una evaluación que se hizo en el Ministerio de Salud e Inclusión Social con la PCM y también con el Programa Mundial de Alimentos en el año 2021, indicaba que estábamos entre más o menos el 55% de la población con inseguridad alimentaria", explica a RTVE.es la Oficial de Desarrollo Infantil Temprano y Nutrición del área de Salud de UNICEF Perú, María Elena Ugaz.

Unos datos surgidos de las consecuencias de la pandemia, de la guerra de Ucrania, de las crisis alimentarias y que ahora recrudece este fenómeno. "Todo esto está sumándose y una de las preocupaciones que tenemos es saber cuánto va afectar esta situación a la malnutrición infantil, porque ya vemos que sí afecta", matiza Ugaz.

Pero El Niño no solo pasa factura a la alimentación, también se cobra sus víctimas en otros muchos ámbitos, entre ellos el sanitario.

Concretamente, en el país andino se ha visto "cómo esta situación ha afectado no solo a la situación de inseguridad alimentaria, sino también al incremento de enfermedades diarreicas e infecciosas en los niños", explica Ugaz. Algo que preocupa especialmente a organizaciones como UNICEF.

También en la fronteriza Colombia preocupa la acción de El Niño. Allí recrudece las desigualdades del país: "Colombia tiene una situación muy particular, tenemos serios problemas de equidad, el acceso a recursos no es uniforme y El Niño crea una situación de inequidad severa en cuestión de seguridad alimentaria", explica a RTVE.es el director adjunto de país Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas en Colombia, Ernesto González.

Según las últimas encuestas del Programa Mundial de Alimentos, en el país hay un 30% de la población en situación de inseguridad alimentaria, o lo que es lo mismo, 15,5 millones de personas viviendo una inseguridad alimentaria que puede ser severa o crítica.

Unas cifras que están empeorando con "el primer impacto en las zonas más vulnerables y que continuarán su empeoramiento en el transcurso del 2024", matiza González.

Colombia y el resto del planeta sentirán los efectos devastadores de este fenómeno durante un tiempo. Lluvias y sequías que amenazan la alimentación en los lugares más recónditos en los que comer ya no era una tarea fácil.