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Elecciones generales 2023

Pedro Sánchez, el presidente de los giros de guion y la legislatura de las 'siete plagas'

  • Acostumbrado a nadar a contracorriente, tratará de revertir las encuestas que pronostican un cambio de ciclo

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Pedro Sánchez (PSOE) | Elecciones generales 2023
Pedro Sánchez (PSOE), el presidente de los giros de guion y la legislatura de las 'siete plagas'.

Si hay un líder con el que no se pueden dar las cosas por sentadas es Pedro Sánchez (Madrid, 1972), el ave fénix de la política, el socialista de las ‘siete vidas’, de las metamorfosis y de los giros de guion impredecibles. Sánchez llega a las elecciones generales del 23J tras una legislatura muy convulsa, con todas las encuestas en contra (salvo el CIS) y la derecha dándole por muerto tras el batacazo del PSOE el 28M, pero si algo ha demostrado es que no hay que subestimarle ni cuando está herido. Aún así, no sopla el viento a favor de los socialistas y Sánchez tendrá que sacar toda la artillería en la campaña para revertir la tendencia y el ‘cambio de ciclo’ que promulga el ‘popular’ Alberto Núñez Feijóo.

Perder hace un mes cinco comunidades autónomas y la mayoría de las capitales de provincia fue un golpe duro. Sin nadie imaginárselo, el secretario general de los socialistas reaccionó con un órdago: renunciar al medio año que le quedaba como presidente de Gobierno y jugárselo al ‘todo o nada’ en unos comicios generales en pleno verano y en plenas negociaciones entre PP y Vox para conformar gobiernos autonómicos.

Pero Sánchez es todo un veterano en política. Se afilió al PSOE en 1993 tras la victoria de Felipe González en las elecciones de ese año, mientras estudiaba Ciencias Políticas y Empresariales, e inició su carrera en el Ayuntamiento de Madrid, cuando fue designado concejal en 2004 en sustitución de Elena Arnedo. También llegó de 'rebote' al Congreso en 2009 tras la renuncia de Pedro Solbes. Se presentó a las primarias del partido en 2014, sin haber pertenecido nunca a la Ejecutiva ni al Comité Federal del PSOE, impulsado por Susana Díaz, quien pronto acabó viendo que Sánchez era un verso libre que no podría controlar (y que a la larga se volvería en su contra), y se impuso ante Eduardo Madina y José Antonio Pérez Tapias.

Y es que nadar a contracorriente es una especialidad de Pedro Sánchez. Lo demostró en 2016, cuando fue forzado a dimitir por el aparato de su partido tras dos años como secretario general de los socialistas por su ‘no es no’ a facilitar un gobierno de Mariano Rajoy, que le llevó además a la renuncia de su escaño. Ya entonces, todos le dieron por muerto. Pero si hay alguien que confía en Pedro Sánchez es sobre todo el propio Pedro Sánchez. Desterrado de su partido, decidió emprender una gira en coche por España que le llevó a recuperar el liderazgo del PSOE en las primarias de 2017 imponiéndose con cierta épica a la candidata oficialista, Susana Díaz, que había sido su gran rival en la crisis del partido. Ya vencedor, diseñó un PSOE a su medida dejando relegado al sector 'susanista' en un segundo lugar (en lo que algunos consideraron como una 'purga').

Aún así, durante toda esta legislatura, Sánchez se ha encontrado con el cuestionamiento de algunos de sus barones territoriales, como Guillermo Fernández Vara, Emiliano García-Page o Javier Lambán, que llegó a decir que a España le hubiera ido mejor con Javier Fernández al frente del PSOE. También ha tenido socialistas históricos muy críticos como Alfonso Guerra. Buena parte de las críticas se las ha llevado su postura respecto a Cataluña y los partidos independentistas.

El candidato de las primeras veces que ha sobrevivido a varios líderes

La perseverancia es su fuerte y hasta ha publicado un libro sobre ello (Manual de Resistencia). Y si algo le define es ser el candidato de las primeras veces. Fue el primero en fallar en una investidura en 2016 y en 2018 el primero en convertirse en presidente del Gobierno tras una moción de censura contra Mariano Rajoy. Y es también el primer presidente de la democracia que conforma un gobierno de coalición, con Unidas Podemos.

Desde que Sánchez llegó a liderar el PSOE en 2014, la política ha arrollado liderazgos como un huracán, pero él ha resistido. En cambio, ha ido viendo como la mayoría de las ‘nuevas caras’ de la política (Albert Rivera, Pablo Iglesias y Pablo Casado) eran defenestradas sin piedad. Por ahora no ha manifestado su intención de dejar la política tras el 23J si pierde las elecciones o no puede gobernar, pero ningún presidente del gobierno ha pasado a la oposición. Y no solo depende del resultado que saque el PSOE sino también el partido de su vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, para que ambos puedan sumar, ya que admite que no tendrá mayoría absoluta incluso si gana. Con Díaz ha mostrado buena sintonía toda la legislatura. Solo las urnas dirán si a Sánchez le salió bien la jugada y si añade un nuevo capítulo o pone “Fin” a su Manual de Resistencia.

Sánchez ha conseguido dar la vuelta a muchos escenarios que se le presentaban en contra y ahora, al igual que entonces, ha decidido volcarse en la precampaña y en la campaña para revertir todas las encuestas.

Choques con Unidas Podemos, contradicciones y la "burbuja del sanchismo"

Salvo una invasión zombie, este Gobierno ha tenido que enfrentarse a situaciones inéditas

No lo tendrá fácil tras el desgaste de cinco años al frente del gobierno. La última legislatura ha sido de todo menos un camino de rosas, con fenómenos históricos más parecidos a las ‘siete plagas de Egipto’ (pandemia, el volcán de La Palma, Filomena o la guerra en Ucrania) que a la gestión habitual de un gobierno. "Si me permite la expresión, salvo una invasión zombie, creo que este Gobierno ha tenido que enfrentarse a situaciones aboslutamente inéditas", ironizó en una entrevista. Unas crisis que ha tratado de solventar con medidas como el ingreso mínimo vital, el despliegue de los ERTE, la subida del salario mínimo o los decretos anticrisis, de los que ha sacado pecho en múltiples ocasiones.

En este tiempo ha tenido que afrontar además múltiples choques con Unidas Podemos (por el gasto en defensa o la ley ‘sí es sí’ entre los más sonados) y crisis de gobierno. Sánchez ha llevado a cabo un total de cinco remodelaciones de sus ministros, la más profunda en junio de 2021 con la salida de algunos de los más cercanos a él, aunque nunca hubo cambios entre los ministros de Unidas Podemos. Ni siquiera pese al enorme cuestionamiento que ha tenido Irene Montero con la ley del ‘solo sí es sí’ tras la rebaja de condenas y que Sánchez ha reconocido como el “error más importante” de la legislatura (van ya 1.127 las rebajas de pena y 115 las excarcelaciones).

He cambiado de opinión, no he mentido

"He cambiado de opinión, no he mentido", es una de las frases que está repitiendo en los últimos días cada vez que en una entrevista le preguntan por sus contradicciones. Entre ellas, su rechazo en campaña a dejar la gobernabilidad en manos del independentismo o a indultar a los líderes del 'procés' condenados, cuando ha acabado alcanzando con EH-Bildu y ERC acuerdos parlamentarios, indultando a los soberanistas y derogando el delito de sedición y modificando el de malversación. En su defensa, ha dicho que los pactos con las formaciones independentistas han sido "puntuales" para alcanzar "avances en derechos sociales" frente a las coaliciones entre PP y Vox dirigidas a "retroceder 20 años". El socialista, que como líder de la oposición apoyó a Mariano Rajoy para aplicar el artículo 155 de la Constitución, también ha admitido que cambió de posición respecto a Cataluña "a favor de la convivencia". De hecho, la mesa de diálogo entre gobiernos fue su apuesta para resolver el "conflicto político" catalán y presume de haber puesto paz en este asunto.

La derecha le ha dibujado en este tiempo como a un tirano “capaz de cualquier cosa con tal de mantenerse en el poder” y le ha acusado de "meter mano" a instituciones como el CIS, el CNI o la Fiscalía General del Estado llamándole "déspota" o "caudillista". “Yo tengo cuernos y rabo, según la derecha”, ha llegado a ironizar el presidente del Gobierno en varias ocasiones. En los últimos días, Sánchez se ha enfocado a desmontar en múltiples entrevistas "la burbuja del sanchismo" que han "inflado" con "insidias" PP y Vox, un término que a su juicio se basa en "mentiras, maldades y manipulaciones".

"Pasaré a la historia por haber exhumado al dictador"

“Una de las cosas por las que pasaré a la historia es por haber exhumado al dictador” Francisco Franco del Valle de Cuelgamuros, afirmó a finales de 2022. La ‘memoria democrática’ ha sido una de las señas de identidad de este gobierno, pero también marcado por la conquista de derechos sociales como la nueva ley del aborto, la 'ley trans’(que contó con rechazo de parte del feminismo) o la ley de eutanasia.

Lloró de "rabia y frustración" en la pandemia

Sánchez fue investido en enero de 2020 y apenas tuvo tiempo para cambiar el colchón del Palacio de La Moncloa (lo primero que hizo según su libro) cuando estalló la pandemia. Tomó medidas que ningún presidente del Gobierno de la democracia reciente se vio obligado a tomar, como confinar a toda la población durante tres meses tras decretar el estado de alarma, una medida por la que su gobierno sufrió un duro revés cuando el Tribunal Constitucional la declaró inconstitucional al entender que hubiera sido más adecuado decretar el estado de excepción.

En una reciente entrevista en La Sexta, Sánchez mostró una vulnerabilidad a la que no acostumbra. Confesó que lloró “de rabia y frustración” en la primera ola de la pandemia (el COVID-19 ha llegado a cobrarse la vida de más de 120.000 personas (según las cifras oficiales, muchos de ellos sanitarios) y que se vio obligado a mostrar a la ciudadanía una seguridad que él mismo “no tenía”. “Tenía a mi mujer con Covid, a mis padres con Covid, a mi suegro con covid en la UCI", relató. “En esas noches en las que lograba conciliar el sueño me despertaba empapado de sudor, algo que no me había pasado en la vida". Todo, expuso, por una situación de estrés que nunca antes había vivido.

En su vida más allá de la política, Sánchez estudió Bachillerato en el instituto madrileño Ramiro de Maeztu, donde fue jugador de baloncesto de la cantera del Estudiantes, y sigue siendo aficionado al deporte. Incluso de vez en cuando sale a correr y hace pesas, como llegó a decir en una entrevista reciente. Se licenció en Ciencias Económicas y Empresariales en un centro privado adscrito a la Universidad Complutense y cursó dos estudios de posgrado, doctorándose después en Economía por la Universidad Camilo José Cela, donde acabó ejerciendo como profesor de Economía. Además, Sánchez ha sido asesor en el Parlamento Europeo y miembro del gabinete del Alto Representante de Naciones Unidas en Bosnia Herzegovina. En lo personal, está casado con Begoña Gómez, con quien tiene dos hijas, tras una boda en 2006 que ofició la entonces concejal socialista Trinidad Jiménez.