La diabólica paradoja que seca a España: consumir más mientras se dispone de menos
- La "sequía de larga duración" ya pasa factura a muchos ciudadanos
- La reutilización del agua avanza porque el riego por goteo ha aumentado un 37% en veinte años
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Más de 60.000 personas de las comarcas de Los Pedroches y el Guadiato, en la sierra norte de Córdoba, tienen prohibido consumir agua corriente desde la declaración que hizo la Junta de Andalucía porque no es potable. En esas zonas se han vuelto a ver escenas que creíamos olvidadas en gran parte del país, como tener que utilizar agua de una garrafa para lavarse los dientes.
Se trata de una problemática en la que convergen muchos factores, pero que tiene difícil solución a día de hoy dadas las actuales condiciones climáticas y productivas. Mientras algunos expertos apuntan a la reutilización del agua o la desalinización como soluciones, otros consideran estas técnicas como paliativos porque miran hacia el decrecimiento como verdadera solución.
Las explicaciones y causas detrás de la sequía
La escasez de agua, que ha dejado bajo mínimos el pantano del que se suministraban en la sierra norte de Córdoba, tiene que ver con un error principal: trasvasar agua de otro embalse que estaba contaminada por una "concentración elevada de carbono orgánico".
Esa contaminación está relacionada con los vertidos de explotaciones ganaderas, aunque no hay que olvidar la escasez de agua propia de las bajas precipitaciones. Los vecinos, indignados, piden explicaciones y junto con los expertos acusan a las administraciones de no hacer nada. En este sentido, el alcalde de una de las localidades afectadas, Pozoblanco, dice que no ha habido una planificación "suficiente" para el trasvase de las aguas en diferentes pantanos de la zona del Guadiato.
Para Esteban Morales, presidente de la empresa aguas de Córdoba, hay una "sobreexplotación de la ganadería, que puede tener alguna responsabilidad por la gestión no adecuada de sus residuos". Por otro lado, Jesús Vargas, portavoz del Observatorio Ciudadano de la Sequía, es tajante: "Hemos tomado una medida de emergencia sin haberla planificado y ha sido un error porque ahora el agua no es apta para el consumo humano". Los vecinos también tienen voz y sentido común, como Loli: "Durante años no han querido poner remedio".
La paradoja endiablada: consumir más mientras se dispone de menos
En algunos sectores se habla del decrecimiento como concepto porque no queda otra que reducir la demanda hídrica. Necesitamos más recursos, agua y, a la vez, una disminución o distribución diferente a la actual. Los datos revelan que tras dos décadas gastamos 32 litros de agua menos por persona y día. Además, el sector agroganadero, que es responsable del 80% del consumo de agua, también se está poniendo las pilas. En este sentido, el regadío español es cada vez más eficiente: el riego por goteo representaba en el año 2000 un 17% y ahora un 54%.
La reutilización del agua, optimizar mejor el recurso, es una de las claves a tener en cuenta de cara al futuro. Rafael Mujeriego, presidente de la asociación española de reutilización sostenible del agua, señala el ejemplo de la Estación Espacial Internacional: "Toda la transpiración u orín de los astronautas es captado y regenerado hasta producir un agua que ellos consumen". "Ellos han llegado a decir que el pipí de hoy es el café de mañana", explica Mujeriego a RNE. Otro ejemplo que pone, esta vez territorial, tiene que ver con California.
“España es el cuarto país del mundo con mayor capacidad desalanizadora instalada“
El Estado norteamericano está tratando conseguir desde los años 80 que sus acuíferos costeros explotados en exceso puedan almacenar agua regenerada, algo que de hecho estudia en España la Agencia Catalana del Agua. La idea en este caso es recargar un acuífero de la Costa Brava con agua regenerada de Tossa de Mar. Este agua no se puede beber, pero sí se puede usar para algunos tipos de regadío.
El mapa de los datos de los territorios españoles que tienen complicaciones por la escasez de agua deja claro que cerca del 38% de España, según el Ministerio para la Transición Ecológica, está en situación de emergencia o alerta por escasez de agua. Especialmente en Catuluña, la mitad norte de Aragón, el sur de Extremadura, Castilla-La Mancha y la cuenca del Guadalquivir en Andalucía. Dadas las circunstancias, los expertos claman por una reflexión profunda y a largo plazo sobre la gestión de un recurso imprescindible y cada vez más escaso.
