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Guns N'Roses demuestran en Madrid que la nostalgia del rock sigue llenando estadios

  • La icónica banda de hard rock ha ofrecido un concierto en el estadio Metropolitano con The Pretenders de teloneros
  • Los angelibos cumplieron con creces teniendo en cuenta la competencia del Primavera Sound de Arganda del Rey

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Una imagen del concierto de Guns N'Roses en el estadio Metropolitano de Madrid.
Una imagen del concierto de Guns N'Roses en el estadio Metropolitano de Madrid.

Decenas de miles de nostálgicos del rock de finales de los 80 y primeros 90 se han reunido este viernes por la noche en el estadio Metropolitano de Madrid para celebrar la vigencia de una de las más importantes bandas de hard rock de todos los tiempos Guns N'Roses.

Con unas 40.000 entradas vendidas, según la organización, los angelinos han estado lejos de agotar el aforo, como hicieron en su primera visita a la capital en 2017 tras la reunificación de los tres miembros de la banda original, Axl Rose, Slash y Duff McKagan.

The Pretenders, teloneros

Pero cumplieron con creces teniendo en cuenta la competencia del Primavera Sound que esta misma noche traía a Depeche Mode o Kendrick Lamar a la Ciudad del Rock de Arganda del Rey, a 20 kilómetros de ahí.

Como teloneros, nada más y nada menos que The Pretenders. La banda liderada por Chrissie Hynde han interpretado, entre otras, algunas de sus canciones más famosas como "I'll stand by you" o "Don't get me wrong".

El multiplatino Apetite for destruction (1986) y el doble Use your ilusion (1991) acapararon el protagonismo de un recital de tres horas y media en el que el trío emblemático estuvo acompañado por Dizzy Reed (teclado), Richard Fortus (guitarra rítmica), Frank Ferrer (batería) y Melissa Reese (teclado).

Con una puesta en escena sobria y sin mediar palabra, la banda arrancó con puntualidad con "It's so easy" de Apetite for destruction y siguieron sin pausa "Bad Obsession", una canción que habla de sus pasadas adicciones a las drogas, "Chinese Democracy", del que hasta ahora ha sido su último álbum de estudio y "Mister Brownstone".

No han faltado éxitos como "Welcome to the jungle" o "Sweet child of mine"

Aunque la voz de Axl Rose no es la misma que le hizo célebre hace décadas, la dosificó para llegar a los momentos cumbre en canciones como "Welcome to the jungle", con la que empezó a subir la temperatura del recinto y a despertar el entusiasmo del público del Metropolitano.

La potencia de la banda, la destreza de Slash con su Gibson y una colección de grandes éxitos indiscutibles hicieron lo demás.

Hubo versiones como "Slither", de Velvet Revolver, la banda formada en 2002 por Slash y McKagan o "Live and let die", de Paul McCarthey que volvió a caldear los ánimos.

Con más tibieza fueron recibidas un par de canciones del material descartado de Chinese Democracy, como "Absurd" y "Hard skool", que tienen previsto reunir en un próximo álbum. Aunque en distinto orden, el grupo repitió básicamente el set con el que abrió esta gira el pasado lunes en Tel Aviv.

Con la bandera ucraniana de fondo ha sonado su himno antibélico "Civil war"

Axl se quedó solo en la primera línea para interpretar una versión de "Wichita Lineman" y fue muy coreada "You could be mine", doblemente célebre por la película "Terminator".

El ambiente se puso más emotivo con "Estranged", una canción de casi 9 minutos que sirvió para que se lucieran especialmente tanto Slash como la teclista y se volvió más romántico con "Don't cry".

Con la bandera ucraniana de fondo sonó su himno antibélico "Civil war" y ya en la recta final, las más celebradas, "Sweet child of mine", la balada "November rain", con el piano de cola en medio del escenario, "Knockin' on heavens doors" y "Night train".

Aunque ya habían pasado las tres horas de concierto, aún se dejaron para los bises "Yesterday", la balada "Patience" y el colofón, "Paradise city".