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Desmantelan dos bandas por robar en cajeros mediante el uso de explosivos en varios puntos de España

  • Las operaciones se han saldado con 14 personas detenidas, la mayoría afincadas en Madrid y Málaga
  • También cometían robos con violencia, haciéndose pasar por miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado

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Desmantelan dos bandas de robos en cajeros automáticos mediante el uso de explosivos

La Policía Nacional, la Guardia Civil y los Mossos d'Esquadra han desmantelado dos bandas que robaban en cajeros automáticos mediante el uso de explosivos. También cometían robos con violencia, haciéndose pasar por miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

Los asaltos se produjeron en varios puntos de España y las operaciones se han saldado con 14 personas detenidas, la mayoría afincadas en las ciudades de Madrid y Málaga. A los explosivos empleados en los asaltos los denominaban "petacas" y eran elaborados por ellos mismos a partir de la pólvora de petardos y otros artefactos pirotécnicos, según Efe.

Modus operandi

Los criminales forzaban la ranura del cajero, introducían material pirotécnico y lo hacían volar por los aires consiguiendo grandes cantidades de dinero en muy poco tiempo. Es el método conocido como "pizza slide", porque introducían el artefacto explosivo por el hueco del cajero como si fuera una porción de pizza. "Dentro de la detención está la persona que trabajaba estos artefactos para introducirlos en el interior del cajero", relata en 'La Hora de la 1' Mercedes Martín, portavoz de la Guardia Civil.

No dudaban en viajar buscando cajeros con poca seguridad y en fines de semana, para garantizar que estaban repletos de billetes. Una operación conjunta de Policía, Mossos y Guardia Civil que ha conseguido detener a estas dos bandas acusadas de robar unos 600.000 euros en menos de un año.

Numeroso material incautado

En total, 14 personas han sido detenidas, todos ellos jóvenes, entre los 20 y los 30 años, y con multitud de antecedentes. En los 23 registros, los agentes intervinieron pólvora para fabricar los explosivos, 42.000 euros en metálico, siete vehículos de alta gama, llaves falsas, armas de fuego y hasta una plantación de marihuana.

Unas bandas que empezaron en los atracos a través del alunizaje: "Provienen de los aluniceros y son muy jóvenes. En particular, del barrio madrileño de Villaverde. A su vez estaban subdirigidos en dos grupos, con una gran movilidad, pericia al volante y expertos en sustraer vehículos de alta gama", informa Martín.

Los investigados cuentan con un amplio historial delictivo y también se dedicaban a cometer robos con violencia, simulando ser miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Durante estos asaltos detenían de forma ilegal a las víctimas, contra las que empleaban una violencia extrema.

Amplio historial delictivo

Tras varias averiguaciones, los agentes lograron identificar a otros miembros del entramado, que estaban afincados en las ciudades de Málaga y Madrid. Entre ellos estaba el encargado de fabricar los explosivos, elaborados de forma casera, lo que conllevaba un notable riesgo para las personas, además de los graves destrozos que provocaban en los cajeros atacados: "Cada uno estábamos investigando hechos delictivos que habían ocurrido en las respectivas demarcaciones. A través de los organismos nacionales nos saltó que estábamos trabajando en lo mismo", afirma la portavoz.

Avanzada la investigación, los agentes detectaron otra banda cuyos integrantes, residentes en Madrid, también utilizaban explosivos para cometer asaltos en sucursales bancarias."Les hemos seguido la pista desde septiembre del pasado año, a partir de principios de año empezamos a trabajar con los esfuerzos conjuntos. Durante la operación hemos ido aunando los esfuerzos e ir aportando las diferentes pruebas", concluye la portavoz de la benemérita.

Los investigados fueron evolucionando la técnica que empleaban en los asaltos y extremaron las medias de seguridad, para lo que utilizaban coches robados de gran potencia a los que prendían fuego o rociaban con extintores después de la huida. Apagaban sus móviles durante los ataques y después se desprendían de la ropa que empleaban, según Efe.