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Más ayudas del Estado y caída de ingresos en lugares turísticos: cómo afectó la pandemia a la renta de los españoles

  • Comprueba de dónde vienen los ingresos de tus vecinos: el origen de la renta de los españoles, calle a calle
  • Consulta todos los datos del año 2020, municipio a municipio y barrio a barrio

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Mapa del origen de las rentas en España, calle a calle
El mapa del origen de las rentas en España, calle a calle.

¿Cuál es el origen de los ingresos de los españoles? Fundamentalmente, la renta que entra en un hogar proviene del trabajo (sueldo, salario) y de otros activos patrimoniales (capital, inversiones, rentas y alquileres), o bien de diversas prestaciones públicas, entre las que destacan las pensiones y los subsidios de desempleo.

El peso de cada una de estas fuentes informa de las características económicas de los hogares, y también de los territorios. Que en una familia de varios miembros la mayor parte de sus ingresos dependa del desempleo que cobra un adulto es un indicio de vulnerabilidad frente al de otra en el que se reciba regularmente uno o más sueldos o incluso se perciban ingresos adicionales por un patrimonio que ofrece rendimiento líquido. Del mismo modo, que la mayor parte de los vecinos de un barrio o de un pueblo vivan de su pensión indica que estamos ante una zona envejecida y de menor dinamismo económico.

El anterior mapa muestra, con datos del INE por sección censal, cómo se distribuye en España, pueblo a pueblo y calle a calle, el porcentaje de ingresos que procede de los salarios, el desempleo, las pensiones y otras prestaciones sociales, así como de otras actividades económicas y financieras. También se representa la renta anual mediana de cada sección censal, en euros por unidad de consumo.

Como es lógico, los ingresos derivados del trabajo, los salarios, son el montante más importante del dinero que percibe un hogar. En el año 2020, el salario medio estimado en España era de 27.925 euros al año, aunque con una amplia diferencia entre la comunidad con los sueldos medios más altos, Madrid (33.312) y la más baja, Extremadura (23.475), al margen de las diferencias entre lo que perciben hombres y mujeres en cada región. Son datos de la Agencia Tributaria, que no tiene estadísticas de País Vasco y Navarra, comunidades que suelen estar entre las de más ingresos.

Sin embargo, el salario medio no es el mejor indicador para conocer la realidad económica, porque la estructura salarial en España se caracteriza por un desequilibrio entre los españoles que más ganan y los que menos. Así, el 10% de los españoles que menos ganan (decil 1) percibe un salario medio cinco veces menor que el de los que más cobran (decil 10), y solo el 30% de los asalariados ganan más que los 27.925 euros donde se halla la media, según la Agencia Tributaria.

A partir de la información del Atlas de Distribución de Renta de los Hogares, correspondiente al año 2020, se muestran las diferencias económicas entre poblaciones, provincias y comunidades autónomas, y se puede analizar también cómo afectó a los ingresos de los hogares el primer año de la pandemia, cuando el confinamiento y la suspensión de la mayor parte de la actividad económica dejaron sin trabajo, de forma temporal o permanente, a miles de personas.

Con los ERE y los ERTE, más parte de los ingresos dependió del Estado

En ese sentido, no se constató una caída significativa en los ingresos de la mayor parte de los hogares, pero sí una redistribución de su origen, en la que el Estado asumió una carga mayor por el aumento de prestaciones económicas derivadas de los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE).

De hecho, en la mayor parte de los municipios y secciones censales, la renta anual mediana percibida en 2020 no varió o fue superior a la de 2019. Pero para mantener ese nivel de ingresos fue más necesario el apoyo del dinero público, en forma de subsidios de desempleo, cuyo peso en el conjunto de los ingresos creció.

En 2020 había casi ocho millones de personas cobrando algún subsidio de desempleo, y el 46% lo hacía bajo en situación de ERTE, según los datos de la Agencia Tributaria. En comparación, en 2019 se pagaron prestaciones de desempleo a 4,43 millones de personas. A nivel general, las prestaciones medias anuales recibidas bajo dicha fórmula eran menores que las de las personas sin ERTE, salvo en Andalucía, Baleares, Canarias y la ciudad autónoma de Melilla.

Mediante los ERTE, recurso pensado para mantener el empleo durante la crisis sanitaria, las empresas podían reducir la jornada de sus trabajadores e incluso suspender su actividad sin llegar a despedirlos gracias a que el Estado les seguía pagando parte del salario y cubría sus cotizaciones sociales. Además, mientras el trabajador cobraba esta prestación no consumía paro, una protección que se ha prorrogado hasta el 31 de diciembre de 2022.

También, con el inicio del estado de alarma, en marzo de 2020, el Gobierno aprobó una prestación extraordinaria por cese de actividad para los autónomos y a finales de año se creó un subsidio extraordinario para los parados a los que se le acabó la prestación durante el estado de alarma.

Cae el peso de los salarios

Del mismo modo, el peso de los salarios, es decir, de los ingresos derivados del trabajo, bajó en la mayor parte de municipios españoles. En tres de cada cuatro municipios (77,5%) de los 6.283 municipios para los que hay información, los salarios aportaron menos dinero a los hogares en 2020, en comparación con el año anterior.

Y, como en el caso anterior, el mayor descenso de los ingresos por el trabajo se acusó -entre las poblaciones de mayor tamaño- en los hogares de Canarias y Baleares, y en destinos turísticos destacados de la costa peninsular mediterránea, en Andalucía (costa de Málaga), Comunidad Valenciana (Alicante) y Cataluña (Tarragona, Girona).

De hecho, son de Canarias o Baleares 28 de los 30 municipios de más de 5.000 habitantes donde más bajó el peso de los salarios en las rentas medianas percibidas en los hogares.

Destaca el caso de Pájara, una población de Fuerteventura de apenas 21.000 habitantes, que vio como la renta procedente de los salarios bajó al 54,8% del total de los ingresos en 2020, cuando antes de la pandemia era casi el 74%. Y en este mismo municipio, un referente turístico en la isla y con la mayor superficie de playas del archipiélago canario, las rentas de los hogares pasaron a depender de los subsidios de desempleo en un 20,7%, cuando el año anterior no llegaba al 5%.

La situación es similar en otras ciudades turísticas de tamaño mediano, como Arona (Tenerife), Santa Lucía de Tirajana (Gran Canaria), Arrecife (Lanzarote) y Benidorm (Alicante), donde sus habitantes vieron caer sensiblemente los ingresos obtenidos por su trabajo y pasaron a depender de las ayudas públicas.

Pensiones

En el mapa que encabeza esta información se pueden ver también los ingresos correspondientes a las pensiones de todo tipo, no solo por jubilación. Así, en España había en 2020 más de 9,5 millones de pensionistas, según los datos de la Agencia Tributaria, de los cuales más de 7,1 millones eran personas mayores de 66 años.

En el montante de los ingresos en 2020 en cada sección censal, dentro del apartado de otras prestaciones sociales, se incluyen subsidios y ayudas por causas como dependencia, incapacidad, la renta mínima de inserción, etcétera, que se incluyan en la información fiscal de la Agencia Tributaria, y que convierten a algunas personas en perceptores de más de una pensión.

La tabla siguiente muestra las percepciones anuales medias de las pensiones por comunidad autónoma, con el dato total y también diferenciado por sexo, que muestra que la brecha entre la pensión media de hombres y mujeres.

Sobre esta información

El Atlas de Distribución de Renta de los Hogares del INE da información de la renta de los españoles desagregada hasta el nivel de sección censal. Esta división administrativa, más pequeña que los distritos, coincide con el perímetro del municipio en los pueblos con pocos habitantes. En las grandes ciudades, en cambio, el nivel de detalle permite ver la distribución de renta casi manzana por manzana.

Para la elaboración de los indicadores de ingresos, el INE utiliza datos tributarios de la Agencia Tributaria y de las Haciendas Forales adscribiéndose los ingresos al lugar donde reside el perceptor de rentas. Por eso, en esta relación de ingresos solo se incluyen los que figuran en la declaración de la renta, por lo que no se refleja el dinero que procede de la economía sumergida, de cobros en negro o de transacciones que no declaran el IRPF.

Solo una parte de los indicadores que ofrece el Atlas de Distribución de Renta de los Hogares del INE está disponible para toda España. No hay datos de renta mediana para las provincias de Navarra y Álava ni para las zonas donde vivan menos de 100 personas.

Los datos de renta expresan la renta anual mediana por unidad de consumo, expresada en euros. Es decir, para cada hogar, se suman todos los ingresos y se dividen entre sus miembros, con el siguiente ajuste: el primer adulto suma uno; otros adultos, 0,5; y cada niño 0,3. Este es el cálculo que utilizan Eurostat o la OCDE para comparar rentas en hogares de distinto tamaño. Así, una persona que vive sola y gana 15.000 euros anuales tendrá la misma renta que los cuatro miembros de una familia formada por una pareja con dos hijos (2,1 unidades de consumo) que ingresa 31.500 euros.

Para respetar el secreto estadístico, el INE solo publica la distribución de renta para zonas de al menos 500 habitantes. También acota los valores extremos de los indicadores a partir de la distribución de la renta en cada ejercicio, de modo que si la renta en una sección está por debajo o por encima de los límites establecidos, consta el valor de dicho límite.

Se ha elegido la renta mediana en lugar de la media por ser un indicador más firme: es simplemente el valor que queda en el punto medio al ordenar las rentas de un municipio o sección censal, de modo que la presencia de hogares con riquezas extremas tiene menos influencia que en el cálculo de la media.

La elección de la variable de renta mediana por unidad de consumo conlleva que los datos presentes en esta información se muestren en intervalos. El INE considera 192 posibles tramos de renta por unidad de consumo en cada sección: el primero, de 0-700 euros, el segundo de 700-1400 euros, y así hasta el tramo más alto, de 2.000.000-3.000.000 de euros por unidad de consumo.

El valor que aquí se presenta como renta mediana por unidad de consumo sale de seleccionar el valor que separa en dos mitades a todos los individuos de un ámbito territorial (sección censal, municipio…) después de asignar a cada residente como renta por unidad de consumo el punto medio del intervalo en que se encuentra y ordenarlos a todos por orden creciente de renta.