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La OIT advierte de que los trabajadores claves en la pandemia siguen sufriendo peores condiciones laborales

  • En un informe asegura que están peor pagados, con una alta temporalidad y sufren largas jornadas
  • También afirma que sufrieron tasas de mortalidad más elevada durante la pandemia

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Una cajera de un supermercado, en los inicios de la pandemia de la COVID-19
Una cajera de un supermercado de Murcia, en los inicios de la pandemia de la COVID-19. 

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) denuncia que los trabajadores que fueron considerados esenciales en la pandemia de la COVID-19 continúan siendo "infravalorados", por lo que siguen sufriendo peores condiciones laborales que la media, por lo que pide una mejor remuneración, mejor horarios y protección social para ellos.

En el informe 'Perspectivas Sociales y del Empleo en el Mundo 2023: El valor del trabajo esencial' presentado este miércoles, la OIT subraya lo mucho que las economías y las sociedades dependen de los trabajadores clave, y lo

infravalorados que están.

Según este informe, este tipo de trabajadores se enmarcan en ocho grupos ocupacionales: sanidad, sistemas alimentarios, comercio minorista, seguridad, limpieza y saneamiento, transporte, ocupaciones manuales y otros oficios técnicos y administrativos. En concreto, se trata de sanitarios, cajeros de supermercado, repartidores, y transportistas, entre otros.

En los 90 países en los que se disponía de datos, el 52% de todo el empleo lo realizan trabajadores clave, aunque en los países de renta alta, donde las actividades económicas están más diversificadas, la proporción es menor (34%).

Además, las mujeres representan un 38% de estos trabajadores, aunque su porcentaje varía mucho entre sectores como el sanitario (donde son el 66,3%) y el de comercio al por menor (58,4%) y el resto, donde son minoría (menos del 3% en los transportes y un 12,4% en seguridad).

Peor pagados, con alta temporalidad y largas jornadas

En el informe, se revela que un 29% de estos trabajadores están mal pagados (es decir, que cobran un salario inferior a dos tercios de la media), y que como promedio ganan un 26% menos que los demás empleados.

En los sistemas alimentarios, la proporción de empleados clave mal pagados es especialmente elevada, un 47%, y en limpieza y saneamiento es del 31%. Estos sectores emplean a una gran proporción de inmigrantes, especialmente en los países de renta alta.

Además, casi uno de cada tres trabajadores esenciales tiene un contrato temporal (una proporción que sube al 46% en la industria alimentaria) y también un 46% de ellos, en los países en desarrollo, tienen un horario excesivamente prolongado, de más de 48 horas semanales, especialmente en el sector de los transportes.

Una parte sustancial de los trabajadores clave de todo el mundo también tienen horarios irregulares o jornadas reducidas.

"Valorar a los trabajadores clave significa garantizar que reciben un salario adecuado y que trabajan en buenas condiciones", ha señalado el director general de la OIT, Gilbet Houngbo, en la rueda de prensa de presentación del estudio.

Tasas de mortalidad más elevadas

El estudio indica que estos trabajadores registraron en general tasas de mortalidad más elevadas que la media, por su mayor exposición al virus.

Houngbo ha recordado que personal sanitario, cajeros de supermercado, repartidores, trabajadores postales, gente de mar, limpiadores y otros;continuaron desempeñando su trabajo, día tras día, en el punto álgido de la pandemia, a menudo con gran riesgo personal".

No obstante, dentro de las ocho categorías de trabajadores esenciales no fue la sanitaria -donde las medidas de prevención eran mayores- la que tuvo cifras más elevadas, sino las de transportistas y limpiadores.

Por otro lado, el informe subraya que durante la crisis sanitaria aumentaron la incidencia verbal y las amenazas a estos trabajadores clave, especialmente en el campo del comercio al por menor, según los datos recogidos en Estados Unidos y varios países europeos.

Además, casi el 60% de los trabajadores clave de los países de renta baja y media carecen de algún tipo de protección social. En los países de renta baja, la protección social es mínima y sólo alcanza al 17% de los trabajadores clave.

El panorama es aún más sombrío para los trabajadores clave autónomos en la mayoría de los países en desarrollo, ya que carecen casi por completo de protección social.

En riesgo la resiliencia económica y social

La OIT advierte que mantener a estos trabajadores en malas condiciones laborales pone en riesgo la resiliencia económica y social de un país ante crisis presentes y futuras, por lo que anima a los gobiernos a invertir más en sistemas alimentarios, atención sanitaria y otros sectores clave en los que se desempeñan.

También urge a reducir la brecha salarial entre estos empleados y el resto, a garantizarles "horarios de trabajo seguros y predecibles", y a aumentar su acceso a la formación.

"La pandemia de covid ha puesto de manifiesto la importancia de los trabajadores clave para el conjunto de la sociedad, ya sea en tiempos de crisis o de bonanza, y cuán infravalorados están la mayoría de los puestos clave", resume la OIT en su informe.