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El juez archiva el caso de Silvia Idalia, la mujer de 34 años que murió tras una triple cirugía estética

  • El magistrado también ha negado la petición de la familia para que se unan a la causa otras denuncias
  • La joven perdió la vida el 31 de julio de 2022, después de permanecer ingresada desde el 6 de mayo por una infección

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Instrumental quirúrgico en una imagen de archivo
Instrumental quirúrgico en una imagen de archivo

El juez a cargo del caso de Silvia Idalia, la mujer de 34 años que murió el pasado mes de abril tras someterse a una triple cirugía estética, ha archivado la causa al considerar que los médicos no cometieron ninguna imprudencia y que la joven falleció por una complicación no derivada de la operación.

Según ha explicado el magistrado, del informe médico-forense practicado se desprende que la paciente falleció por un shock séptico debido "a una fascitis necrosante tipo I, caracterizada por la destrucción de los tejidos mediada por múltiples gérmenes", que puede provocar la muerte "pese al correcto tratamiento instaurado".

Una condición fortuita tras una cirugía

"Es una complicación no derivada de la intervención, sino de una condición fortuita tras una cirugía y que se considera como la más grave por su elevada mortalidad", ha añadido.

Asimismo, el informe concluye que "no existió defecto en el procedimiento quirúrgico ni en el tratamiento postquirúrgico que fue pautado", y que, tanto el procedimiento quirúrgico como la conducta médica, "se consideran adecuadas a la lex artis".

Contra la decisión del magistrado cabe ahora la reclamación que pudiera realizarse por vía civil o administrativa.

Silvia fue varias veces a la clínica después de la operación

Silvia Idalia perdió la vida el 31 de julio de 2022, después de permanecer ingresada desde el 6 de mayo por una infección que contrajo tras ser intervenida el 29 de abril en la clínica de Madrid Centro Europeo Médico Estético (Ceme).

La mujer, que vivía en Palma y se trasladó a la capital para operarse, acudió presencialmente a consulta en los días siguientes a la cirugía porque sentía molestias. Una semana después, sus síntomas se agravaron y fue derivada al hospital La Paz, donde estuvo en coma inducido.

La familia de Idalia interpuso una denuncia por el que el juez en el que recayó el caso imputó a tres facultativos de Ceme y a la propia clínica por un posible delito de lesiones por imprudencia. Ahora, sin embargo, ha estimado que no se aprecian indicios suficientes de dicho delito.

El juez niega la petición de unir el caso a otras 19 denuncias

Por su parte, el magistrado también ha denegado, en una providencia fechada este lunes, la petición de los abogados de la familia para que se unieran a este proceso las denuncias de otras 19 personas supuestamente afectadas por negligencias en Ceme.

Paralelamente, otro juzgado madrileño tiene sobre la mesa la denuncia que interpuso el gerente de la clínica Ceme, Rafael de Tena, contra varias supuestas afectadas por mala praxis a las que acusa de formar un grupo que ha vertido críticas contra la empresa con el fin de conseguir dinero, según han informado fuentes jurídicas.

En el caso de Idalia, desde la Clínica siempre han mantenido que la operación se llevó a cabo sin complicaciones y sostenía que todo salió correcto, desconociendo el motivo por el que la fallecida se infectó.