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Conan

'The Freebooters', el Conan gordo y envejecido de Barry Windsor-Smith

  • Una de las grandes obras del mítico dibujante, recientemente galardonado con 3 premios Eisner
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Detalle de la portada de 'The Freebooters'
Detalle de la portada de 'The Freebooters'

Barry Windsor-Smith (Londres, 1949) es uno de los artistas más grandes del mundo del cómic. Fue el primero en dibujar a Conan en las viñetas (en 1970), en una de las mejores etapas del personaje; escribió y dibujó la famosa miniserie Arma-X, en la que se narraban los orígenes de Lobezno y muchos otros cómics inolvidables. Y, a pesar de sus más de 50 años de carrera, sigue en plena forma, como demuestra que su última obra, Monstruos (Dolmen editorial), ha ganado tres de los premios Eisner más importantes: Mejor novela gráfica, mejor guionista/dibujante y mejor rotulista.

Precisamente la editorial Dolmen nos trae otra de sus grandes obras, que permanecía inédita en España: The Freebooters (Los Filibusteros), una especie de parodia de Conan en la que nos encontramos a un bárbaro gordo y envejecido (Axus el terrible) y que, en vez de haberse convertido en rey, como el cimmerio, regenta una taberna de mala muerte. Un cómic muy divertido que, a la vez, revolucionaba la temática y los códigos de los cómics de fantasía heroica (por eso los personajes hablan mucho y pelean poco).

Páginas de 'The Freebooters'

Este cómic, considerado ya un clásico, formaba parte del proyecto más ambicioso de Barry Windsor-Smith: la revista Storyteller, que creó, en 1996, harto de los cómics de superhéroes. Dicha publicación, de mayor tamaño que los comic books, constaba de tres series independientes en las que Windsor-Smith parodiaba los géneros de espada y brujería (The Freebooters), la ciencia ficción (The Paradoxman) y la fantasía heroica (The Young Gods). Y estaba dirigida a un público más adulto y sofisticado.

El volumen está enriquecido con los comentarios del propio Windsor-Smith sobre las historias y las circunstancias en las que se crearon, y con una larga entrevista en la que el artista británico detalla el origen de Storyteller y nos comenta, paso a paso, su método de trabajo. Además de arremeter contra el famoso "método Marvel" de hacer cómics.

Página de 'The Freebooters'

Lo que está claro, por sus comentarios, es su admiración por Jack Kirby, ya que se suele comparar mucho con el 'Rey de los cómics'. También destaca la labor del mejor entintador de Kirby, Joe Sinnott. Esa admiración hizo que, cuando llegó a Marvel, sus primeros trabajos (en Los Vengadores o los primeros números de Conan) fueran una burda imitación de Kirby, pero en apenas dos años logró desarrollar su propio y preciosista estilo, con el que ha firmado algunos de los grandes clásicos del cómic. Incluidas las bellísimas páginas de estos Freebooters.

Un cómic fabuloso que nos permite disfrutar con la creación más personal, arriesgada, delirante y divertida de uno de los artistas más grandes que ha dado el mundo del cómic.

Página de 'The Freebooters'

Y si Conan llevar un bar

La historia de The Freeboters comienza cuando a un joven ingenuo le hacen una profecía sobre el fin del mundo que lo llevará a conocer al mejor guerrero de su época, Axus (qué ahora es un hombre mayor y alejado del peso ideal que regenta un bar). Si a eso le añadimos camareras que hablan por signos, meretrices de buen corazón, cocineros de habla imposible, héroes de mentón cuadrado, poetas de nombre cambiante… Sin olvidar a un poderoso villano que busca venganza, el demoníaco Ammon Gar (parodia del famoso brujo Toth Amon, el peor enemigo de Conan).

Un estupendo reparto de personajes a los que se une un humor delirante y muchos diálogos ingeniosos, en detrimento de la acción, que le interesa menos al autor (aunque también la haya y nos deje algunas escenas espectaculares).

Pero lo que más destaca en el cómic es el arte de uno de los más grandes maestros de la historia del cómic, con páginas bellísimas, llenas de detalles y unos colores realmente vistosos. Ese detallismo de Smith, se vuelve a demostrar en como plasma la hierba en sus dibujos. Y es que, posiblemente, sea el dibujante que mejor ha retratado ese elemento de la naturaleza en toda la historia del cómic. Aunque, por otra parte, Barry Windsor-Smith confiesa sus dificultades para dibujar el pelo (aunque por el resultado nadie lo diría).

Página de 'The Freebooters'

Una revista de cómics adelantada a su tiempo

A pesar de su innegable calidad y ambición artística, la revista parecía condenada desde su origen, debido a su elevado premio (4.95 dólares de la época), a dirigirse a un público adulto y a ese afán experimental de Windsor-Smith, con nuevas temáticas y estilos, que hoy nos parece maravilloso, pero que en esa época era muy arriesgado. Aunque el artista culpa del fracaso del proyecto a su editor, por no hacer publicidad suficiente de la revista.

El editor llegó a ofrecer al autor la posibilidad de separar las tres series en tres cómics distintos, pensando que serían más fáciles de vender, pero Barry Windsor-Smith ya estaba totalmente desencantado, por lo que, al final, solo aparecieron 10 números, Y la historia de los filibusteros quedó incompleta, ya que el autor había abierto varías líneas argumentales que no le dio tiempo a cerrar. Pero, hoy en día, esos cómics son codiciados objetos de coleccionista.

Página de 'The Freebooters'

Y es que, lo más bello de este cómic, más allá de la espectacularidad de sus ilustraciones, es el amor que Barry Windsor-Smith dedica a planificar y ejecutar cada página. Su amor por el cómic. En la entrevista cuenta que un amigo le preguntó que si hacer cómics era tan difícil por qué seguía haciéndolo en vez de dedicarse a la ilustración, mucho mejor pagada, a lo que Barry respondió: "Para pasar a la siguiente viñeta".

Esperamos que Dolmen nos traiga pronto las otras dos series que componían esta inolvidable revista: The Paradoxman y The Young Gods.

Portada de 'The Freebooters'