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Chile se acerca a un cambio histórico con la presentación de una Constitución con perspectiva de género

  • Los chilenos votarán para aprobar o rechazar el nuevo texto el próximo 4 de septiembre
  • De aprobarse, será la primera Constitución redactada de forma paritaria, por 77 mujeres y 77 hombres

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La presidenta de la Convención Constitucion y el vicepresidente, durante el pleno en que se entrega el texto final de la propuesta de Carta Magna
La presidenta de la Convención Constitucion y el vicepresidente, durante el pleno en que se entrega el texto final de la propuesta de Carta Magna

El proceso de cambio constitucional que vive Chile desde hace más de dos años finalizará el próximo 4 de septiembre con la tercera y última votación que aprobará o rechazará el borrador de una nueva Carta Magna. El texto, que ha tardado un año en ser redactado y que ha sido tildado de "radical" por la derecha del país, destaca por sus numerosas propuestas con perspectiva de género y recoge, entre otras cuestiones, la obligatoriedad de tener en plantilla a un 50% de mujeres en los organismos públicos y el reconocimiento de derechos sexuales y reproductivos.

El actual proceso constitucional dio comienzo en octubre de 2020 con el apoyo de cerca del 80% de los chilenos que votaron en un histórico plebiscito celebrado tras un año de intensas protestas que causaron episodios violentos y provocaron una treintena de fallecidos. De hecho, fue en ese contexto de movilización ciudadana del que surgió el alegato "Un violador en el camino", que fue adoptado como himno en muchos otros movimientos feministas alrededor del mundo.

De aprobarse, será la primera Carta Magna redactada de forma paritaria, por 77 mujeres y 77 hombres. La propuesta también incluye la creación de un sistema universal de salud, el fortalecimiento de la educación pública, la protección del medioambiente y una serie de nuevos derechos para la población indígena. De hecho, entre los 154 miembros de la Convención Constitucional que ha elaborado la propuesta hay 17 representantes indígenas, como Elisa Loncón, elegida para liderar la redacción del nuevo texto.

Los ciudadanos de Chile cuentan desde este lunes con dos meses para valorar el texto y tendrán que votar el próximo 4 de septiembre si están dispuestos a incorporar la nueva Constitución o si, por el contrario, prefieren mantener el texto actual, aprobado en 1980, durante la dictadura de Pinochet. El actual ha sido acusado de promover la desigualdad social y se ha reformado en más de 50 ocasiones desde su instauración.

"Hoy es un día que quedará en los anales de la patria", ha afirmado el presidente chileno, Gabriel Boric.

Igualdad de género y una vida "libre de violencia de género"

La propuesta constitucional establece que el Estado "asegura" la igualdad de género para mujeres, niñas y "personas de las diversidades y disidencias sexuales y de género". También habla expresamente de "violencia de género" y recoge el derecho de esas mismas personas a una vida libre de ella "en todas sus manifestaciones", ya sea desde el ámbito privado o público. Reconoce, además, la responsabilidad del Estado para adoptar medidas para prevenir, investigar y sancionar este tipo de violencia.

A lo largo de sus 178 páginas y 388 artículos, el texto incluye propuestas como la composición paritaria en todos los órganos e instutuciones públicos o semipúblicos y establece que deberán contar con una plantilla en la que, al menos, el 50% de sus integrantes sean mujeres. También menciona el deber por parte de los órganos del Estado de incorporar el "enfoque de género" en su diseño institucional , de política fiscal y presupuestaria y en el ejercicio de sus funciones.

Otra de las menciones del texto, que no solo habla de mujeres, si no también de "personas gestantes" y reconoce el acceso a los servicios de salud durante el parto, la lactancia y la crianza.

Derechos sexuales y reproductivos

Uno de los puntos calientes de la nueva Constitución es el artículo que establece que toda persona es titular de derechos sexuales y reproductivos que comprenden, según el texto, "el derecho a decidir de forma libre, autónoma e informada sobre el propio cuerpo, sobre el ejercicio de la sexualidad, la reproducción, el placer y la anticoncepción".

Menciona, además, el deber del Estado de garantizar el ejercicio de estos derechos "sin discriminación" y con enfoque de género, inclusión y pertinencia cultural. Contempla el derecho a la interrupción voluntaria del embarazoo interferencias por parte de terceros, "ya sean individuos o instituciones" e insta a que sea la ley la que regule el ejercicio de estos derechos.

Gabriel Boric, que apoyó el inicio del proceso desde su puesto de diputado en 2019, ha dicho que "el plebiscito no es ni debe ser un juicio al Gobierno", si no, "el debate sobre el futuro y el destino de Chile para las próximas décadas".

"Hay algo en lo que todos y todas tenemos que estar orgullosos: que en el momento de la crisis más profunda política, institucional y social que ha vivido nuestra patria en décadas, los chilenos y chilenas optamos por más democracia y no por menos", ha dicho el mandatario.

Aunque la aprobación de esta nueva Carta Magna fue durante meses la opción mayoritaria, a día de hoy no hay una tendencia clara entre la población e incluso hay sondeos que apuntan a que ganaría el "no".

La derecha chilena ya se ha manifestado que votará en contra de la propuesta, a la que califica de "radical", mientras que la izquierda oficialista se inclina por el sí.