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Ocean y Nilram: un amor LGTBI en busca de refugio

  • "En realidad, vivir en Turquía siendo LGBTI es tan difícil y tan duro cómo vivir en Irán, no hay tanta diferencia"
  • Ocean pidió ir a España con su pareja, pero ante la imposibilidad de demostrar que estaban casados, tuvo que venir solo

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Las Mañanas de RNE - Ocean y Nilram: un amor LGTBI en busca de refugio

Ocean escapó de Irán por cuestiones de identidad sexual. Tenía muchos problemas con su familia, con los amigos y el gobierno. "No tenía otra opción, tuve que salir corriendo de allí", lamenta. Desde 2016 vive en Turquía con protección internacional, se considera una persona no binaria. Allí conoció a la que ahora es su pareja, Nilram, una joven iraní también refugiada por orientación sexual.

Irán es considerado uno de los países más represivos del mundo hacia las personas LGTBI, la homosexualidad es ilegal y se castiga con la pena de muerte. Pero la situación en Turquía, el país que acoge a Ocean y Nilram tampoco es fácil. Si bien la homosexualidad es legal, es rechazada por gran parte de la sociedad y las personas LGTBI sufren todo tipo de discriminación y violencia.

"En realidad, vivir en Turquía es lo mismo que hacerlo en Irán, es tan difícil, tan duro cómo vivir en Irán siendo LGBTI, no hay tanta diferencia", asegura Ocean, que cuenta a RNE que ha vivido con Nilram durante 5 años. "Ella es mi mujer" afirma.

Ocean, refugiade iraní LGTBI Minverva Oso (RNE)

Un amor roto desde que Ocean fue reasentado a España hace seis meses. "Llegar a España fue muy difícil, tuve que vivir 5 años en Turquía sin saber si iba a poder ir a un país seguro, han sido los años más difíciles de mi vida", lamenta.

Llegó a finales de 2020 por reasentamiento, una vía por la que los Estados trasladan a personas refugiadas desde el país donde buscaron protección a un tercer país seguro para ofrecerles una solución duradera. Un mecanismo de solidaridad que, además, facilita esa protección "cuando la seguridad o los derechos de las personas se ven en riesgo en el país en el que pidieron protección", explica Carla Amador, abogada de la ONG Rescate.

España ha ofrecido hasta 1.200 plazas de reasentamiento en 2022, hasta ahora han llegado cerca de 600 personas, la mayoría son refugiados sirios trasladados desde Líbano, aunque hay cinco iraníes que han sido reasentados desde Turquía.

Ocean pidió ser trasladado con su pareja y ACNUR sabía que era refugiade LGBTI, pero ante la imposibilidad de demostrar que estaban casados, tuvo que venir a España solo.

"Es muy complicado con ACNUR, no colaboran, me dijeron que tenía que venir yo y una vez aquí traer a mi pareja", añade.

"Desde el principio dijo que no quería ser reasentado si no venía con su pareja”, subraya Carla Amador, abogada de Ocean. Desde la ONG Rescate, especializada en acompañar a personas perseguidas por pertenecer al colectivo LGTBI, están buscando todas las vías posibles para traer a Nilram a España.

"Los primeros meses fueron de mucha incertidumbre porque no teníamos información de ningún tipo. Después, ACNUR nos llega a decir que no va a haber un nuevo reasentamiento en al menos 2 años y Ocean entró en un bajón muy grande", relata Amador.

Ocean sufre de ansiedad. "Estoy enamorado de mi pareja, es un amor serio, si yo supiera que íbamos a estar tanto tiempo separados no habría venido a España. Yo pensaba que iba ser por poco tiempo, al final somos una familia, somos un matrimonio", insiste Ocean, que desde que llegó ha pedido traer a su mujer por todas las vías posibles.

"No puedo acceder a ningún funcionario de la oficina de asilo, solo hay una dirección de correo electrónico que nadie me responde, todo el mundo pasa de mí", lamenta.

La situación de Nilram en Turquía

Nilram tiene cáncer de tiroides y emocionalmente no está bien. Vive en una ciudad muy pequeña de Turquía, en un barrio difícil, con mucha homofobia. "Una ciudad muy religiosa en la que es muy complicado vivir", asegura Ocean.

"Tiene que estar en casa cada todo el rato, si sale puede tener problemas con cualquier persona. Saben que es lesbiana y allí son comunes las palizas, insultos, discriminación de todo tipo", detalla la abogada.

No se puede mover libremente por el país por su condición de refugiada. "Solo sale a hacer la compra o a ir al médico", relata Amador. Aparte del cáncer de tiroides tiene un problema de corazón, se siente mal físicamente. "A nivel de salud mental no está nada bien, ha tenido varios intentos auto líticos y está siendo una situación muy complicada", añada la letrada de la organización Rescate.

El plan B

Una vez reasentado, Ocean no puede volver a Turquía en tres años, tampoco de visita. "Cuando pensamos en el futuro no tenemos nada claro". Una de las vías que han explorado es un matrimonio por poderes para poder acreditar el vínculo familiar. "Hablamos con el consulado de España en Estambul, pero nos comentaron que no era viable", explica Carla Amador.

"Hay una figura legal que impide a los consulados oponerse a las leyes del país y si en Turquía no se pueden casar, el consulado no puede casarles, y además tendrían que ser las dos nacionales españolas", prosigue la abogada.

Una vez descartado el matrimonio por poderes, han optado por presentar pruebas que acrediten el vinculo familiar y así poder solicitar la extensión familiar, un figura que contempla la Ley de Asilo.

"Tenían empadronamiento conjunto de mucho tiempo, muchas fotos, mails a entidades de Turquía en las que aparece que son pareja ", comenta Amador.

La documentación ya se ha enviado a la Oficina de Refugio y Asilo y ahora están esperando respuesta.

Las expectativas no son muy buenas a corto plazo, van a tener que esperar para poder reunirse. Tanto el reconocimiento de la extensión familiar como el reasentamiento son trámites largos y pueden pasar hasta dos años hasta que puedan reencontrarse.

Mientras tanto, Ocean estudia español y quiere hacer cursos de formación. En Irán trabajaba como técnico de aire acondicionado y conductor.

"Emocionalmente me siento fatal, agotado, mi cuerpo está aquí en España, pero mi alma está en Turquía. España es un gran país, muy interesante, de cuerpo vivo en España, pero de alma en Turquía”.