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Ecuador

Lasso declara el estado de excepción en tres provincias de Ecuador por las protestas en su contra

  • En Imbabura, Pichincha, cuya capital es Quito; y Cotopaxi se han concentrado las manifestaciones por su política económica
  • Organizaciones indígenas y sociales piden, entre otras cosas, que baje el precio del combustible

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El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, ha declarado este viernes el estado de excepción en tres provincias donde se han concentrado las protestas en su contra y ha dicho que está dispuesto a defender la capital, ubicada en la mira de las movilizaciones indígenas.

Lasso, en un mensaje por televisión, ha indicado que declara el estado de excepción en las provincias de Imbabura, Pichincha, cuya capital es Quito; y Cotopaxi, situadas en el centro y norte de la región andina del país.

"Desde aquí me comprometo a defender a nuestra capital y a nuestro país", ha asegurado el gobernante, que ha hecho un nuevo llamamiento al diálogo a "todas las organizaciones sociales", aunque no ha especificado el nombre de ninguna.

Durará 30 días

El estado de excepción decretado por Lasso tendrá de 30 días de duración y contempla la movilización de las Fuerzas Armadas en apoyo de la Policía Nacional para salvaguardar el orden interno, la suspensión de los derechos de asociación y de reunión, y la imposición de un toque de queda nocturno de 22:00 a 5:00 en Quito.

Sin embargo, el punto más polémico del decreto es que "se restringe el derecho a la libertad", de modo que el Gobierno "podrá requerir a los prestadores que operen redes públicas de telecomunicaciones la suspensión, degradación de calidad o limitación temporal de los servicios de telecomunicaciones".

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Asimismo, ha anunciado que incrementará el valor del bono de desarrollo humano que se entrega a los más pobres de 50 a 55 dólares, que condonará créditos vencidos de hasta 3.000 dólares en el banco estatal de desarrollo y que subsidiará a pequeños y medianos agricultores la mitad del coste de la úrea, como medias para frenar el descontento.

"Esas medidas se aplicarán de manera inmediata", ha dicho el mandatario, quien también ha anunciado la declaración de emergencia en el sistema de salud pública del país, aquejado por la falta de medicinas.

La bajada del precio del combustible, una de las principales demandas

También ha hablado de duplicar el presupuesto de la educación intercultural y de abrir líneas para créditos de hasta 5.000 dólares para los agricultores, al 1 % de interés y a 30 años de plazo.

Entre las medias no se ha referido a la congelación y reducción del precio de las gasolinas, que es una de las principales demandas de la protesta, aunque ha prometido que no revisará el valor del diésel, el gas ni la gasolina regular.

También ha descartado entrar en procesos de privatización de servicios públicos y sectores estratégicos, que es otra de las demandas del movimiento indígena, opuesto a la gestión económica del mandatario al que consideran cercano al Fondo Monetario Internacional (FMI).

"Hay gente buena que está marchando para reclamar causas justas, demandas que todavía no hemos podido atender", ha aceptado Lasso, tras recordar que horas antes había llamado al diálogo, pero que, por contra, observó una mayor violencia en las manifestaciones.

El gobernante ha vuelto a convocar a la mesa de conversaciones a todos los sectores de la sociedad, aunque no ha especificado, de forma expresa, si incluía a la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie) u otros colectivos que se han sumado a las protestas.

Las protestas fueron convocadas desde el lunes por la Conaie al cumplirse el primer año del mandato presidencial de Lasso y sin que los distintos intentos de diálogo entre ambas partes llegasen a buen puerto.

Estos cinco días de protestas se han desarrollado con cortes intermitentes de carreteras y manifestaciones en las provincias ahora declaradas en estado de excepción, además de actuaciones en varias instalaciones petroleras tomadas por manifestantes en la Amazonía.