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Familias de urgencia: un hogar para bebés en desamparo

  • Esta modalidad de acogimiento temporal evita que los menores de tres años vivan en una residencia
  • 873 menores vivieron con familias de acogida de urgencia en 2020

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Reportajes RNE - Familias de urgencia: un hogar para bebés en desamparo

Las fotografías de cuatro bebés y dos adolescentes presiden el salón de la casa de María José y Pedro que, desde hace cuatro años, son una familia de acogida de urgencia, un tipo de acogida temporal de entre seis y nueve meses para evitar que los menores de tres años vivan en una residencia. "Esta niña cumple dos años en verano, este niño acaba de cumplir cuatro y este pequeñito tiene ocho meses. Hace un mes que se ha ido con su nueva familia y le echo mucho de menos".

María José afronta ahora la ausencia de David. “El último día es el más triste. La única manera de prepararse es tener claro desde el principio que tu tiempo es limitado y que ese bebé, al que quieres como si fuera tuyo, está contigo hasta que es adoptado o se encuentra una familia de acogida permanente". Una sensación que comparte Jaime y Elena, otra de la veintena de familias de acogida de urgencia que hay en la Comunidad de Madrid. "El duelo hay que pasarlo. Cuando duele es porque le has querido sin reservas y sabes que has formado parte de un capítulo de su vida”.

Cuando duele es porque le has querido sin reservas y sabes que has formado parte de un capítulo de su vida

Ignacio es uno de los ocho hijos de este matrimonio. Lleva en sus brazos a Diego. Tiene diez meses y es el segundo bebé que han acogido. “Es nuestro hermano pequeño, durante el tiempo que está con nosotros es un miembro más de la familia, le cuidamos, ayudamos a hacer biberones, a que duerma la siesta". "Se implican en todo, menos para cambiar pañales", interviene sonriente Jaime.

Los requisitos: disponibilidad total y experiencia

El teléfono de estas familias puede sonar en cualquier momento. Tienen que estar siempre localizados, también los fines de semana y las vacaciones. Una disponibilidad por la que reciben una compensación económica. "Tener experiencia en la crianza y que uno de los miembros de la pareja no trabaje fuera de casa son dos de los requisitos para ser familia de emergencia", explica Jimena García, responsable de Adopción y Acogimiento de la Dirección General de la Familia y el Menor de la Comunidad de Madrid.

Tener experiencia en la crianza y que uno de los miembros de la pareja no trabaje fuera de casa son dos de los requisitos para ser familia de emergencia

Según los últimos datos del Observatorio de la Infancia, 873 menores en situación de desamparo estuvieron en este tipo de acogimiento temporal en 2020, bebés cuyos padres pierden su custodia, renuncian a ellos o piden ayuda porque por distintas circunstancias no pueden hacerse cargo. Estos bebés están con su familia de acogida de urgencia hasta que son adoptados, vuelven con su familia biológica o pasan al cuidado de una familia de acogimiento permanente.

Las familias de acogida son una alternativa a los centros para menores

Elena es otra madre de acogida de urgencia. Acuna a Javier, un bebé de seis meses que gimotea en sus brazos y al que su marido, Octavio, y sus tres hijos biológicos cuidan desde su nacimiento. Antes de él, ha cuidado de otros diez niños y niñas. "Es un bebé muy tranquilo, ya reconoce a mis hijos, se vuelve loco con ellos, eso sí, está con los dientes, por eso está inquieto".

Un Libro de Vida para que sepan que siempre fueron queridos

El pequeño Javier, al igual que David y Diego -a los tres les hemos dado otro nombre- recibirá, cuando concluya su acogida de urgencia el que se conoce como Libro de Vida, su historia hasta ese momento. "Un álbum de recuerdos con fotos de su primera navidad, de la piscina de los momentos que estas familias han compartido con ellos”, nos cuenta María José. "Cuando se van con su otra familia ya llevan algo suyo, les guardo su primer chupete, sus juguetes y su dudú, su primer peluche o mantita que utilizan para dormir", asegura Elena.

Siempre digo que no tengo un interruptor para el cariño. Siempre me gusta saber de ellos, aunque ya no vivan con nosotros

Otros bebes llegarán a los hogares de estas tres familias de acogida de urgencia. Y se irán, pero siempre sabrán que fueron queridos. "Mi hija Teresa dice siempre que cuando la otra familia quiera salir a cenar y tengan que buscar a una baby-sitter para cuidarlo, que me llamen a mí. Hemos sido parte de su historia y nos gustaría seguir conociendo su historia", nos dice Jaime.

La decisión de mantener el contacto corresponde a la nueva familia. “Siempre digo que no tengo un interruptor para el cariño. Siempre me gusta saber de ellos, aunque ya no vivan con nosotros”, confiesa Elena. Algo que corrobora María José. "Hay quien te dice que no te encariñes tanto, pero ¿eso cómo se hace? Yo no sé hacer eso. Te entregan un recién nacido con cinco días que está contigo varios meses, formando parte de la familia".