Los supervivientes de Bucha recuerdan el horror: "Al hijo de mi vecino lo mataron por la espalda"

• Un equipo de TVE vuelve a la ciudad donde se investigan posibles crímenes de guerra
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El rastro de la devastación en Bucha

Durante más de un mes los rusos ocuparon Bucha, una ciudad a unos 30 kilómetros del norte de Kiev, que se ha convertido en símbolo involuntario del horror de la guerra. Las imágenes de los cadáveres en las calles o en enterramientos improvisados dieron la vuelta al mundo y provocaron la repulsa internacional.

Las tropas rusas se acabaron replegando ante la defensa ucraniana pero dejaron un rastro de devastación que se ve a cada paso, en cada rincón, y que permanece imborrable en las mentes de los vecinos que sobrevivieron a la invasión. "Al hijo de mi vecino lo mataron por la espalda", recuerda Viktor a un equipo de TVE que ha retornado al lugar. Este hombre tuvo que atrincherarse en su casa ante la llegada de los soldados.

"Mi vecino salió un día a buscar agua y desapareció"

Unos metros más allá, en la bautizada calle del horror donde aparecieron numerosos cuerpos, dos vecinas relatan el infierno vivido: "Mi marido necesitaba medicamentos porque estaba enfermo, se le acabaron y acabó muriendo, le acabamos enterrando en el jardín", señalan Olga e Irina.

Otro joven, Alex, huyó junto a su familia antes de que el ejército tomara la ciudad pero su vivienda fue ocupada por los soldados que la han arrasado. El gobierno ucraniano cifra en 400 los vecinos de Bucha que fueron asesinados, unas muertes que ahora se investigan como posibles crímenes de guerra.

"Mi vecino salió un día a buscar agua y desapareció", rememora Elena sobre aquellos días. Los más ancianos de Bucha aseguran que ni los nazis que pasaron dos veces por la ciudad durante la IIGM cometieron tantas atrocidades como las tropas del Kremlin.

Rusia continúa concentrando tropas y fortaleciéndose en el este de Ucrania y, aunque las sirenas antiaéreas siguen sonando prácticamente en todo el país, en las últimas horas se registran menos bombardeos, cuando se cumplen 66 días desde la invasión.

Según el parte del ejército ucraniano, las operaciones ofensivas rusas continúan con el objetivo de controlar las provincias de Donetsk y Lugansk y para "mantener el corredor terrestre con Crimea", y acusa a Rusia de "lanzar ataques aéreos, con misiles y artillería contra la infraestructura civil y militar".