Luis Tosar: "'Código emperador' no juzga a los personajes, se lo deja al espectador"

• Hablamos con el director y los protagonistas de la película, que este viernes inaugura Málaga
• Código emperador cuenta con la participación de RTVE y también se estrena en cines este 18 de marzo

El equipo de 'Códio emperador' ha presentado la película en Málaga

Elegida para inaugurar este Festival de Málaga e inspirada por escándalos políticos recientes que todos recordamos, Código Emperador, de Jorge Coira (Hierro, El año de la garrapata), se adentra en las cloacas y secretos del estado a través de la historia de Juan (Luis Tosar), un agente de los servicios secretos que lo mismo investiga los trapos sucios de los políticos, que tapa los escándalos de futbolistas. Hemos hablado con el director y los protagonistas de esta película, que cuenta con la participación de RTVE y que se estrena en cines este mismo viernes, 18 de marzo.

Preguntamos a Jorge hasta qué punto la película está basada en nuestra actualidad: "Esperamos que la película recuerde a muchas cosas y que conecte, ya no tanto con elementos de ahora mismo como con todos esos escándalos políticos de estos últimos años y de una realidad que está ahí, que es muy difícil de ver, porque es una realidad oculta y solo va emergiendo, de vez en cuando, cuando se abren brechas y llegan hasta los medios. Pero solo vemos la punta del iceberg de esos secretos. Es entonces cuando podemos intuir parte de lo que se mueve ahí detrás, pero es imposible, es imposible saber todos esos secretos, yo diría que ni siquiera estando ahí, ni siquiera siendo parte de ese mundo oculto que existe en la trastienda del poder".

"Es un mundo en el que la mentira, la desinformación, el ocultamiento, la manipulación... son parte del juego -añade-. Con lo cual, nadie lo sabe todo. Nosotros hemos investigado mucho, hemos hablado con mucha gente, miramos un montón de noticias, un montón de casos... Muchos de ellos van emergiendo en la película, aunque a veces cambiamos los nombres de ciertos elementos que no son imprescindibles para poder ir a lo esencial. Pero con todo, en muchísimos casos encuentras afirmaciones totalmente contradictorias de unos y otros y versiones contradictorias. Así que, en la mayor parte de los casos es muy dificil llegar a la verdad".

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Pero... ¿de qué es capaz el poder para perpetuarse? "La historia nos enseña que de cualquier cosa, literalmente de lo que sea -asegura el director-. Por eso es necesario que haya ciertos límites para para poder controlarlo. Creo que en ese sentido se van dando pasos, aunque estamos muy lejos de que esos controles que se ejercen sean realmente efectivos e inpidan que los poderosos no cometan barbaridades".

"La película no habla tanto de la política -añade el director-, sino sobre la parte oculta de la élite. Y la élite afecta a muchos terrenos diferentes, como el fútbol, el poder Judicial, el periodismo. La élite es muy compleja y lo que nos interesa mostrar es su parte escondida".

Una película que se aleja de los agentes secretos estilo James Bond, para fijarse en el cine policíaco de los años 70 como las películas de Sidney Lumet (Serpico, Tarde de perros). "Si, Lumet es uno de los directores que más me gustan y siempre decíamos que nos gustaría que "oliese" a ese cine de los 70. El cine de esa época consigue una mezcla maravillosa de elegancia y suciedad que yo quería traer a esta película y que pudiera respirarse durante toda la historia. Que fuese una historia dura y mostrara una realidad muy compleja, pero que también mostrase esa elegancia del cine de los años 70".

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Luis Tosar es Juan

Luis Tosar es Juan

Juan (Tosar) trabaja para los servicios secretos y, con el fin de tener acceso al chalet de una pareja implicada en el tráfico de armas se acerca a Wendy, la asistenta filipina que vive en la casa. En paralelo, Juan realiza otros trabajos “no oficiales” para proteger a las élites más poderosas del país, que ahora han puesto sus ojos en Ángel González, un político aparentemente anodino cuyos trapos sucios deberá buscar o “inventar” con la ayuda de Marta, la hija de un reconocido actor.

"El thriller político es un género que siempre me ha gustado como espectador y que el cine español no ha abordado demasiado -asegura el actor. Yo crecí con ese cine de espías y política de los años 70, como Los tres días del cóndor, Todos los hombres del presidente, La conversación... El director de la película es Jorge, que es como mi hermano y con el que rodé mis primeros cortometrajes, y además el guion de Jorge Guerricaechevarría es estupendo; y si a eso le añadimos que no hay muchas oportunidades de rodar algo así en el cine español, solo podía decir que sí a esta película, que refleja muy bien nuestra realidad actual y los escándalos políticos de estos últimos años".

Sobre qué hay de realidad y qué de ficción en Código emperador, Luis asegura que: "Todo y nada. Todo está basado en cosas que han ocurrido en estos años y hay algunos personajes que os recordaran a algunos que han aparecido en los medios de comunicación. Pero con este material la película construye un universo nuevo que no tiene que ver con un caso en concreto. Aunque es cierto que la realidad de la política nacional nos iba acompañando a medida que hacíamos la película e incluso nos ha pasado por delante",

En cuanto a Juan, Tosar asegura que: "Es un tipo que se enfrenta a una crisis personal, de valores, profesional e incluso emocional. Empieza a a darse cuenta de que lo que hace no es exactamente lo que creía. El fantaseaba con la idea de que estaba realizando un trabajo más o menos opaco, pero que tenía que ver con la salvaguarda de la seguridad nacional. Pero poco a poco se va dando cuenta de que gran parte de ese trabajo consiste en restaurar los platos rotos o la refutación de algunos elementos del poder, que tienen más que ver con sus vidas privadas que con la seguridad nacional. Y para ello debe pasar por encima de valores humanos imprescindibles que ver con la ética y la moral. Hasta ahora todo eso le importaba poco, porque él estaba muy convencido de que el fin justificaba los medios, pero ahora se da cuenta de que el fin de las cosas que se ve obligado a hacer no es demasiado loable".

Lo bueno de la película es que no juzga a los personajes: "Dejamos que el espectador participe bastante, que saque sus propias conclusiones y que se sorprenda a medida que ocurren las cosas, porque hay muchos giros de guion. Yo no juzgo nunca a los personajes. Nunca decido si son buenos o malos. Yo los acompaño en el viaje, les pongo cara, cuerpo y emociones; y a partir de ahí el espectador lo recibe como quiere. Pueden pesar que Juan es un hijo de puta o que tiene ciertos visos de principios. Someter al espectadora las dudas a las que se enfrenta el personaje también es parte del juego".

En cuanto a la relación de Juan con Wendy, Tosar nos comenta: "Creo que son dos personajes que están muy solos y que se enfrentan a un mundo que emocionalmente se les antoja muy complejo. Y se encuentran por una cuestión fortuita, básicamente profesional. Creo que de alguna manera se amparan entre ellos. En el caso de Juan encuentra esa sensación de comodidad y de hogar. Cuando está con Wendy empieza a crecer y es lo que le hace plantearse que quizá está haciendo demasiadas cosas incorrectas y debería parar la maquinaria ahora que quizá todavía está tiempo, sin que tenga tampoco una perspectiva maravillosa delante. Pero hay una cosa bonita que plantea la película y que dice el personaje de Galán (Miguel Rellán) que es que todo el mundo tiene un deseo. Yo creo que Juan descubre su deseo lo largo de esta historia: que quiere hacer otras cosas, tener otro tipo vida".

Como actor, uno de los retos de la película han sido las secuencias de acción. "Queríamos acercar la pelicula lo más posible a nuestra realidad. Rodamos esas escenas de acción de la manera más verosímil. Por eso pueden ser menos glamurosas pero también más reales y exentas de artificio. Es lo que decía al principio de regresar al cine de acción de los 70 y a esos personajes más terrenales, menos superheróicos que Jason Bourne o James Bond, que a mí me encantan, pero que son mucho menos realistas" -concluye Tosar-.

Alexandra Masangkay es Wendy

Alexandra Masangkay es Wendy

Alexandra Masangkay (El hoyo, Los últimos de Filipinas) es Wendy, la criada de la casa de la que se aprovecha Juan, hasta que entre ambos surja una verdadera atracción. "Es una joven que dejó Filipinas para buscar un mejor futuro aquí en España, para poder trabajar y ayudar a su familia en Filipinas. Trabaja en un lujoso chalet de la moraleja e intuye y se huele que sus jefes no son muy de fíar, pero como quiere ningún tipo de problemas, se hace la despistada. Su objetivo principal es trabajar y ahorrar todo lo que pueda para volver cuanto antes a Filipinas. Por eso huye de los problemas, hasta que se topa con Juan y la cosa se complicará mucho más de lo que ella esperaba".

Wendy iniciará una relación con Juan que, al menos al principio, también se basará en las mentiras. "Al final los dos son personas muy solitarias, muy enfocadas en su trabajo, que no quieren más complicaciones y, de repente, encuentran en su relación algo en común; como un lugar seguro donde poder desarmarse, ser ellos mismos. Al principio solo buscan eso, estar cómodos juntos. Y aunque lo que haya detrás sean mentiras, qué más da si están a gusto" (ríe)

Alexandra reconoce que no es muy aficionada al fútbol, otro de los temas que aparecen en la película: "Pero, como todo el mundo, soy consciente del poder que tiene en nuestra sociedad. Por eso era impensable no mostrarlo y reflejarlo en una película en la que se habla sobre el poder".

Maria Botto es Charo

Maria Botto es Charo

María Botto, que la semana pasada estrenaba Malnazidos, es Charo, una periodista a la que Juan a veces da exclusivas, cuando al poder le interesa que también se filtre algo o cuando necesita sentirse mejor consigo mismo. Posiblemente el único personaje que no miente en la película. "Sara es una periodista que ama su trabajo, que ama la verdad, y que, al contrario que el resto, que haría cualquier cosa por mantenerse en el poder, ella haría cualquier cosa por contar esa verdad. Creo que es alguien muy honesto y que sufre mucho la mentira. Por eso sufre al tener a este "amigo", que ella sabe que maneja información importante y que no la comparte, porque siente que es necesario contar la verdad".

"Ambos se conocen desde hace mucho tiempo. De hecho comentamos con el directo que esta relación se parece a la que tengo yo con Luis Tosar. Nos conocemos desde hace mucho y para mí es casi como mi hermano mayor, e incluso hizo de mi hermano mayor en una obra de teatro. Tenemos mucha confianza, pero los hermanos también se pelean mucho, porque se pueden decir las verdades, echarse las cosas en cara y ser muy honestos. Eso es lo que pasa con los personajes de la película. Juan tiene mucho aprecio a Charo y hay una relación de respeto, de admiración... y un poco de amor-odio" (ríe)

"La película refleja algo muy interesante, que son los diferentes poderes económicos -asegura la actriz-. Incluyendo el poder del fútbol y todo el dinero que mueve. Y, por lo tanto, todo lo que se tiene que tapar. También refleja muy bien el poder económico y el político y, sobre todo, lo que tienen que hacer los que quieren mantener ese poder. Y las cosas que necesitan para ocultar sus trapos sucios".

Por eso María piensa que la labor de los periodistas es fundamental para controlar al poder: "Es importantísimo. pero creo que los intereses económicos cel poder están afectando al periodismo, a la política... Al final nos llega más lo que ese Poder quiere que sepas, que la verdad. Por eso ya no solo nos llegan 'Fake News', sino que edulcoramos la realidad, ponemos frases fuera de contexto... es decir, no mentimos, pero cambiamos el marco. Por eso creo que hay que depurar, no solo en la política, sino que tenemos que empezar a limpiar. A ser mucho más claros en todos los poderes".

Denís Gómez es Ángel

Denís Gómez es Ángel

Denís Gómez (El sabor de las margaritas, El vecino) es Ángel, un político del que las élites quieren descubrir los posibles secretos que oculte. "Es un buen hombre -asegura Denís, un pobre hombre, un político de partido que no ha destacado mucho nunca en su carrera política y que quizá ha llegado el cenit de su carrera, a lo mejor por no haber sabido arrimarse a quien tenía que besar. Pero precisamente por eso, las élites del poder, los que mandan más de lo que creemos que mandan, se han fijado en él, aún no sabemos muy bien para qué. Y eso puede ser su su condena también, porque el personaje de Luis Tosar tendrá que investigar a fondo si realmente es una persona con un currículum tan inmaculado como parece. O si hay mácula detrás".

Denís destaca el valor de la película al retratar las cloacas del Estado: "Yo creo que esas cloacas se reflejan, además, de mil maneras. Ahí tenemos al personaje de Luis Tosar intentando hacer frente a diez mil maneras un poco oscuras de hacer el mal dentro del poder. Yo creo que eso queda muy bien reflejado en el thriller. Es un personaje frente a víctimas y verdugos".

Como ya hemos dicho que la película se inspira en hechos reales, preguntamos a Denís si su personaje también se basa en algún político famoso: "Para nada. Lo curioso es que yo sí me parezco al personaje porque ambos estamos licenciados en Derecho. Y gracias a eso he conocido a algún que otro personaje parecido al que interpreto. pero todos tenemos referentcias claras de este político, en españa y en otros países. Por salir de España diría que me he visto reflejado en Emmanuel Macron, en Francia".

Pero... ¿Corrompe el poder? Esa es la pregunta que plantea la película -afirma Denís-. Si existe la bondad en la política o incluso si conviene. ¿Se puede ser buena persona y ser político? He ahí la cuestión".

Como decímos, la película también se trata el tema de la información. "La información es poder, sobre todo cuando está tergiversada -asegura el actor-. Estamos en un mundo en el que no paramos de bombardear con titulares, pero que pocas veces llegamos a ver el cuerpo de la noticia. Por eso la información es poder, es como un bitcoin, como una moneda de cambio".

Georgina Amorós es Marta

Georgina Amorós es Marta

Para intentar conseguir trapos sucios sobre ese político que tiene que investigar, Jorge no duda en chantajear a Marta, la hija de un famoso cantante a la que una vez salvó de un escándalo. Una joven a la que interpreta Georgina Amorós (Élite): "Marta es una chica que aparentemente es muy arrolladora, tiene muchísimo carácter y las cosas muy claras. Parece inquebrantable. Pero en realidad es porque esconde un montón de coso, que no es que sean oscuras pero sí que la hacen más vulnerable, que son del pasado que comparte con Juan. Un pasado que ha intentado machacar y tapar y enterrar... Pero ahora Juan se vuelve a acercar a ella, por un motivo, y vuelve a remover toda esa mierda".

"Algo que me gusta de esta película es que no es que los personajes mientan, sino que nunca sabes hasta que punto están diciendo la verdad. No sabes si irte con ellos o no irte con ellos. Es un dilema que yo tuve viendo la película, porque, por un lado yo me iba con todos los personajes sin dudarlo, pero, por el otro decía: "Hostia", no, que hay un fondo un poco oscuro por debajo".

"En la película también se habla sobre las espectativas que la gente tiene de nosotros -añade-. De lo que los demás te ponen en tus espaldas, y entonces ya eres eso, que de lo que tú te consideras que. Creo que ese es el dilema que tiene Marta. Hay una forma, que es como ella se ve y como se quiere ver. Y hay otra versión que es como el mundo la ve. Y parece que no puede deshacerse de esa imagen por mucho que lo intente".

Arón Piper es Fernando

Arón Piper es Fernando

Aron Piper (al que también habréis visto en Élite) es Fernando, uno de los mejores futbolistas del mundo al que Jorge también tendra que sacar de un lío. "Fernando -nos cuenta el joven actor-, es el claro ejemplo de una persona que tiene la protección del poder, por ciertos intereses, y por lo tanto es una persona que puede hacer lo que quiera, porque va a estar protegido de alguna manera u otra".

"Es un personaje -añade-, que sirve para reforzar un poco la la imagen de Jorge (Luis Tosar) en la película. Y también para que ese personaje de Tosar nos muestre que, a pesar de a lo que se dedica, sigue manteniendo una cierta moralidad. Una moralidad que le hará replantearse muchas cosas durante toda la película".

Preguntamos a Arón si cre que en España el fútbol es una cuestión de Estado de la que tengan que ocuparse los servicios secretos: "No sé como será en otros países pero aquí el fútbol tiene un gran peso y una gran importancia. ¿Qué duda cabe?. Es un deporte que mueve muchísimo dinero y ya sabemos que donde hay dinero, hay poder e intereses. Así que sí, el fútbol tiene un gran peso".

En cuanto al lado oscuro de su personaje, Arón asegura que: "Creo que todos tenemos un lado oscuro que es necesario, porque si no hay lado oscuro no hay lado luminoso. Yo siempre intento empatizar con todo, incluso con este personaje que, si te pones a pensar, no es más que un niño mimado al que le han dado todo en la vida y no tiene miedo a las consecuencias de sus actos porque siempre hay alguien poderoso que lo protege".