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La joven agredida por la 'manada' de Manresa declara en el juicio: "Tuve mucho miedo" de morir

  • La víctima sufre depresión y episodios de ansiedad
  • La Fiscalía pide condenar a tres de los acusados a 55 años de cárcel por agresión sexual

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Tres de los siete acusados por la violación múltiple a una menor en Manresa
Tres de los siete acusados por la violación múltiple a una menor en Manresa

La chica que denunció una agresión sexual múltiple cuando tenía 17 años en el caso conocido como 'la manada de Manresa' (Barcelona) ha explicado en el juicio que cuatro hombres la violaron consecutivamente en un piso, tras una invitación de los presuntos agresores para cenar allí.

La joven ha asegurado que "tuvo mucho miedo" de morir y que, desde entonces, sufre ataques de pánico, no puede ir sola por la calle ni tampoco ha podido retomar sus estudios: "Mi vida ha sido una puta basura".

El juicio a la 'manada de Manresa' ha empezado este viernes en la Audiencia de Barcelona con la declaración de la víctima y de los policías que investigaron el caso, y está previsto que se alargue durante dos jornadas más.

La chica, que en ese momento era menor de edad, ha contado que el 13 de julio de 2019 por la tarde conoció a un grupo de personas en una plaza de Manresa, y que la invitaron a cenar en su piso mientras hacían tiempo para una fiesta esa noche a la que ella también pensaba ir.

Al llegar a la vivienda, un piso ocupado, ha explicado que cenó, estuvieron bailando y la invitaron a chupitos y a fumar hachís. Según su testimonio, al principio estaba a gusto y no sospechó de ellos, y a preguntas de la fiscal ha detallado que no hubo "ninguna insinuación sexual", ni de ella ni de los hombres.

Sin embargo, ha explicado que después de un rato los chicos insistieron en que fuera a un dormitorio: "Me dijeron que me veían muy mal y necesitaba descansar. Yo me negué, pero insistieron mucho, me llevaron un poco forzosamente, pero pensé que era por mi bien y que necesitaba descansar aunque yo no me veía mal del todo".

Ha contado que, una vez en el dormitorio, se tumbó en un colchón para intentar descansar, pero al rato entró un chico y la violó, y ha explicado que los otros tres entraron por turnos en la misma habitación y también la agredieron.

"Les hice entender de todas las formas que pude que no quería. Les dije que pararan, me intenté levantar y chillar (...), pero ponían todo su cuerpo encima mío y no podía moverme apenas"

Ha insistido en que llegó a "forcejear" para "quitárselos de encima" después de que una de las defensas le cuestionara si "intentó cerrar las piernas".

Durante los interrogatorios de las acusaciones y las defensas ha remarcado que en ningún momento quiso tener relaciones sexuales con ellos, que se opuso y que, aunque gritó, el resto de personas que había en el piso no acudieron para ayudarla: "Me los intentaba sacar de encima, chillaba, lo hacía con todo lo que podía".

También ha dicho que pensó en intentar escapar, pero "tenía miedo, ya que en el comedor había muchísimas personas", que, según ha declarado, sabían que estaba en esa habitación, pero no la ayudaron.

La joven padece depresión y ansiedad

La víctima ha subrayado que, desde la violación, no ha podido rehacer su vida, ha dicho que tiene "pensamientos suicidas y de hacerse daño constantemente" e incluso ha tildado su vida de "puta basura".

"He engordado 40 kilos en año y medio por la ansiedad de estar en mi habitación sin poder salir. No tengo contacto con mis amistades por la depresión y el malestar. Tengo muchísimos ataques de pánico (...), tengo fobia a los hombres y no quiero que me toquen, incluso con mis familiares. Siento que no puedo ir sola por la calle, duermo en estado de alerta. He intentado seguir con las clases, pero no he podido", ha explicado.

Los mossos dicen que su testimonio era "muy coherente"

Entre los mossos que han declarado este viernes están los primeros que atendieron a la chica esa noche: esa patrulla la recogió en la calle y llevó en el coche policial hasta el piso de los sospechosos, siguiendo las indicaciones que les dio ella, para identificar a los acusados.

La abogada de uno de los acusados ha preguntado a los agentes si la chica estaba ebria o drogada en ese momento, y si eso podría haber afectado a su voluntad o a su percepción de los hechos, a lo que un policía ha contestado que "se notaba que había estado de fiesta, pero era muy muy coherente con lo que decía".

En este sentido, ha remarcado que la chica fue capaz de recordar el camino hasta el piso, que había hecho a pie unas seis horas antes, para guiar a los agentes, y ha dicho que explicaba los hechos asustada.

Otro de los policías que atendió a la chica esa noche ha señalado, también a preguntas de la defensa, que la menor les explicó que había estado bebiendo "pero en ese momento no se veía estado de embriaguez", y el resto de agentes que la atendieron esa noche han coincidido con ellos.

En este juicio, la Fiscalía pide condenar a cada acusado a 55 años de cárcel: a tres de ellos por un presunto delito de agresión sexual y como cooperadores necesarios de dos más; y al cuarto acusado por un intento de violación y por cooperación necesaria en los otros delitos.