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Rumbo a Tokio

Héctor Cabrera: "Si este año no me hubiese lesionado, estaríamos luchando por superar los 70 metros con facilidad"

  • El lanzador de jabalina valenciano viene de superar una grave lesión y aspira a subir al podio en Tokio
  • Héctor Cabrera, con una deficiencia visual desde niño, ha terminado una carrera, da conferencias y acaba de publicar un libro

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Héctor Cabrera representará a España en los Juegos Paralímpicos de Tokio, en la modalidad de lanzamiento de jabalina
Héctor Cabrera representará a España en los Juegos Paralímpicos de Tokio, en la modalidad de lanzamiento de jabalina

Entre los atletas españoles que optan a medalla en los Juegos Paralímpicos de Tokio, figura Héctor Cabrera (Oliva, 1994). Después de superar una grave lesión y si el físico le respeta, el valenciano entra en muchas quinielas para subir al podio en lanzamiento de jabalina. Participó en los Juegos Paralímpicos de Río 2016, fue campeón de Europa en 2018 y récord del mundo en F12 en 2019. Además, ha terminado la carrera de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, imparte charlas y conferencias y, por si fuera poco, acaba de publicar un libro junto al periodista David Blay y la ilustradora Mamen Marcén (Un extraordinario don, Editorial Sargantana). En él cuenta la historia de un niño llamado Héctor al que le diagnostican el Síndrome de Stargardt a los 9 años pero que sigue adelante con sus sueños como, por ejemplo, conseguir una medalla en los Juegos.

P - ¿Cómo definirías tu momento actual, sobre todo después de la plata obtenida en el el Campeonato de España de Atletismo en Sevilla hace unos días?

R - Diría que no estoy al 100%, pero aún no estamos en la recta final (hacia Tokio) y espero que en este tiempo cambien muchas cosas.

Estamos un poco lejos para ser competitivos

P - ¿Como cuáles?

R - Sobre todo, que mi estado físico y técnico mejore mucho más. He pasado un año muy difícil con las lesiones y, poco a poco, se va viendo en los entrenamientos que voy mejorando, pero aún estamos un poco lejos para ser competitivos.

Cabrera ha entrenado duro los últimos meses, después de sufrir la rotura de ligamentos de su rodilla en julio de 2020

Cabrera ha entrenado duro los últimos meses, después de sufrir la rotura de ligamentos de su rodilla en julio de 2020 HÉCTOR CABRERA

Una lesión que hizo peligrar la cita paralímpica

P - La rotura de ligamentos en julio de 2020, ¿te hizo temer en algún momento por la participación en los Juegos?

R - Sí, claro, pero por el simple hecho de que no conocía la gravedad de esta lesión. Todo el mundo me decía que era una lesión muy complicada, que tendría que pasar por quirófano cuanto antes porque los meses de recuperación eran muy largos. Siempre he sido una persona muy tranquila, bastante serena, pero llegué a pensar que no podría acudir a los Juegos de Tokio en condiciones.

P - ¿Y psicológicamente? ¿Cómo te afectó?

R - Hay que saber sufrir. Es una recuperación muy larga y costosa y tienes que confiar en mucha gente: fisios, médicos, nutricionistas, psicólogos... Tienes que crear una pequeña familia de recuperación que te lleven por el buen camino. No ha sido fácil, pero quiero sacar la parte positiva de todo. He aprovechado estos meses para descansar mentalmente. No en vano, llevábamos sin parar prácticamente ni un solo mes desde 2014.

He aprovechado los meses de la lesión para descansar mentalmente

P - ¿Tienes ganas de revancha, aunque sea interna, después de lo que pasó en Río 2016? (Llegó como favorito, con el récord de Europa, pero terminó quinto)

R - Un poco sí, aunque mucha de la gente que participó entonces no va a estar este año. Tampoco sabría decirte si es una revancha, pero sí acudo con ganas de subir a algún cajón del podio.

P - ¿Te marcas alguna distancia como objetivo a corto o medio plazo? Esos 70 metros… ¿son una utopía?

R - No es ninguna utopía. Si este año no me hubiese lesionado, estaríamos luchando por la barrera de los 70 metros con muchísima facilidad. Pero las circunstancias son las que son y, en este momento, no me pongo ninguna distancia como objetivo. Simplemente quiero llegar a Tokio en las mejores condiciones, disfrutar y a ver qué sale. Lo importante en la jabalina es estar fino técnicamente.

Héctor Cabrera y Kim López en los Juegos Paralímpicos de Río 2016

Héctor Cabrera y Kim López en los Juegos Paralímpicos de Río 2016 MARCELO SAYAO / AGENCIA EFE

Una vida de lucha como ejemplo

P - ¿Por qué decides escribir un libro y cómo ha sido el proceso?

R - No surgió de repente. Hace años que nos planteábamos algo así, como una idea alocada, junto a David Blay y otros amigos. Mucha gente me decía que podría servir de ayuda o ejemplo a otras personas, pero nunca lo había tenido claro. Sin embargo, justo antes de la cuarentena, el periodista David Blay vino conmigo a una charla en un colegio, me escuchó hablar y comprendió muchas de mis circunstancias. Él es padre y entendió lo difícil que había sido todo para mis padres y para mí. Entonces, al salir de la charla, me empujó a ello, a contarlo. Yo sabía exactamente lo que quería decir en el libro, pero también necesitaba a alguien que me diera el empujón. Al final, tenemos muchas cosas en la cabeza y no podemos sacar tiempo para todo. Él ofreció su ayuda, nos sentamos un fin de semana, plasmamos las ideas que tenía y finalmente ha quedado un libro extraordinario. Es el primer libro ilustrado de un deportista paralímpico en toda España. Espero que motive a más personas a escribir sobre sus vidas e historias y que sirvan como ejemplo.

Espero que el libro motive a más personas a escribir sobre sus vidas

P - ¿Te pesa ser ejemplo para otras personas?

R - No lo veo como ningún tipo de presión. Al final, yo también tengo ejemplos en otras personas y al revés también será así. Me alegra porque siempre intento dar la mejor versión de mí e intento que la gente dé la suya. Me siento halagado si soy un ejemplo.

P - Pese a la deficiencia visual, has conseguido acabar una carrera. ¿Qué dificultades te has encontrado?

R - No es nada fácil sacarse una carrera, pero teniendo una discapacidad visual se complica un poco más. En mi caso, tengo la suerte de haber aprendido durante años la necesidad de memorizar, de recordar y de atender en clase y eso me ha facilitado el estudio. Además, estudié una carrera en la que, día a día, fui aprendiendo (Ciencias de la Actividad Física y del Deporte), lo que hizo más sencillo terminarla. Hubo algún momento crítico o con asignaturas más difíciles, como en todas las carreras, pero siguió gustándome como el primer día. Disfruté, aprendí y este año ya estoy en el Master de Profesorado de Secundaria, acabándolo ya, y con el objetivo de ser uno de los docentes que enseñen los valores y las experiencias del mundo paralímpico.

No me importaría se referente para otras personas

P - ¿Te imaginas a ti mismo así, dentro de un tiempo, al otro lado de la clase?

R - Siempre me ha gustado la docencia, los profesores han sido referentes para mí y no me importaría serlo para otras personas, que conciban el mundo paralímpico no como un ámbito de personas con discapacidad sino como un mundo de personas con muchas capacidades.

El lanzador, además de deportista de élite, ha terminado una carrera, ofrece charlas y acaba de publicar un libro

El lanzador, además de deportista de élite, ha terminado una carrera, ofrece charlas y acaba de publicar un libro TYTUS ZMIJEWSKI / AGENCIA EFE

El síndrome de Stargardt

P - ¿Cómo aparece la enfermedad en tu vida?

R - Empezó desde pequeño, con 9 años. Mis padres vieron que me acercaba mucho a la TV, que me costaba leer, que no conseguía prestar atención en clase. Algo no iba bien. Fuimos a diferentes especialistas, algunos decían que era una manera de llamar la atención, otros que era un aspecto psicológico de la infancia… demasiadas interpretaciones diferentes.

Con los años, después de haber pasado por bastantes médicos, entendimos que había un diagnóstico común entre todos y apostamos por algo mucho más específico: fuimos al Instituto de Microcirugía ocular de Barcelona y me hicieron pruebas bastante determinantes para averiguar qué enfermedad era. Allí descubrieron que era el Síndrome de Stargardt. A partir de ahí entramos a formar parte de la familia de la ONCE, y desde ese momento abrimos otros ojos y empezamos a adentrarnos en el mundo del deporte paralímpico. Empecé a conocer el atletismo y me enamoré de este deporte.

Cuando conocí el atletismo, me enamoré de este deporte

P - ¿Por qué la jabalina?

R - Yo venía de hacer muchos deportes cuando era pequeño, con lo que mis condiciones físicas eran buenas. Pero estando con Julio Santodomingo en un campus multideportivo de verano, me invitó a un critérium internacional en Lituania y, entre las disciplinas, estaba el lanzamiento de pelota. Una anécdota de esa competición: lancé la pelota, pasó por encima de los jueces y al girarse no sabían dónde había caído. Fue decisivo para mi elección. Cuando volví a España, lo más parecido que había al lanzamiento de pelota era el de jabalina. Y ahí me quedé hasta el día de hoy.

Repetimos el lanzamiento de jabalina más de 3.000 veces al año

P - ¿Es una disciplina muy técnica? Entendemos que hay mucho más que fuerza en el lanzamiento...

R - Sin duda. Al final es como casi todos los deportes técnicos, como por ejemplo el tiro con arco. Es cuestión de repetición y de tener en cuenta algunos factores cuando vas a competir. Aquí repetimos el lanzamiento de jabalina más de 3.000 veces al año, y ya es algo mecanizado. Intentas pulir la técnica.

Cabrera participó en los Juegos Paralímpicos de Río 2016, fue campeón de Europa en 2018 y récord del mundo en F12 en 2019

Cabrera participó en los Juegos Paralímpicos de Río 2016, fue campeón de Europa en 2018 y récord del mundo en F12 en 2019 HÉCTOR CABRERA

Redes sociales en tiempo de pandemia

P- ¿Cómo fue tu confinamiento? ¿Tuviste que hacer entrenamiento muy específico en casa?

R - Tuve la suerte que mis padres tienen casa en Oliva y allí pudimos montarnos una especie de pasillo de jabalina para poder seguir lanzando. También aprovechando las nuevas tecnologías, pudimos hacer las sesiones técnicas más o menos. Eso me permitió, nada más acabar la cuarentena, ir a competir y sacar la mínima B exigida para ir a los Juegos.

P - ¿Qué uso le das a las redes sociales?

R - Las uso menos de lo que me gustaría, pero sin duda es un elemento cada vez más importante. La gente quiere ver lo que haces en cada momento. Creo que los personajes públicos se tienen que adaptar a ello porque también sus fans ya no les siguen únicamente a través de los medios de comunicación.

P - ¿Ha cambiado la relación con los seguidores? Para bien o para mal...

R - Más para bien. Mayoritariamente me han preguntado por mi discapacidad, o incluso algunos padres me han preguntando por mi vida, ya que sus hijos también tenían alguna discapacidad. Siempre me ha gustado esa parte, la de poder ayudar a la gente a través de las redes sociales.

Si no hubieses sido deportista, ¿cómo te imaginas?
Supongo que ligado al deporte.

Una ciudad en la que vivir
Soy más de pueblo… Oliva o Gandía. Pero he estado viviendo en Roma y no me disgustaría vivir allí.

¿Qué música sueles escuchar?
Rock, sobre todo de los años 80 y 90. Tanto en inglés como en español.

Alguna manía o costumbre que puedas confesar
No me había dado cuenta hasta hace poco... pero antes del lanzamiento me chupo la punta del dedo de la mano derecha.

¿Tienes referentes en el ámbito personal y profesional?
En el personal, mi abuelo. Era una persona muy luchadora, justo faltó en 2016, el año de los Juegos de Río. Y como referente deportivo, Rafa Nadal, una persona constante, esforzada, sensata y luchadora.

¿Ya sabes alguna palabra en japonés?
Konichiwa.