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Día Internacional Contra el Acoso Escolar:

Cuando el acoso convierte el colegio en un infierno: "Las agresiones llegaron a anular a mi hijo"

  • Dos de cada diez niños confiesa haber sufrido acoso en el colegio
  • Solo una de cada tres víctimas reconoce haber recibido apoyo de su centro

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Un niño víctima de acoso escolar (recreación)
Un niño víctima de acoso escolar (recreación).

“Imagínese vivir la muerte de un hijo en quirófano, pensar que eso era lo peor y descubrir que lo peor era lo que venía después: entrar en el colegio”.

El hijo de José Martín tiene ocho años, una cardiopatía que le produce problemas de psicomotricidad y sufre acoso escolar en su colegio en Cádiz: “Le llamaban gordo porque no podía correr, le decían que no valía para eso. Tuvo que quitarse de las actividades extraescolares porque perdió la autoestima. Sentía que no valía para lo que estaba haciendo”.

Desgraciadamente, el caso del hijo de José es más habitual de lo que debería. Según publican la plataforma 'Educar es todo’ y la empresa Totto en el II Estudio sobre la percepción del bullying en la sociedad española, uno de cada cinco niños y niñas del país reconoce haber sufrido acoso escolar, mayormente de índole psicológica (62%) o verbal (54,6%) y un tercio de ellos admiten haber sido víctimas de maltratos físicos (34,2%).

14 horas - Dos de cada diez niños reconocen haber sido víctimas de acoso escolar: "Mi hijo perdió la autoestima" - Escuchar ahora

De la muestra de casi 2.000 encuestadas de entre 5 y 19 años, casi la mitad asegura conocer casos de acoso escolar en su centro educativo, mientras que tres de cada diez padres reconocen haber tenido constancia de alguna situación de maltrato en el colegio de sus hijos.

Con todo, quizás las cifras más preocupantes desprendidas del estudio es que solo una de cada tres víctimas reconoce haber recibido apoyo del centro y que el 70% los padres con hijos que han sufrido bullying creen que el cierre de los colegios durante la pandemia ha mejorado la situación de sus hijos.

Los niños acosados dicen que “van al infierno” y eso nadie lo quiere

“Ha sido una liberación”, explica Carmen Cabestany, presidenta de la asociación ‘No Al Acoso Escolar’, “Los niños acosados dicen que “van al infierno” y eso nadie lo quiere. Preferían mil veces estar en casa, aunque fuera por el virus, que tener que sufrir humillaciones, vejaciones y malos tratos cada día”.

José admite que “no existe apoyo directo del colegio” de su hijo en este aspecto y que “incluso protegen más al acosador que al acosado” porque “lo tapan o les prohíben contar lo que pasa en el colegio”: “Nos planteamos sacarlo del colegio, pero nos daba miedo que fuera peor el remedio que la enfermedad y que pasara por lo mismo en otro colegio”.

Siete de cada diez padres y la mitad de los profesores encuestados consideran que los colegios tratan de ocultar los casos de bullying para evitar que se tenga una mala imagen de ellos.

El estudio también revela que el 70% de los profesores considera que ni ellos ni los centros educativos están preparados para tratar temas de acoso escolar, cifra que aumenta hasta el 75% en el caso de los padres.

Dos de cada diez docentes creen que están poco o nada preparados

Además, dos de cada diez docentes creen que están poco o nada preparados para resolver este tipo de situaciones."Los profesores tendríamos que estar más formados para detectarlo y ser más capaces de intervenir", manifiesta Cabestany, defensora de que "el acoso es cosa de todos": "Para erradicarlo tenemos que tener conciencia de que cada uno, desde su ámbito, puede hacer algo: los compañeros siendo testigos y denunciándolo; los padres, sabiendo qué hay que hacer; la judicatura, al judicializarse un caso; los medios…". "Es un tema social, no solo un tema de educación", resume.

Asimismo, nueve de cada diez docentes cree que a veces no se sabe o no se le da la suficiente importancia al acoso escolar para evitar problemas, casi el 100% cree que los padres de los acosadores tratan de relativizar el problema y más de la mitad considera que no hay coordinación entre familias y escuela para cambiar estas situaciones.

"Para que los menores estén en situación de denunciar estos comportamientos, lo primero que se ha de hacer es hablar del tema de forma natural", opina Carmen Cabestany, "Mientras los centros sigan pensando que no existe, que es cosa de niños, que no es tan grave… no vamos a conseguir erradicarlo porque los niños no hablarán".

La presidenta de 'No Al Acoso Escolar' explica que hablar sin tapujos de estos temas ayuda a que los niños no tomen el bullying como un tema tabú: "Muchas veces ellos no saben poner la etiqueta: saben que algo está mal, pero no saben qué es. En mi experiencia como docente, cuando hablas del tema con naturalidad, ellos también lo hacen".

La pandemia ha favorecido nuevas formas de acoso

Los padres creen que la tecnología ha empeorado la situación; los niños, no. El estudio elaborado por Educar es todo y Totto refleja la creciente preocupación de los padres al respecto de la tecnología: siete de cada diez cree que la pandemia ha favorecido nuevas formas de acoso y nueve de cada diez cree que, con la pandemia y el confinamiento, el acoso escolar se ha trasladado a internet y redes sociales.

Sin embargo, el 15,97% de las jóvenes encuestadas afirma haber sido víctimas de formas de acoso que utilizan las nuevas tecnologías y solo el 5% reconocen haberlo recibido a través de internet o de redes sociales.

Las mañanas de RNE con Íñigo Alfonso - Aumenta el acoso escolar a través de internet - Escuchar ahora

Carmen Cabestany explica que estas nuevas formas de acoso presentan un reto porque son "más dañinas", pero a la vez "es más fácil pillar a quien lo hace": "Desde la impunidad de una habitación piensas que puedes acosar sin que eso tenga consecuencias".

Se incita más al suicidio en las redes porque presencialmente se atreven menos

La presidenta de 'No Al Acoso Escolar' recuerda el caso de Amanda Todd en Canadá, una joven de 15 años que se suicidó en 2012 tras ser víctima de ciberacoso: "Se incita más al suicidio en las redes porque presencialmente se atreven menos. Cuando uno está solo ante el ordenador piensa que puede decir cualquier cosa y que no va a pasar nada y, como a veces lo hacen en grupo, uno dice una cosa y otro la dice más gorda".

Con todo, la mayor parte de las víctimas de acoso escolar, casi ocho de cada diez, siguen citando el entorno educativo como el principal lugar en el que sufren esta violencia.

José Martín fue testigo de cómo acosaban a su hijo: "Por suerte o por desgracia vivimos pegados al colegio y al asomarnos al balcón lo hemos visto en directo: niños haciéndole el corrillo, pegándole…". Desde levantarle la camiseta para señalar la cicatriz de la operación que le salvó la vida hasta partirle una silla en la cabeza, José relata como las agresiones sufridas por su hijo lo llegaron a "anular": "Llegó al extremo de que no le gustara nada, de no tener ni hobbies. No se ve capaz de hacer ciertas cosas o se ve inferior y eso, a veces, lo traslada a casa con violencia contra sus padres o su hermano".

Pese a que denuncia el apoyo directo del colegio, José explica que su hijo está encontrando una vía de escape en el taekwondo: "Intentamos incentivar su autoestima y eso lo ha ayudado bastante. En las clases de taekwondo siente como si estuviera en un mundo donde hay otros habitantes, donde hay otra realidad u otra vida".