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Coronavirus

Las denuncias de agresiones a sanitarios se frenan en pandemia con un 33% menos que en 2019

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Una profesional sanitaria en una de las unidades UCI del Hospital San Pedro de Logroño
Una profesional sanitaria en una de las unidades UCI del Hospital San Pedro de Logroño.

Las denuncias de agresiones a profesionales sanitarios han bajado un 33 % en 2020, el primer año de la pandemia de coronavirus, con un total de 197 denuncias frente a las 294 de 2019, según los datos que la Policía Nacional ha publicado este martes sobre la labor de los interlocutores sanitarios.

El perfil del profesional sanitario víctima de las agresiones es, en un 51% de las ocasiones, el de una mujer de entre 36 y 55 años y nacionalidad española, mientras que el agresor suele ser un varón de edad similar, según la Policía que ha presentado los datos en una rueda de prensa con el comisario general de Seguridad Ciudadana, Juan Carlos Castro, el jefe de la Unidad Central de Seguridad Privada, Manuel Yanguas, y el interlocutor policial nacional sanitario, Javier Galván.

En cuanto a las características de las agresiones, el 70 % son verbales y el 30 % físicas, normalmente de carácter leve. El 59 % se dirigen contra médicos, aunque en 2020 han sido un 10 % menos, y han aumentado las dirigidas a enfermeros.

Los días con más incidencia de agresiones han sido los martes y los jueves en una franja horaria entre las 10 y las 13 horas, y preferentemente se producen en los hospitales.

La mascarilla y las restricciones, nuevas motivaciones

Málaga y Sevilla fueron las provincias con mayor número de denuncias (26 y 16, respectivamente). En general, la distribución territorial es uniforme y van desde las 16 agresiones denunciadas en la Comunidad Valenciana, a las 15 de Galicia, 10 de Castilla-La Mancha o 9 de Madrid.

A los motivos habituales de la agresión como la disconformidad con la atención recibida o el diagnóstico y el tiempo permanecido en la sala de espera, el año pasado se sumaron otros relacionados con los protocolos del coronavirus en los centros sanitarios: el uso obligatorio de la mascarilla y la prohibición de acompañar al paciente.

Lo ha dicho en rueda de prensa el Comisario Javier Galván, interlocutor policial nacional, quien ha destacado que los datos confirman la tendencia a la baja que se registra desde 2017, año en que se implantó esa figura.

La reducción de las consultas presenciales, una de las causas

La pandemia es una de las causas de la disminución de la intensidad de las agresiones a sanitarios, ya que ha obligado a reducir las consultas presenciales en favor de las telefónicas y también las intervenciones quirúrgicas.

Además, la actividad de prevención llevada a cabo por la Policía es otro de los factores que ha permitido este descenso en las denuncias por agresión, según ha señalado el comisario, que ha señalado que el pasado año se formó a 1.800 profesionales en prevención de las agresiones, lo que suma un total de 10.000 desde 2017.

La actual situación de pandemia ha potenciado la figura del interlocutor policial nacional sanitario, según señala la Policía Nacional en un comunicado. Entre marzo y junio de 2020, durante los primeros meses del estado de alarma, se registraron 8.000 contactos a través de la figura del interlocutor de la policía, que cuenta en la actualidad con 59 agentes.

Unos contactos que han sido para aconsejar sobre cómo comportarse ante los ciberataques o reaccionar ante los bulos, hasta la protección de material quirúrgico y sanitario, ha precisado el comisario Galván. El interlocutor nacional ha insistido en que uno de los motivos del descenso de las agresiones ha sido que la Policía Nacional "ha reforzado una respuesta permanente y generalizada".

Prueba de ello, ha apuntado, son las más de 5.000 actuaciones preventivas de los agentes de radiopatrullas requeridas durante consultas domiciliarias y más de 3.000 en centros de atención primaria, especializados, y en hospitales.