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Francis Bacon y Lucien Freud, una admiración mutua que resucita en Madrid

La galería Marlborough inaugura una exposición de los dos maestros de la soledad y angustia existencial

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"Girl with Fuzzy Hair" (2004), de Lucien Freud, y "Triptych", de Francis Bacon (1983).
"Girl with Fuzzy Hair" (2004), de Lucien Freud, y "Triptych", de Francis Bacon (1983).

Francis Bacon y Lucien Freud fueron casi maestro y pupilo. Vivieron la amistad, admiración, incluso la pulsión sexual; y luego se enfrentaron al reverso: celos, desprecio y, finalmente, una ruptura nunca del todo aclarada (Freud lo achacó al alcoholismo de Bacon y este a la ludopatía del otro).

No hubo reconciliación y los dos maestros de la soledad están condenados a reencontrarse una y otra vez en las distintas exposiciones que muestran a dos de los pintores más cotizados -ahora y durante parte de sus vidas-, como la que inaugura (del 21 de enero al 27 de febrero) la Galería Marlborough de Madrid con obras gráficas (aguatintas, litografías, aguafuertes) de ambos.

“Entre los dos hay una admiración absoluta, un respeto recíproco. Tenían gustos e influencias similares. Freud era más joven y Bacon le apoyo económicamente”, ilustra Belén Herrera Ottino, codirectora de la Galería Marlborough y comisaria de la exposición. “También había una atracción sexual en los años 50: se habla de la homosexualidad de Bacon, pero Freud era bisexual”.

Francis Bacon, "Figure Writing Reflected in a Mirror" 1977, litografía. Francis Bacon

La galería está ligada a Bacon: el pintor irlandés falleció el 28 de abril de 1992 en Madrid durante unas vacaciones y, en octubre de ese mismo año, Marlborough abrió su sede madrileña con una exposición sobre Bacon para homenajear “su gran admiración por España y la pintura española".

Una veintena de obras gráficas de Bacon dialogan con seis grabados de Freud. Juntos, pero separados: cada uno en su sala. “Si estuvieran juntos habría mucha tensión entre el estallido de color y la colosalidad del formato de Bacon y los grabados en blanco y negro de pequeño formato de Freud”, explica la comisaria.

Lucian Freud, "Before the fourth", 2004, grabado sobre papel Somerset. Lucian Freud

En la muestra destacan las tres litografías Segunda versión del Tríptico de 1944, realizada por Bacon en 1989. “Se enfrentaban de manera muy diferente a la obra gráfica: Freud hacía obras ex profeso y se enfrentaba al grabado como un fin, mientras que Bacon partía de 35 obras de su producción artística que llevaba a obra gráfica”.

Dos artistas del vacío existencial, en una exposición titulada "La condición humana", que se presenta en el desasosegante invierno pandémico de Madrid. “Es curioso: ahora somos más conscientes que nunca de nuestra condición. Y no con grandilocuencia, sino que nos vemos pequeñito”, analiza la comisaria”. Los dos abordaron la preocupación de todos: la obsesión por el tiempo, la soledad, la existencia. No hay humor en sus obras”.