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Vértice, la editorial que popularizó los cómics de Marvel en España

  • Alfons Moliné repasa su trayectoria en Cuando Daredevil se llamaba Dan Defensor. Historia de Ediciones Vértice
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Detalle de la portada del Nº 1 de 'Los Cuatro Fantásticos'
Detalle de la portada del Nº 1 de 'Los Cuatro Fantásticos'

Actualmente los superhéroes de Marvel dominan el mundo del entretenimiento gracias a las películas de Disney, pero hace cincuenta años nadie los conocía en España. Hasta que la editorial Vértice publicó el número 1 de Los Cuatro Fantásticos (en 1969) en un curioso formato de bolsillo, en blanco y negro, con las viñetas retocadas de mala manera, la etiqueta de "Historias gráficas para adultos" y un precio elvadísimo para la época, 25 pesetas, cuando los cómics de Bruguera, que eran a todo color, costaban cinco pesetas. Enseguida les seguirían La Patrulla X, Spider-Man, la Masa (Hulk), Dan Defensor (Daredevil) y muchos más. Ahora el experto en cine, cómic y cultura popular, Alfons Moliné (Terrassa, 1961) repasa la historia de esta mítica editorial, que popularizo a los superhéroes en España, en el libro Cuando Daredevil se llamaba Dan Defensor. Historia de Ediciones Vértice (Diábolo Ediciones)

Y queremos empezar por saber por qúe estos tebeos tuvieron tanto éxito a pesar de todas sus deficiencias respecto al material original americano. "Por la ruptura que los personajes de Marvel significaron en el mercado tebeístico español -asegura Alfons-, por entonces huérfano de superhéroes debido a que Superman y demás personajes de DC, que nos llegaban a través de la mexicana Editorial Novaro, estaban vetados en aquel momento (la censura los había prohibido). Además de presentar a un nuevo concepto de héroes “a pesar suyo”, ideado por el propio Stan Lee: héroes que, aunque estuvieran dotados de superpoderes, también tenían el mismo tipo de problemas cotidianos que la gente ordinaria, lo cual hizo que el lector conectase eficazmente con los personajes marvelianos".

De hecho, tuvieron tanto éxito que a aquella generación de lectores se la sigue conociendo como la "Generación Vértice". "No solo puede hablarse de una “generación Vértice”, sino de más de una: la primera sería la que conoció la época del material Fleetway y acaso la de los primeros tiempos de Marvel, y la segunda la que ya vivió la “edad de oro” de Vértice con su línea Marvel plenamente consolidada" -asegura Alfons-.

Portada de 'Cuando Daredevil se llamaba Dan Defensor. Historia de Ediciones Vértice'

"Su elevado precio me echaba para atrás"

Todos los aficionados a los cómics de cierta edad guardamos recuerdos de esos cómics de Vértice. "Debo confesar que justamente soy más de Novaro que de Vértice -confies Alfons-, aunque creo que el primer Vértice que cayó en mis manos fue el n.º 20 del volumen 1 de Spiderman, Ha muerto un héroe, que se había comprado mi padre. Pero en general, lo chapucero de aquellas ediciones de bolsillo, además de su precio elevado, me echaba para atrás. Yo sabía -porque lo había visto en algún artículo u obra teórica sobre el cómic- que esas series se publicaban originalmente en Estados Unidos en formato comic book y a todo color, y que la forma en que las presentaban en España estaba, por tanto, adulterada".

"Por otra parte -añade Alfons-, la etiqueta “para adultos” que Vértice aplicaba a sus tebeos marvelianos, totalmente absurda, podía dar lugar a confusión, dado que algunos padres podían negar esos tebeos a sus hijos, creyéndolos un producto “no apto para menores”, ¡pese a que en su país de origen estaban destinados a un público de niños y jóvenes!. De hecho, no compré tebeos Vértice regularmente hasta finales de los 70, cuando ya empezaban a publicarlos de manera más o menos decente".

En cuanto a su cómic preferido de aquella época: "Si eligiera un favorito, sería el Conan de Barry Smith, pero no del modo en lo que editó Vértice. Los cómics de Marvel influyeron en mi carrera en los cómics, pero no de forma primordial; se puede decir que la bande dessinée francobelga o los cómics de Disney (en especial los patos de Carl Barks) me influyeron más potentemente que los superhéroes".

Portada de 'Spiderman'

Los inicios de Vértice

Pero antes de publicar los cómics de Marvel, por los que seguimos recordándola, Véritice ya había publicado muchos otros tebeos, la mayoría de procedencia británica. "Vértice -nos cuenta Alfons- nace en 1963 como sustituta de otra editorial, Cénit, dedicada básicamente a la edición de libros de bolsillo (de oeste, ciencia ficción, misterio, etc.). Inicialmente, Vértice prosigue la edición de este mismo producto pero ya en 1964 amplia su labor a la edición de cómics con Zarpa de acero, procedente de la editorial inglesa Fleetway aunque ilustrada por el español Jesús Blasco".

"Poco después -añade- Vértice incorporó otras series de Fleetway como Max Audaz, Kelly Ojo Mágico, Mytek el poderoso, Spider (que no tenía nada que ver con el Spiderman marveliano, era una especie de “ladrón de guante blanco”) y otros que aparecían en la cabecera miscelánea Selecciones Vértice, como Los hermanos Wild, una especie de Zipi y Zape semirrealistas ataviados con taparrabos, que ciertamente merecerían ser reeditados. El aura de “antihéroe” de la mayoría de estos personajes británicos los hace particularmente entrañables. El material de Fleetway permitió a Vértice hacerse un hueco respetable en el mercado tebeístico ibérico, preparando el camino para la llegada de las creaciones marvelianas pocos años después".

'Zarpa de Acero' estaba dibujado por el español Jesús Blasco

La llegada de Marvel a España

A pesar de que muchos pensamos que Vértice fue la primera editorial en publicar material de Marvel en España, no fue aseí, como nos comenta Alfons: "Otra empresa, Manhattan, había traducido en nuestro país con anterioridad historietas procedentes de este sello americano en la primera mitad de los sesenta, pero eran de tema oeste y bélico. Vértice fue, en cambio, la primera editorial española en publicar el material Marvel de género superheroico".

"Parece ser que su primer contacto con Marvel -continúa Alfons- fue a través de una agente francesa, Barbara D’Arnoux, que era la representante para Europa de Transworld Feature Syndicate, firma detentora de los derechos de Marvel y otras editoriales de cómics estadounidenses. Por aquel entonces -segunda mitad de los sesenta-, otros países europeos como Alemania, Francia, Holanda, Suecia, etc. ya habían empezado a editar los superhéroes de Marvel para sus respectivos mercados, también por convenio con Transworld".

"Desconozco -añade alfons- si dicha agente llegó a contactar con otros editores españoles, antes o después que Vértice, para igualmente ofrecerles el material Marvel, pero lo cierto es que cuando Vértice tuvo la ocasión de publicarlo, debió prever que aquellos personajes eran una mina de oro, ya que a lo largo de 1969 lanzó nada menos que ocho primeras colecciones -Los 4 Fantásticos, Dan Defensor, Capitán América, Capitán Marvel, Hombre de Hierro, Patrulla X, Los Vengadores y Spiderman- a las que seguirían La Masa, Thor, Conan y otras a lo largo de los pocos años siguientes".

Portadas y contraportada de tebeos del Volumen 1 de Vértice

Unas ediciones realmente chapuceras

Aunque sigamos recordando esas ediciones de Vértice con cariño la verdad es que eran unas "auténticas chapuzas". "Lo peor fue la manipulación de las historias originales para adaptarlas al formato de bolsillo -afirma Alfons-. No eran la única editorial que hacía esta clase de retoques, pero lo cierto es que podían haber tenido un poco más de tacto -y ante todo, respeto a los autores de las historietas y al propio público lector- a la hora de efectuar tales retoques. No pocos de estos retoques están hechos de una manera ciertamente amateur. Sin olvidar las traducciones, que cuando las realizaba Fernando Sesén, el primer traductor que tuvo Vértice, eran aceptables, pero su sucesor Salvador Dulcet era algo más mediocre".

"Y al menos en sus primeros años de vida -continúa-, Vértice no parecía sentir un aprecio especial a los dibujantes y guionistas: en la época en que sus colecciones aparecían en el formato “taco” o de bolsillo, se acreditaba solamente al traductor y al rotulista, como si estos cargos tuvieran una importancia superior; solo a partir de 1974, cuando pasó a editar sus publicaciones en tamaño grande, empezó a incluir los créditos de los guionistas, dibujantes, entintadores, etc".

"Finalmente -concluye Alfons- , un defecto constante en las publicaciones Vértice a lo largo de su existencia fue la ausencia de secciones tipo “correo del lector”, que permitieran un mayor contacto entre la redacción y el público lector, y de artículos que presentaran a los artistas que daban vida a los personajes de la casa. Lo cierto es que no parecía haber en la empresa la figura de un redactor jefe que supervisara el control de calidad de sus productos, que aportara sus criterios a la hora de elegir tal o cual serie para editarla, que tuviera conocimiento del mercado de los cómics en general, etc".

Pero no todo era malo. Para la historia han quedado las atractivas portadas de estos cómics, la mayoría realizadas por López Espí. "Generalmente -asegura Alfons-, a la hora de mencionar los principales defectos de Vértice, en especial en la época en que editaba en formato de bolsillo, se suele mencionar las portadas de López Espí como “compensación”. Lo cierto es que López Espí -al que hay que añadir otros portadistas activos en los primeros tiempos de Vértice, como Enric, Florenci Clavé y Antoni Borrell- hizo un trabajo excelente, especialmente teniendo en cuenta que la editorial no siempre proporcionaba a los portadistas suficiente material -básicamente, la portada y la splash page o página inicial de la historia a publicar- a lo hora de elaborar sus cubiertas. Al pasarse al formato grande, las portadas perdieron un poco de su espectacularidad, al ser frecuentemente poco más que calcos de las cubiertas de los comic books originales estadounidenses".

Portadas de López Espí

La llegada de Bruguera y de Cómics Forum

Con el tiempo Vértice respetó el formato original de los cómics e incluso empezó a publicarlos a color; pero ya era tarde. "A principios de los 80, cuando Vértice ya empezaba a editar los cómics Marvel de forma casi correcta -nos cuenta Alfons-, entró en escena la más potente Bruguera y le arrebató los derechos de casi todos los personajes Marvel. Vértice se vio obligada a partir de cero, subsistiendo con series menores de Marvel y rescatando el material de Fleetway de sus primeros tiempos".

"Bruguera -añade Alfons- tampoco hizo un buen trabajo con el material Marvel, dedicando únicamente cabeceras a Spiderman y La Masa en vez de crear toda una línea de títulos con los personajes marvelianos como había hecho Vértice, publicando el material de forma desordenada y con un colorido infame y aquella nefasta rotulación mecánica que era la “marca de la casa”.

"Evidentemente -concluye Alfons-, Bruguera hizo suspensión de pagos en 1982 -para desaparecer del mapa cuatro años después- y acabó por perder a su vez los derechos de los personajes Marvel, de los que Vértice logró recuperar unos cuantos. No obstante, en 1983 irrumpiría Comics Forum, sello del grupo Planeta, que publicaría por fin el material Marvel de una manera digna; aunque Vértice se había reconvertido casi simultáneamente en la nueva empresa Surco -incluso publicando alguna colección marveliana cuyos derechos no poseía Planeta, como Patrulla X- no logró aguantar durante mucho tiempo, sucumbiendo definitivamente a finales de aquel mismo año".

Página de 'Cuando Daredevil se llamaba Dan Defensor. Historia de Ediciones Vértice'

El legado de Vértice

Aunque aquí no haya un mercado de coleccionismo de cómics como el de Estados Unidos, lo cierto es que los cómics de Vértice se cotizan bastane, más por su valor sentimental que por otra cosa. "En general -nos cuenta Alfons-, los números más bajos de las primera colecciones Marvel en formato de bolsillo son los más cotizados, especialmente si están en buen estado, cosa que no es fácil, dado que la encuadernación de estos tomos no era perfecta, y no era infrecuenta que las páginas se desprendiesen. He visto el nº1 de Spiderman (volumen 1, o sea la etapa en que se editaba en formato de bolsillo) a la venta por 100 euros, e incluso podría alcanzar cotas aún más elevadas".

"Sin embargo -añade-, hay otros cómics de Vértice que son más cotizados no por su antigüedad o por la calidad del producto que contienen, sino por su rareza. Por ejemplo, el n.º 1 de Fasman, una revista de cómics de terror lanzada en 1972 que conoció una única aparición y tuvo una difusión reducidísima, o también el n.º 6 de Patrulla X que formó parte de la última hornada de tebeos editada por Surco en diciembre de 1983, igualmente escasamente distribuido".

En cuanto a lo que supuso Vértice en la historia del cómic en Espaa y a su legado. "Bueno, estas son preguntas que justamente a las que he intentado responder en el epílogo de mi libro, titulado precisamente El legado de Vértice, a través de las opiniones de una docena de profesionales de nuestros tebeos que justamente fueron lectores de los cómics de Vértice en su día. A pesar de todos los defectos que tenían las publicaciones Vértice, estas aportaron su grano de arena a la maduración del cómic como medio digno de ser tomado “en serio” en España, previamente a la llegada del (supuesto) boom del cómic adulto en nuestro país a partir de finales de los setenta".

En cuanto a sus proyectos, Alfons nos comenta que: "Ya tengo en proyecto otro libro teórico sobre cómic, aunque todavía es un poco temprano para desevelar su temática o contenido. En su momento podré anticiparlo".

El Volumen 3 de Vértice repetaba las páginas originales pero seguía siendo en blanco y negro