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Casi el 60% de las víctimas mortales por violencia de género no había denunciado a su agresor

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La mayoría de las mujeres víctimas de violencia machista no denunciaron a su agresor
La mayorLa mayoría de las mujeres víctimas de violencia machista no denunciaron a su agresor

Denunciar al maltratador es el primer paso para poder salir de la violencia de género, según las instituciones, expertos y asociaciones de defensa de la mujer. Sin embargo, casi el 60% de las mujeres que sufrieron un desenlace fatal a manos de sus parejas o exparejas no había denunciado a su maltratador. Una proporción similar mantenía una relación de pareja en ese momento con su maltratador, según el Portal de Estadística de la Delegación del Gobierno para la Violencia de Género.

Según las cifras, la mayoría de las mujeres asesinadas han muerto a manos del que era su pareja. En concreto, casi un 61% fueron asesinadas por el hombre con el que mantenían una relación sentimental.

En el 22,6% de los asesinatos, el autor ya era su expareja y el 16,7% la víctima y su verdugo estaban en fase de separación.

Según el "Estudio sobre el tiempo que tardan las mujeres víctimas de violencia de género en verbalizar su situación" de la Delegación del Gobierno para la Violencia de Género, las mujeres víctimas de violencia de género tardan una media de casi nueve años en denunciar a su agresor por miedo, sentimiento de culpa o por que tardan en reconocer la situación de maltrato que están sufriendo. Además, la violencia que más tardan en denunciar es a física con una media de 14 años.

Para la presidenta del Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género, María Ángeles Carmona, denunciar es indispensable. "La denuncia no sólo es importante: es el paso imprescindible para poner en marcha la maquinaria judicial, para poder dictar las órdenes de protección, prestar asistencia a la víctima y para poder enjuiciar al maltratador y transmitir la idea de que sus actos no van a quedar impunes", apunta Carmona.

La directora de la asociación de juristas Themis, Altamira Gonzalo, está de acuerdo en que esos son los principales factores. Sin embargo, añade otros motivos que las disuaden como el falso mito de las denuncias falsas, que tan sólo representan el 0,01% (y no se pueden asimilar a las sentencias absolutorias, según el CGPJ), y la experiencia de otras mujeres que han pasado por los juzgados: “No es un paso agradable, denunciar, ratificar, mantener la declaración sin contradicción se observa con mucha incredulidad e incomprensión. Por eso, fue muy importante incluir una medida en el Pacto de Estado en la que no sea necesaria la denuncia de la mujer para acceder a ciertas medidas de protección y otros recursos”, explica Gonzalo.

Tras el visto bueno del Congreso, en el mes de septiembre del año pasado, a la convalización del real decreto ley para el impulso de algunas medidas urgentes del Pacto de Estado para la Violencia de Género, para acceder al sistema de protección para víctimas ya no es necesaria la denuncia, también puede ser con una orden del fiscal o de los servicios sociales.

En este sentido, Carmona defiende que esta medida se tomó para apoyar institucionalmente a las víctimas a las que les resulta imposible interponer una denuncia contra su agresor. "Se hizo así teniendo en cuenta precisamente que la mayor parte de las mujeres asesinadas (80%) no tenían procedimientos previos abiertos contra los agresores. Muchas mujeres necesitan intervención psicológica previa para poder denunciar. El hecho de que aumenten las denuncias evita la impunidad de maltratador", señala Carmona.

Además, el pasado mes de abril, el Gobierno y las comunidades autónomas acordaron un documento durante la Conferencia Sectorial de Igualdad que las víctimas de violencia de género puedan acreditar esa condición ante los servicios sociales para acceder a las ayudas y prestaciones sociolaborales sin tener que presentar denuncia.

“Es el instrumento de referencia contra la violencia de género consensuado con todas las formas políticas y la sociedad civil que tenemos ahora mismo. Y ha permitido transferir a las comunidades autónomas y ayuntamientos recursos económicos directos para ellas”, señala la Delegada del Gobierno para la Violencia de Género, Rebeca Palomo Díaz.

Sin embargo, Gonzalo considera que las víctimas no se sienten respaldadas del todo por la administración. “Creemos que hay que crear las condiciones que permitan a las mujeres maltratadas confiar en la justicia. Ahora no existen. Las mujeres no confían en la justicia para salir de ese problema”, denuncia Gonzalo.

La medida es suficiente, pero no es total. Lo que se necesitan son más recursos”, reclama la directora de la Fundación Ana Bella, Graci Prada. “Si no tienen recursos, no van a denunciar. Por eso, desde la fundación las acompañamos, no dejamos que vuelva a su vivienda si está en peligro. Ella está muerta de miedo y no pueden afrontarlo sola: necesitan un acompañamiento o ayuda psicológica”, dice Prada.

Estas cifras de denuncias al agresor comienzan a cambiar la tendencia: desde el último trimestre del año pasado se incrementaron las denuncias, las condenas y las órdenes de protección para las víctimas de violencia machista, según el Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).

En concreto, un informe reciente del Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género indica que durante el primer trimestre de este año se presentaron 40.319 denuncias en los órganos judiciales -un 1,9% más que en el mismo período de 2018-. Del total de víctimas, 25.848 (66,9%) eran españolas y 12.772 (33,1%), extranjeras.

Hay que destacar que en estos últimos meses ha aumentado el número de denuncias presentadas por la propia víctima: el 73,6% lo hicieron las víctimas en el juzgado o a través de los atestados policiles y supone cinco puntos más respecto al porcentaje del año anterior.

Otro factor importante sobre el proceso judicial es el la dispensa legal de la obligación a no declarar tras la denuncia que por primera vez ha descendido. Esto supone que casi el 10% de las víctimas de violencia machista no renuncian a declarar contra su agresor.

En esta línea, el record histórico de denuncias se alcanzó en 2017 se presentaron alrededor de 166.000 denuncias, un 0,4% más que en 2017, y de las sentencias dictadas las condenas alcanzaron un 70,5%, tres puntos más con respecto al año anterior.

Si se vuelve a poner la atención sobre las asesinadas de estos últimos 16 años, de media anualmente sólo 15 agresores presentan una denuncia en el momento del crimen.

Sobre el total de víctimas de violencia machista, en el 21% de los asesinatos el agresor tenía una denuncia en ese momento.