Enlaces accesibilidad
Elecciones generales 2019

Por qué Vox es el partido que más votos perdió en las urnas el 28A

  • Casi 2,6 millones de votos no se convirtieron en diputados y casi 690.000 pertenecen al partido de Abascal
  • Podemos y PACMA fueron los más votados sin escaño en 11 y 10 provincias | Especial: Los datos hablan

Por
Simpatizantes de Vox en la Plaza Margaret Thatcher, en Madrid, en la noche electoral del 28A.
Simpatizantes de Vox en la Plaza Margaret Thatcher, en Madrid, en la noche electoral del 28A.

PSOE y Ciudadanos fueron los vencedores aritméticos en las elecciones generales de 2019. Los socialistas, porque ganaron y con el 28,7% de los votos sumaron el 35% de los escaños; los de Albert Rivera, porque multiplicaron su representación con el 15,9% de los votos -el 16,3% de los escaños del Congreso-, pero sobre todo porque dejaron de ser el partido que acumuló más votos inútiles para convertirse en escaño. Ese indeseado puesto lo ocupa ahora Vox, la formación de Santiago Abascal, que, pese a su irrupción con 24 diputados en la Cámara Alta, se ha encontrado con que el 25,8% de sus 2,6 millones de papeletas son votos perdidos.

En estas elecciones del 28A, casi 2,6 millones de votos han sido perdidos (si todos fueran de un único partido, serían la quinta fuerza política española) y la mayoría, 689.066, son de Vox. Muy por encima de los demás, en ese sentido Vox es el gran perdedor de estos comicios. La segunda candidatura que ha perdido más votos es Unidas Podemos (532.483, que son 587.996 si sumamos los votos desaprovechados por su confluencia catalana, En Comú Podem). Entre Vox y Unidas Podemos, acumulan el 47,12% de los votos perdidos por todos los partidos el 28 de abril.

¿De qué hablamos cuando hablamos de votos perdidos? Son aquellas papeletas que en una circunscripción resultan insuficientes para convertirse en un escaño, bien porque la candidatura no alcanza el mínimo legal del 3% o porque en la distribución de los escaños al aplicarse la fórmula de la Ley D'Hondt no consiguen obtener ninguno. Ocurre porque el sistema electoral español beneficia a los partidos más votados en la circunscripción, que en las provincias menos pobladas no pasan de dos o tres.

En consecuencia, partidos que se presentan en toda España pero que no quedan entre los más votados en cada provincia o partidos de implantación local que no tienen el suficiente peso ven cómo sus papeletas son estériles.

Unidas Podemos y PACMA, los otros grandes perjudicados

Vox fue el más afectado y en más lugares. En 17 provincias fue el más votado de los partidos que se quedaron sin escaño, de las cuales la mayoría reparten cinco escaños o menos.

En otras 11 provincias, a Unidas Podemos le pasó lo mismo. Una cifra que casi iguala PACMA, que vio como absolutamente todos sus votos (326.045) no sirvieron para darle ningún escaño, cuando, por ejemplo, EH Bildu obtuvo cuatro con 258.840 votos y el PRC de Miguel Ángel Revilla logró uno en Cantabria con tan solo 52.197 papeletas. En realidad, el partido animalista no llegó en ninguna circunscripción al límite del 3% de los votos que marca la ley electoral; en la que más cerca estuvo fue en Málaga, con un 1,85% de los votos.

En el mapa se observa también que el PP, que perdió votos en todas las circunscripciones de España y escaños en todas menos cuatro -Navarra, Huesca, Soria y Melilla-, fue el partido más votado que se quedó fuera del reparto en las tres provincias del País Vasco, además de en Tarragona. En toda Cataluña el PP solo obtuvo un diputado, por Barcelona.

Vox, en el ránking histórico de votos perdidos

En definitiva, el partido de Santiago Abascal ha entrado en el ránking de partidos con más votos infructuosos en la historia de la democracia española, a un nivel similar al de la Alianza Popular de las primeras elecciones tras la Transición (en 1977 la lista de Manuel Fraga perdió solo 10.000 votos más que Vox, aunque el censo electoral era menor entonces) y al de la UPyD de Rosa Díez en 2011.

Con todo, en perspectiva, Vox ha corrido mejor suerte que IU, que durante más de veinte años, entre 1993 y 2015, fue el partido que más votos perdía cada vez que se abrían las urnas, como consecuencia de las distorsiones del sistema electoral español.