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Cine

'Bajo el mismo techo': un loco divorcio marcado por la crisis del ladrillo

  • Jordi Sánchez y Silvia Abril protagonizan esta ácida comedia en la que una pareja debe convivir a la fuerza
  • La cinta, participada por RTVE, se estrena este viernes 1 de febrero

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'Bajo el mismo techo': un loco divorcio marcado por la crisis del ladrillo

¿Cuál es una de las pruebas más difíciles qué puede encarar una pareja que se separa? Continuar con una convivencia forzosa. Con este enganche, la directora Juana Macías hila una ácida comedia con reflejo social en Bajo el mismo techo.

Una película protagonizada por los televisivos Jordi Sánchez y Silvia Abril en los papeles de un matrimonio sufridor. El filme, participado por RTVE, llega a las pantallas este viernes 1 de febrero.

El guion sitúa a Nadia (Abril) y Adrián (Sánchez), una pareja que bordea la cincuentena, al borde del precipicio y les convierte en perdedores de su propia vida. En pleno boom del ladrillo en 2008 y alentados por los cantos de sirena de los bancos se endeudan en un casoplón que a duras penas pueden pagar, ¿les suena?.

La comedia recoge como la pareja pelea por quedarse con la casa

El conflicto aterriza cuando no puedan divorciarse atrapados por la hipoteca y arranca una lucha de sexos con situaciones muy locas que inevitablemente recuerdan a la mítica La guerra de los Rose (1990), de Danny de Vito, con la crisis económica de nuestro país como trasfondo.

“Nos ha inspirado más la realidad de nuestros amigos y conocidos que no la propia. Pasan por situaciones similares desde hace años. Se va separando la gente y se va juntando. Eso te ayuda porque es la vida misma”, afirma Jordi Sánchez, muy popular por su papel del pescadero Antonio Recio de la serie La que se avecina.

“Las estadísticas dicen que cada minuto se separa una pareja en España. Imagínate la de situaciones diversas y el abanico de circunstancias que rodean cada separación. Además de que casi todos los matrimonios tienen hipoteca y eso es el desencadenante”, añade la actriz y cómica Silvia Abril, que este sábado ejercerá de maestra de ceremonias junto a Buenafuente en la gala de los Goya.

“Cuando tú estás en pareja te callas cosas pero ya cuando se pierde el pudor da todo igual. Lo que te has callado desde hace años se va a la mierda y sale todo. Y eso es lo terrible de una separación”, analiza Sánchez.

Una sátira sobre la realidad social

El tono de comedia disparatada ayuda a digerir la sátira de un retrato social más bien amargo -y muy de la idiosincrasia española- por donde desfilan la precareidad laboral de los jóvenes, la presión sobre el físico de los mayores o el vértigo de las redes sociales. Bajo el mismo techo lanza el guante de la identificación a todo tipo de espectadores.

“Es la cultura del buenrollismo a la que le hemos metido un poco de mala leche aunque la película creo que transmite un mensaje positivo. Tiene que ver con la actitud a la que nos enfrentamos a lo que nos pasa, incluso aunque lo que nos pase no lo podamos cambiar. Ese drama porque al final es un drama se exagera un poco y nos hace reir. Al final, si miramos las cosas con distancia muchas veces nos reímos de lo que nos pasa”, explica la realizadora, Juana Macías, que debutó con la dramática Planes para mañana y que ahora sigue por el camino del humor tras Embarazados, su anterior filme.

Adrián y Nadia tienen que reinventarse física y laboralmente

Escrita a ocho manos por la propia directora, Daniel Corpas, Juan Moreno y Anna R. Costa, la cinta aúna varias historias que rodean a los protagonistas arropados por secundarios de lujo como Daniel Guzmán, Malena Alterio, la socia razonable de Nadia, y Cristina Castaño en el papel de implacable empresaria.

“Hoy en día todo se pretende solucionar ahorrando tiempo en las relaciones sociales como por ejemplo en Tinder donde la gente intenta conocerse o ganar dinero con el mercado inmobiliario sin un proceso: comprar, vender, alquilar… Todo va tan rápido, sin proceso de transición, que debemos parar y reflexionar”, explica Daniel Guzmán que encarna al mejor amigo del desnortado Adrián.

La química es evidente entre Silvia Abril y Jordi Sánchez que rebosan comicidad y “plena confianza” tras veinte años trabajando juntos en la pequeña pantalla, según confiesan.

Sus personajes se enfrentan a un baño de realidad en el que se reinventan a marchas forzadas: en lo sentimental y en lo laboral al perder sus trabajos para colmo de males. Mientras, reciben consejos de un entorno de colegas tan perdidos como ellos.

“A mí me gusta un tipo de comedia vinculada a lo natural, al realismo. Es una comedia que no surge de los chistes ni de personajes paródicos sino de determinadas circunstancias en las que te encuentras”, concluye Juana Macías.