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El Mediterráneo que amaron y pintaron Picasso, Matisse o Van Gogh

  • Una exposición en la Fundación Mapfre recupera el nexo común mediterráneo en las obras de grandes artistas
  • Las aguas del Mediterráneo, sus paisajes y su cultura fueron motor de cambio de la pintura europea moderna

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'La Méditerranée', (Cap d'Antibes), 1888, Claude Monet. Museo de Arte de Ohio.
'La Méditerranée', (Cap d'Antibes), 1888, Claude Monet. Museo de Arte de Ohio.

Cuentan que Monet en sus numerosos viajes por Venecia y la Costa Azul se empeñó en captar la luz del Mediterráneo con colores chillones. El maestro impresionista se quejaba de que, a pesar de sus esfuerzos, nunca consiguió plasmar la plenitud de la luz rosácea que irradiaba el Mare Nostrum.

Es solo un ejemplo de cómo sus aguas, sus paisajes y la cultura mediterránea atraparon a numerosos artistas a finales del siglo XIX y principios del XX, cuando el mar se erigió como uno de los motores de la renovación de la pintura europea.

El Mediterráneo se transforma en una suerte de oasis soñado. Un símbolo de libertad creativa frente a la pujante vida moderna y sus contradicciones: energía versus sosiego, clasicismo y modernidad, ciudad y naturaleza se contraponen en una eclosión artística.

Este hilo invisible temático, impulsado por nuevos colores brillantes y luces transparentes, unió las obras de genios como Picasso, Sorolla, Renoir o Van Gogh.

La Fundación Mapfre en su sede de Madrid recupera esta ebullición a través de la gran muestra Redescubriendo el Mediterráneo, que reúne 130 obras de autores como el propio Monet, Matisse, Bonard, Derain, Giorgio de Chirico o Signac que exhiben unas raíces europeas comunes con sus pinturas.

'"Redescubriendo el Mediterráneo' en la Fundación Mapfre

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La exposición plantea un recorrido en el que los artistas de cada país moldearon una imagen y un significado diferente para esta grieta marítima que separa continentes y que sintieron tan suya.

Para los pintores españoles y valencianos como Pinazo o Sorolla, el Mediterráneo es pintura al aire libre. Absorben la pura vida "sencilla, alegre y en contacto con la naturaleza" que bulle en sus playas donde a menudo aparecen niños jugando en idílicas aguas transparentes

En Francia, al contrario que en España, se dio más relevancia al paisaje que a las personas con la idea del color puro y la representación de "un mundo que se siente más verdadero frente a la ciudad".

"No es solo una forma de pintar, es también una forma de goce de vida. Un espíritu de generosidad y de transmitir un equilibrio que envuelve a la pintura francesa de aquel momento", señala Pablo Jiménez Burillo, director del área de Cultura de la Fundación.

Mientras, en Italia el Mediterráneo era entendido como una seña de identidad irrenunciable. Una tradición y una influencia con la que tienen que convivir.

“También nos transmiten un mensaje que nos preocupa en la actualidad y es la armonía con el medio ambiente. Todos los artistas nos dicen que es posible convivir con la naturaleza, además muestran su entusiasmo absoluto por la nueva pintura y su belleza”, señala a RTVE.es el experto de Mapfre, que apunta a que pocas veces se podrá contemplar a tantos genios juntos en una muestra.

La culminación de Matisse y Picasso

La exposición cierra su recorrido con la culminación de la obra de Matisse y Picasso sobre el Mediterráneo. Sus ideas y el simbolismo que encierran no pueden ser más diferentes.

Por un lado, están la placidez y el gusto por vivir que respiran las creaciones de Henri Matisse, que residió en Niza en el último tramo de su vida. El pintor se decantó por un arte intimista en el que consiguió que el color fuera luz y la luz color.

En el otro extremo se sitúa Picasso, que parece no encontrar reposo y alterna estilos buscando el deleite en la pintura. Para el maestro malagueño, la luz, la vegetación y las tradiciones mediterráneas fueron imprescindibles a la hora de crear. Cada estancia veraniega en la Costa Azul, donde acude desde los años veinte a los treinta, significa para el autor un nuevo escenario y un cambio continuo en los motivos de su trabajo incansable.