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El escrutinio ratifica la victoria de Imran Khan en las elecciones de Pakistán entre denuncias de fraude

  • El ex jugador de críquet, que este jueves ya se proclamó vencedor, será primer ministro pese a no alcanzar la mayoría
  • Varios partidos de la oposición, entre ellos el principal de la oposición, han exigido la repetición de los comicios

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Imran Khan gana las elecciones de Pakistán

Los resultados del escrutinio en las elecciones generales de Pakistán, aún parciales, han ratificado la victoria del ex jugador de críquet Imran Khan, que partía como favorito y que este jueves ya se proclamó vencedor, mientras sus rivales han vuelto a denunciar un amaño electoral, por lo que varios partidos se han unido para exigir nuevas elecciones.

Según los primeros resultados hechos públicos este viernes por la Comisión Electoral de Pakistán, el partido de Khan, el Pakistan Tehreek-i-Insaf (PTI), logra 115 de los 272 escaños posibles en la Asamblea Nacional, muy por encima de sus rivales, aunque necesitará pactos para alcanzar la mayoría de 137 diputados.

Su principal rival era el partido que ostentaba hasta ahora el Gobierno, la Liga Musulmana de Pakistán (PML-N) del exprimer ministro Nawaz Sharif, que al ser encarcelado por corrupción poco antes de los comicios delegó el liderazgo a su hermano Shahbaz Sharif; según el recuento, obtiene 62 escaños.

El tercer puesto es para el Partido del Pueblo de Pakistán, al formación que comanda Bilawal Bhutto-Zardari, hijo de la asesinada primera ministra Benazir Bhutto, que consigue 43 diputados.

Varios partidos piden repetir las elecciones

Ambos partidos han denunciado un amaño electoral para colocar a Imran Khan como primer ministro, deslizando que los "poderes establecidos", un eufemismo con el que se alude al todopoderoso Ejército, habrían medrado para auparle al cargo.

Con todo, tras la publicación de los resultados, la oposición parecía asumir la derrota: "Nos vamos a sentar en los escaños de la oposición, pese a todas las reservas", ha declarado Hamza Shehbah Sharif, diputado y sobrino de Nawaz Sharif.

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Lanzamos un movimiento para que haya nuevas elecciones. Habrá manifestaciones

Sin embargo, el PML-N se ha unido a un grupo de partidos que reclaman una repetición electoral y que se han reunido en Islamabad para esgrimir sus exigencias: "Lanzamos un movimiento para que haya nuevas elecciones. Habrá manifestaciones", ha advertido el líder del partido Mutajida Majlis-i-Alam,  Maulana Fazalur Rehman.

"Pensamos que se ha cometido un robo. Hay gente que dice tener la mayoría, pero nosotros no la reconocemos, y no queremos ni siquiera darle el derecho de gobernar tras estos comicios", ha añadido, asegurando que todo los partidos presentes "se han puesto de acuedo para ecigir nuevas elecciones".  "Hemos acordado poner en marcha un movimiento y celebrar protestas", ha confirmado, por su parte, Shahbaz Sharif.

Dudas entre los observadores

De hecho, la misión de observación de la Unión Europea ha señalado en sus conclusiones preliminares sobre los comicios que el proceso electoral, las segundas elecciones democráticas del país, "no fue tan bueno" como el de 2013 y que la campaña se caracterizó por la "ausencia de equidad" entre los partidos.

"Muchos de nuestros interlocutores han informado de un esfuerzo sistemático por minar al partido que estaba en el Gobierno mediante casos de corrupción, desacato a la justicia y terrorismo contra sus líderes y candidatos", ha asegurado en rueda de prensa Michael Gahler, responsable de la misión europea, que contaba con 120 observadores y visitó 582 centros de votación.

Gahler ha señalado que los observadores de la Unión Europea no han constatado interferencias de los militares en los colegios electorales. "El día de las elecciones, la votación se evaluó como bien conducida y transparente", ha señalado, aunque ha deslizado dudas sobre el escrutinio: "Sin embargo, el recuento fue algo problemático, con un personal que no siempre siguió los procedimientos".

En cualquier caso, parece claro que Khan será elegido primer ministro, pese a no contar con mayoría en la Asamblea Nacional, dado que podrá completar sus escaños mediante pactos con un puñado de pequeños partidos. A partir de entonces, tendrá que cumplir sus promesas y trasladar a medidas concretas un discurso populista que ha centrado en la lucha contra la corrupción y la recuperación del estado del bienestar.