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Un estudio afirma que Peppa Pig hace un mal uso del médico de cabecera

  • Ha sido publicado en la edición navideña de BMJ, en clave de humor
  • La investigación ha sido llevada a cabo con pulcritud metodológica
  • Plantea por qué se acude al médico de cabecera para dolencias menores

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El doctor Brown Bear visita a Peppa Pig.
El doctor Brown Bear visita a Peppa Pig.

Catherine Bell, una médica de atención primaria de Sheffield (Reino Unido), a menudo se ha preguntado por qué algunos pacientes intentan consultar inmediatamente a su médico de cabecera sobre dolencias menores de corta duración. Como madre de un niño pequeño que ve frecuentemente Peppa Pig, cree que ha descubierto la respuesta y, para compartirla con el resto del mundo, ha decidido escribir un artículo científico.

El estudio de Bell ha sido publicado en la edición navideña de BMJ, que cada año incluye investigaciones que pueden despertar más sonrisas que verdadero interés científico, pero que han sido llevadas a cabo con pulcritud metodológica.

La serie Peppa Pig trata sobre una cerdita, su familia, amigos animales y miembros de la comunidad. El personaje del doctor Brown Bear (que en español significa 'oso marrón'), el médico de cabecera que atiende a la familia Pig, parece brindar a sus pacientes un excelente servicio: acceso telefónico rápido y directo, continuidad de la atención, horarios extendidos y visitas domiciliarias.

Bell decidió analizar tres casos de estudio y considerar el impacto potencial que las acciones del dr. Brown Bear podrían tener sobre el comportamiento de los pacientes.

Caso 1: fármacos que no matan virus

El consejo habitual para las enfermedades virales y sin complicaciones, como son la tos y los resfriados, es no ir al ver al médico de cabecera, sino descansar en casa y beber muchos líquidos para evitar la deshidratación.

En el caso 1, el doctor Brown Bear realiza una visita domiciliaria urgente para atender a la cerdita de tres años con una erupción facial. Les dice a los padres que "no es nada grave" y ofrece una dosis de medicamento, pero dice que es probable que la erupción desaparezca de cualquier manera.

Este caso cuestiona si el doctor Brown Bear es un profesional privado sin escrúpulos para llevar a cabo una visita domiciliaria posiblemente discutible desde el punto de vista clínico, dice Bell. "También es un ejemplo de prescripción innecesaria para una enfermedad viral, y alienta a los pacientes a intentar acceder a su médico de cabecera de manera inapropiada".

Caso 2: visita urgente innecesaria

En el caso 2, el doctor Brown Bear realiza otra visita domiciliaria urgente al hermano de 18 meses con síntomas de resfriado. Después de examinarle la garganta, diagnostica una infección del tracto respiratorio superior y recomienda reposo en cama y leche tibia.

A pesar de optar nuevamente por hacer una visita domiciliaria urgente innecesaria, la gestión del doctor Brown Bear "fue al menos clínicamente apropiada en esta ocasión, y su consejo podría alentar a la familia a autocontrolar enfermedades similares en el futuro", escribe Bell.

Caso 3: el médico acaba agotado

En el caso final, el personaje del doctor realiza una visita de emergencia a un grupo de pequeños animales que están jugando porque un poni de tres años ha tosido tres veces. Tras examinar al paciente, le administra una dosis de medicamento inmediatamente y advierte que la tos es potencialmente transmisible. Cuando el resto de los asistentes al grupo de juego y sus padres desarrollan síntomas, se les administra una dosis de un medicamento rosado no especificado.

Y cuando el doctor Brown Bear también desarrolla síntomas, sus pacientes van a la consulta para administrarle su dosis de medicina y cantarle.

Para entonces, el doctor Brown Bear muestra signos de "agotamiento", dice Bell. "Su despreocupación por la confidencialidad, el consentimiento de los padres, el mantenimiento de registros y su prescripción indican que la carga de la demanda de su población de pacientes está afectando su salud. Ya no puede ofrecer el nivel de servicio que sus pacientes esperan".

Dado que la serie Peppa Pig se emite en más de 180 países en todo el mundo, es muy probable que influya en una visión errónea del trabajo de los médicos de atención primaria, señala Bell.

Aunque la serie transmite muchos mensajes positivos de salud pública, como fomentar la alimentación saludable, el ejercicio y la seguridad vial, Bell sospecha que "la exposición a Peppa Pig y su descripción de la medicina general aumenta las expectativas del paciente y alienta el uso inadecuado de los servicios de atención primaria".