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La era Trump

Dos congresistas demócratas presentan el primer intento de "impeachment" contra Donald Trump

  • Sherman y Green han presentado una acusación por obstrucción a la justicia
  • El control republicano del Congreso hace casi imposible que prospere
  • La posibilidad de un juicio político lleva meses sonando en Washington

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El presidente de EE.UU., Donald Trump, está bajo un intenso escrutinio por los contactos de su equipo con Rusia en plena campaña presidencial.
El presidente de EE.UU., Donald Trump, está bajo un intenso escrutinio por los contactos de su equipo con Rusia en plena campaña presidencial.

El demócrata Brad Sherman junto con su colega Al Green han presentado en el Congreso de EE.UU. una resolución acusatoria para abrir un juicio político contra el presidente de EE.UU., Donald Trump, acusando al mandatario de obstruir la justicia durante la investigación sobre la injerencia rusa en las elecciones de 2016.

Según figura este jueves en los registros de la web del Congreso estadounidense, Sherman, que representa a California, ha presentado la propuesta legislativa con el objetivo de destituir a Trump, pese a que sus compañeros demócratas han considerado que es más prudente continuar con la presión mediática hasta que haya pruebas fehacientes que corroboren dichas acusaciones.

Sherman, que ya había anunciado mucho antes sus intenciones, sabe que es improbable que su movimiento gane impulso, ya que el Partido Republicano domina el Congreso y hasta el momento no ha mostrado voluntad alguna de volverse en contra de su presidente, además de no contar con el respaldo de muchos demócratas. Pero una vez reconocido esto el congresista ha defendido que su moción de cuatro páginas para "iniciar un juicio político a Donald John Trump, presidente de los Estados Unidos, por crímenes y delitos graves", es "el primer paso en un camino muy largo" y ha augurado que los demás legisladores se le unirán más tarde en su intento.

"Si la incompetencia impulsiva continúa, entonces, eventualmente –dentro de muchos, muchos meses a partir de ahora– los republicanos se unirán a los esfuerzos de impeachment", ha asegurado en un comunicado.

Escasas opciones de salir adelante

Para lograr una acusación formal de la Cámara de Representantes es necesaria una mayoría simple, sin embargo los republicanos la controlan por una ventaja de 46 asientos, lo que hace casi imposible cualquier avance de la propuesta de Sherman.

La Casa Blanca ha reaccionado con desdén cuando un periodista le pidió una opinión acerca del tema. "Creo que es completamente ridículo y en el peor de los casos un juego político", ha respondido la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders.

En la presentación de su artículo de destitución, Sherman argumenta que el despido fulminante por Trump del anterior director del FBI, James Comey, en mayo, equivale a obstruir a la justicia cuando estaba investigando la posible confabulación entre su campaña y el Gobierno ruso para interferir en los comicios en perjuicio de la exaspirante demócrata Hillary Clinton.

Donald Trump despide a James Comey, director del FBI que sacudió la campaña entre Clinton y Trump

Aunque la posibilidad de un juicio político, que debería ser convocado por una mayoría de la Cámara Baja y ejecutado por el Senado, lleva meses sonando en las instituciones de Washington, el liderazgo demócrata es consciente de que las presiones y evidencias de mala conducta por parte de Trump tienen que tener mucho más peso para prosperar.

De hecho, la investigación sobre el asunto está ahora en manos del fiscal especial Robert Mueller, cuyas conclusiones, en caso de ser acusatorias sobre la campaña de Trump, sí podrían poner en aprietos al Gobierno del multimillonario. Hasta entonces, las posibilidades de comenzar un proceso de destitución sobre el mandatario son casi nulas.

Sherman ha dicho que en su artículo usó un lenguaje similar al de la primera moción para pedir un impeachment contra el presidente Richard Nixon, que aprobó el Comité Judicial de la Cámara de Representantes el 27 de julio de 1974. Nixon renunció a su cargo 13 días después.